Una visión estratégica improvisada
El grado de manipulación al que está sometido Pharmamar es tal que ni los propios analistas técnicos saben dar una explicación a lo que está ocurriendo y ni mucho menos augurar lo que sucederá. Ante este escenario, un inversor a largo lo mejor que puede hacer es pensar sobre lo que podría estar ocurriendo y aportar nuevas ideas estratégicas compatibles con la actual situación de Pharmamar. El sábado por la tarde aprovechando el buen tiempo estuve con dos amigos inversores paseando por el Retiro y aunque no era nuestra intención, al final, abordamos el tema Pharmamar, sentados en una terraza, tomándonos unas cervezas. Fue una especie de “brainstorming” de hora y media de donde surgieron unas cuantas ideas que no me resisto a silenciar y que voy a exponer a continuación:
1.- La ventaja del Aplidin sobre el Molnupiravir sería su baja toxicidad, su carácter de antiviral nanomolecular y la no-resistencia del virus al propio fármaco. Ninguna de estas tres características las tiene el Molnupiravir. Quizá tenga otras. Quizá la solución sea la combinación del Aplidin con otras terapias. Por aquí podrían venir determinados acuerdos con muchas farmas, al estilo de lo que se está haciendo con Jazz para el antitumoral Lurbi, pero antes el Aplidin debe de demostrar su eficacia en comparación con el remdesivir u otros antivirales y Neptuno se está retrasando. Ésta es la pega. Todos estamos sufriendo el desacierto de Sousa por no realizar el ensayo clínico Neptuno en EE.UU. Es muy difícil de explicar que teniendo (según él) el antiviral más potente a nivel mundial no haya realizado las pruebas en EE.UU. Quizá quiso centrarlo en Europa para poderlo distribuir aquí directamente y no pagar royalties, pero a la larga el Aplidin debería de estar en EE.UU. con la consiguiente necesidad de un distribuidor. A corto plazo, el éxito de Aplidin dependerá de si es seleccionado para la cartera europea de antivirales prometedores.
2.- Muy probablemente se sacrificó el Aplidin en EE.UU. por la promesa de conseguir vender más Zepzelca en Europa, por estar Pharmamar más centrada en su expansión europea por ser su mercado natural. Quizá ahí estuvo el error de Sousa aunque nunca se sabe porque a simple vista parece que serán más importantes las ventas de Zepzelca en Europa que las de Aplidin en EEUU. Y el “todo” es imposible de conseguir para un recién llegado (Pharmamar) a este “circo”.
3.- Introducir un medicamento en Europa (y en EEUU) sin el apadrinamiento de una gran farma, parece tarea harto imposible, viendo lo que está pasando con otros medicamentos. ¿Quién apadrinó el uso compasivo de Zepzelca en Francia?. Casi se podría asegurar que fue Roche y eso que es una posibilidad que todo el mundo descartaba después de lo sucedido en Japón con Chungai. Había un desencuentro insalvable, y hoy ya no está tan claro. A cambio de la entrada en el mercado francés, Sousa podría haber renunciado a presentar (de momento) el ensayo de Aplidin en EEUU para evitar sorpresas hostiles dado que la potencialidad nanomolar del Aplidin, su baja toxicidad y la no-resistencia del virus al fármaco, podría atraer el interés de los rivales americanos de Roche. Retrasando las pruebas de Aplidin en EEUU, Roche ganaría tiempo para poder negociar con Pharmamar algún tipo de operación corporativa, y sin el peligro de que alguna big pharma rival se le adelantara.
4.- Fijémos que Jazz va a iniciar una fase 3 para el CPCP en la que el Lurbi se combinará con el Atezolizumab (Tecentriq) de Roche, con el objetivo de que sea un tratamiento de primera línea. Podrían haberlo hecho con el Irinotecan de Pfizer, combinación muy elogiada por el Dr. Luis Paz-Ares según ensayo clínico NCT 02611024 (
https://www.medpagetoday.com/meetingcoverage/iaslcvideopearls/94897), pero han elegido el Atezolizumab de Roche. ¿Cuál puede ser el pacto entre Roche y Pharmamar? Posiblemente busquen el desarrollo de "terapias combinadas" en cáncer. Los medicamentos procedentes del mar serían el complemento ideal de las actuales moléculas de primera línea de Roche: antifúngicos, antiparasitarios, antiinflamatorios, antibacterianos, antivirales, etc. No hay que olvidar que Pharmamar tiene 1.600 patentes y decenas de miles de moléculas.
5.- Roche podría lanzar una OPA parcial, (por ejemplo del 9,99%) sobre Pharmamar, (aquí habría mucha discrepancia sobre el precio, que podría oscilar entre 120 y 150). Sousa seguiría de presidente, pero el consejero delegado lo pondría Roche que sería quien realmente mandaría. Con esta operación se lograría introducir en Pharmamar una especie de “caballo de Troya” con la misión de descubrir el verdadero valor de Pharmamar y preparar el camino para una OPA posterior. Las Opas parciales, siempre que no superen el 10 % del capital, no entran en el decreto antiopas del Gobierno, lo que agilizaría la operación. Salvo sorpresas hostiles, es posible que antes de que finalice el año, tuviéramos novedades y Roche se lance a realizar alguna intervención pactada y modifique la actual situación accionarial. Sousa debe entender que una retirada a tiempo es una victoria. Se equivocó con el Aplidin y veremos las consecuencias en cinco o seis meses o quizá antes. El objetivo de la competencia es valorar Pharmamar, se ponga como se ponga el presidente.
Y punto final, porque a las nueve de la noche nos echaron de la terraza, por cierre de la misma, no por otros motivos.