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Re: BBVA (BBVA): Seguimiento del valor
BBVA avisa sobre el intento del poder político de influir en la gobernanza de los bancos, así como de los efectos que pueden tener en el negocio medidas ad hoc en respuesta a la pandemia, como una posible obligación al sector de conceder financiación a agentes económicos públicos o privados.
“El sector bancario está sujeto a un continuo escrutinio a nivel político y por los órganos de supervisión, siendo previsible que en el futuro siga existiendo una intervención política en los procesos regulatorios y de supervisión, así como en el gobierno de las principales entidades financieras”, indica la entidad en el folleto continuado registrado en la CNMV. En estos informes las compañías detallan todos los riesgos a los que está sometida su actividad.
BBVA es el primer banco que alerta de eventuales movimientos de los poderes políticos para influir en la gestión de las entidades. Hace un año dejó entrever esta postura.
Ministerio de Trabajo
La advertencia lanzada por el banco se produce en un escenario marcado por el choque que han protagonizado en las últimas semanas el Gobierno y el sector financiero a cuenta de los planes de recorte de empleo y de las remuneraciones de los banqueros. En el caso concreto de BBVA, como en el de CaixaBank, los dos bancos con procesos de reestructuración abiertos mediante ERE, el Ministerio de Trabajo le instó por escrito el pasado mes a reducir el ajuste de plantilla que acaba de pactar con los sindicatos.
En la misma línea, la ministra de Economía, Nadia Calviño, ha venido interpelando al Banco de España para adoptar medidas que limiten los despidos y las retribuciones de los ejecutivos del sector. El Estado votó en contra de los sueldos de la nueva cúpula de CaixaBank en la junta de hace un mes.
“Los cambios regulatorios de la última década, así como los actualmente en ciernes (incluyendo cambios en la interpretación o aplicación de normativa existente) han aumentado y podrán seguir aumentando sustancialmente los gastos de explotación”, afirma BBVA.
“Es igualmente posible que los gobiernos y reguladores continúen imponiendo medidas ad hoc en respuesta a la crisis causada por la pandemia. Dichas medidas incluyen la imposición a las entidades de crédito de la obligación de conceder financiación a diversas entidades, tanto privadas, particularmente pymes, como públicas, incluyendo, por ejemplo, el Fondo de Garantía de Depósitos o el Fondo Único de Resolución”, remarca.
Riesgos fiscales
Los riesgos que condicionan el negocio también abarcan los fiscales. “Los gobiernos de distintas jurisdicciones están buscando nuevas vías de financiación y recientemente se han centrado en el sector financiero”, afirma.
A este respecto, BBVA subraya posibles incrementos de los tipos de impuestos que soporta el grupo, “incluso como respuesta a las exigencias de diversas fuerzas políticas”, la limitación a la exención por dividendos de filiales extranjeras, o el impuesto sobre transacciones financieras.
Competencia
La entidad, por otra parte, también alerta sobre la creciente competencia: “La tendencia hacia la consolidación en la industria bancaria ha creado bancos más grandes, como el resultante de la fusión de CaixaBank y Bankia, con los que el grupo debe competir”.
En España, el nuevo CaixaBank tiene una cuota en crédito del 25%, mientras que Santander, tras la compra de Popular en 2017, se aproxima al 18%. BBVA, que el pasado año abandonó el proyecto de fusión con Sabadell, controla actualmente el 13% del mercado.
La amenaza al negocio no proviene sólo de otros competidores bancarios, sino cada vez más del mundo digital. “El grupo tiene el desafío de competir en un entorno en el que la relación con el cliente se basa en el acceso a datos digitales e interacciones. Este acceso está cada vez más dominado por plataformas digitales que ya están erosionando los resultados del grupo en mercados muy relevantes como el de pagos”, reconoce.
Criptomonedas
La necesidad de adaptar el modelo de negocio a la revolución tecnológica representa otra fuente de riesgo.
“La adopción generalizada de nuevas tecnologías, incluidas las criptomonedas y los sistemas de pagos alternativos que no utilizan el sistema bancario, podría requerir inversiones sustanciales para modificar o adaptar los productos y servicios existentes a medida que el grupo continúa aumentando sus capacidades de banca móvil y por Internet”, afirma.
BBVA constata que un mayor ritmo de transformación hacia modelos de banca móvil y por Internet podría exigir “cambios en la estrategia de la banca comercial, incluyendo el cierre o venta de algunas sucursales y la reestructuración de otras, así como la reducción de empleados”, remarca.
BBVA acaba de pactar con los sindicatos el cierre de 480 sucursales en España (20%) y un ajuste de plantilla que se concretará en 210 excedencias y 2.725 despidos, el 10% de la plantilla. Asumirá un coste de 960 millones de euros.