Efectivamente me dejé en el tintero, para no aburrir, México y la depreciación de monedas en el resto de Latam.
Ahora bien, yo creo que es muy acertado no salir de México y de Latam en general porque si mañana da la vuelta la tortilla y las divisas de esos países se comportan bien, o Venezuela cambia, o México reduce el monopolio de Slim, Telefónica se puede encontrar con una sorpresa muy agradable; por 6.000 millones de euros no merece la pena perder muchos millones de clientes.
En cuanto a la pérdida de clientes en España, eso da para escribir un libro, Telefónica ha tenido que hacer equilibrios para no dispararse en un pie, hay que tener en cuenta, por ejemplo, que la nueva regulación que excluye 700 municipios de la compartición de la red se basaba en dos premisas:
1) que hubiera 3 o más redes de fibra.
2) que Telefónica no fuera operador dominante por porcentaje de mercado.
Y eso en ocasiones ha provocado bajar en clientes, quedándose con los de mayor valor y ahora, que ya se ha quitado de encima de la compartición de red, puede volver a competir en los de menor valor.