La traca final del BCE: el IPC de la eurozona conduce a una bajada de tipos en octubre y abre la puerta a un recorte 'jumbo' en diciembre
La inflación de la zona euro cayó al fin por debajo del objetivo del 2% más de tres años después. El índice de precios al consumo (IPC) de la región fue en septiembre del 1,8% interanual tras el 2,2% de agosto. Se trata del dato más bajo desde junio de 2021, a las puertas de la gran crisis inflacionaria. En la misma línea, el IPC subyacente (excluye en este caso energía, alimentos, alcohol y tabaco), más pegajoso y, por tanto, más observado en los últimos tiempos, desciendo una décima hasta el 2,7% interanual. Aunque estos descensos se ajustan a lo esperado por los analistas y la caída por debajo del 2% de los IPC preliminares de Alemania, Francia, España e Italia indicaban el camino, el data lo allana todo para que se desate la traca final del BCE: un recorte de tipos en octubre que no estaba sobre la mesa y la posibilidad de bajadas de más enjundia en el corto plazo, como vaticinan estrategas como los de Deutsche Bank.
Aunque se trata de una lectura preliminar que tendrá que ser confirmada y ampliada a mediados de mes, el desglose de Eurostat muestra la importancia de los precios de la energía en el dato. La partida registra una lectura del -6% interanual y del -1,6% intermensual. La otra 'pata' más observada, la de los servicios, por su persistencia y su efecto en las presiones salariales, sigue reflejando una correosa lectura del 4% interanual (la anterior fue del 4,1%), cota de la que cuesta bajar, para disgusto del BCE, pero muestra un -1% interanual tras el verano que trae algo de calma. "La caída de la inflación general de la zona euro por debajo del 2% en septiembre debería bastar para persuadir al BCE de que recorte los tipos en octubre, aunque la inflación de los servicios siga siendo elevada", sintetiza Franziska Palmas desde Capital Economics en una nota para clientes.