Erase una vez un hombre que estaba en las puertas del cielo y tenia que irse para el camino que le había tocado…camino paraíso …en el encontró un anciano, con larga barba blanca…era Dios, Señor mío ..me gustaría saber como es el Infierno y como es el paraíso .
Bien dice Dios, ven conmigo y te lo mostrare.
Conduce al viejo hombre delante de dos enormes puertas, la primera estaba inscrito infierno ..
La abren y Dios permite que pueda mirar al interior, lo que ve es una cosa muy curiosa…en el centro de la pieza había una mesa enorme redonda donde en el centro había una marmita inmensa lleno de excelente comida..olia maravillosamente, el viejo se extraña y ve que los que están sentados al rededor de la mesa tienen cada uno una cuchara con el mango larguísimoooooo…atado a sus manos.Sin embargo los comensales están grises, famélicos .
Todos tenían esa cuchara atada a su mano , podían acceder al centro para coger una cucharada del exquisito potage. claro que no podían comérselo por el simple echo que el mango de la cuchara era mucho mas larga quel brazo.
Que miseria, pasar la eternidad aquí.
Has visto el infierno, ahora ven que a ti te toca la otra puerta…el paraíso.
abren la puerta, y cual fue su sorpresa que encuentra una pieza..con una mesa redonda gigantesca, con una olla en medio que soltaba un aroma maravilloso…idéntico al de la puerta de a lado.
El viejo hombre se fija, y también tienen en sus manos atados la cuchara con mango largisimoooo…pero estos comensales están radiantes, felices, y bien alimentados.
Pero…pero si es lo mismo, dice, no comprendo.
Pues es muy simple le contesta Dios, aquí..todos han APRENDIDO a alimentarse unos a otros.
Un Saludo