Es probable que varios de los primeros compradores de bitcoin hayan acabado siendo las personas más ricas de los mercados de criptomonedas. Muchos de ellos han optado por una estrategia de conservación para cosechar beneficios en el futuro –hodling, en el vocabulario de los defensores de la criptodivisa–.Una cuenta anónima de bitcoin que empezó a comprar los token en marzo de 2011 –y que nunca ha vendido ninguno– posee una fortuna de 4.800 millones de dólares (5.260 millones de euros), según el portal de análisis de criptomonedas BitInfoCharts.
Un informe reciente de la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos calcula que los 1.000 principales inversores en bitcoin controlan unos 3 millones de bitcoin, aproximadamente una séptima parte de la oferta potencial total de la criptomoneda. Sólo un pequeño grupo de esos inversores ha revelado su identidad.
Los gemelos Cameron y Tyler Winklevoss, los hermanos más conocidos por haber perdido una batalla legal con Mark Zuckerberg por la idea de la red social detrás de Facebook, en 2012 habrían comprado 120.000 bitcoin un botín que a mediados de noviembre habría valido 7.200 millones de dólares.
En una subasta en 2014, el inversor del capital riesgo Tim Draper se impuso a otros postores para comprar 29.655 bitcoin que el Cuerpo de Alguaciles de EEUU había incautado al emporio de la web oscura Silk Road. Esos token tendrían un valor de 1.800 millones de dólares a los precios actuales. Draper no quiso decir en su momento cuánto había pagado en la subasta, pero los alguaciles cifraron el valor del lote en unos 18 millones.
Michael Saylor, consejero delegado de la compañía de software MicroStrategy, declaró el año pasado que había comprado 17.732 bitcoin a un precio medio de menos de 10.000 dólares.
¿Qué sucede con otras critpomonedas?
Los fundadores de blockchain más recientes, como ethereum, también han cosechado grandes fortunas. Vitalik Buterin, su creador, recibió 553.000 ether de un fondo inicial creado por los cofundadores, una participación que valdría 2.300 millones de dólares a precios actuales.
Los equipos detrás de varios proyectos de criptodivisas que aspiran a rivalizar con ethereum adoptaron un enfoque similar, concediéndose a sí mismos participaciones sustanciales de sus propios suministros de token.
La moneda Binance, el token asociado a Binance Smart Chain, se ha disparado hasta alcanzar una capitalización de mercado de casi 100.000 millones de dólares en cuatro años. El equipo fundador, que incluye al creador de la plataforma Binance, Changpeng Zhao, se adjudicó el 40% de la oferta total del token.
Solana, un blockchain que ha ganado popularidad como alternativa a ethereum para aplicaciones de finanzas descentralizadas, vendió algo menos del 13% del suministro total de token al equipo fundador por 20 centavos el token. A los precios actuales, esos token tendrían un valor de 13.500 millones de dólares.
Algunos analistas han cuestionado la equidad de estas asignaciones iniciales de token, argumentando que contradicen la supuesta naturaleza descentralizada de las redes de criptomonedas.
¿Quién ha ganado más dinero con las empresas relacionadas con las criptomonedas?
Brian Armstrong, cofundador de la plataforma de criptomonedas Coinbase, es el fundador más rico de una empresa cotizada de servicios de criptodivisas.
Armstrong atesora más de 36 millones de acciones de la compañía, valoradas en más de 12.000 millones de dólares. También vendió acciones por valor de más de 290 millones el día de la salida a Bolsa directa de Coinbase, una alternativa a una oferta pública inicial de venta de valores sin restricciones a la comercialización de acciones. El otro cofundador junto con Armstrong, Fred Ehrsam, posee acciones por 3.800 millones.
Otros fundadores de start up de criptomonedas tienen grandes participaciones en sus empresas que podrían valer miles de millones de dólares sobre el papel. La revista Forbes calculó que Sam Bankman-Fried, fundador de la plataforma de criptomonedas FTX, tenía una fortuna de 22.500 millones de dólares este año, gran parte de ellos procedentes de su participación de aproximadamente el 50% en la start up de 25.000 millones de dólares.
Barry Silbert, fundador y consejero delegado de Digital Currency Group, una firma de activos digitales, declaró a Financial Times que posee algo menos del 40% de la empresa, que los inversores valoraron recientemente en 10.000 millones de dólares durante una venta secundaria privada de acciones. Silbert afirma que no ha vendido ninguna acción de la compañía.
¿Por qué es tan difícil determinar quiénes son los mayores propietarios de criptomonedas?
Los grandes tenedores de criptodivisas suelen ser reacios a hablar de sus decisiones de compra y venta por temor a los hackers, las autoridades fiscales y otros riesgos.
Aunque los blockchain pueden facilitar el seguimiento público del flujo de criptomonedas, también ocultan la identidad de sus propietarios. Algunas aplicaciones, como Nansen, intentan relacionar las direcciones de los blockchain con fondos de inversión y otros grandes propietarios, pero pueden ser poco fiables.
¿Con qué facilidad se puede convertir estas participaciones en efectivo?
La naturaleza volátil y concentrada de las criptomonedas implica que las grandes compras y ventas pueden tener un gran efecto sobre el mercado. Algunas start up han intentado resolver el problema actuando como intermediarios que dirigen las órdenes a múltiples lugares que ofrecen los mejores precios.
Las grandes transacciones de criptomonedas también pueden provocar la reacción de otros operadores. A principios de este año, los aficionados a las criptodivisas comenzaron a hablar de un inversor anónimo que había convertido las primeras compras del token shiba inu en agosto del año pasado en una reserva de 5.700 millones de dólares poco más de un año después, tras la fuerte subida del valor del token.
Sin embargo, el operador no tardó en llamar la atención tras mover 2.300 millones de dólares de la participación a cuatro carteras de criptodivisas diferentes, haciendo que el precio del token cayera en picado sin que, aparentemente, se realizara ninguna venta.
FT