Buenas tardes
Los bancos de la bolsa española se preparan para hacer frente a las criptodivisas
Las entidades bancarias con presencia en el mercado de capitales español han sentado las bases para abordar el desafío de las monedas digitales como vehículo esencial de futuro en los sistemas de pago internacionales. Santander, Caixabank, BBVA, Banco Sabadell y Unicaja Banco, desglosan sus posiciones sobre el dinero telemático, sus perspectivas y sus avances en digitalización.
La banca española asume el uso digital del dinero. Un hecho constatable desde hace años, pero que se ha intensificado durante los meses de pandemia ante el boom de las criptomonedas en los mercados de capitales. Fenómeno que ha intensificado los proyectos de divisas digitales con la salvaguarda y el sello oficial de los bancos centrales que “pueda emitir una CBDC de alcance universal y similar al efectivo, con el objetivo de que la población continuará teniendo acceso a un medio de cambio sin riesgo y de provisión pública”, enfatizan desde el G-10 y el BIS.
En España ya se ha producido una iniciativa de enorme calado. Con el respaldo del Banco de España y el visto bueno de la patronal bancaria AEB, y bajo la coordinación de Iberpay, el gestor del sistema nacional de pagos se ha puesto en marcha un proyecto, nacido en julio pasado, de dinero digital tokenizado orientado a ofrecer una posible alternativa al euro en efectivo.
Y, junto a las cinco grandes entidades financieras -Banco Sabadell, Santander, BBVA, Bankia y Caixa Bank, antes de su fusión-, iniciaron con éxito el prototipo piloto, tutelado por el Banco de España, de diseñar una plataforma interbancaria de Smart Payments que tiene por objeto facilitar la iniciación de transferencias inmediatas programables desde redes blockchain. Mediante su conexión con el sistema nacional de pagos (SNCE), gestionado por Iberpay.
Esta iniciativa ha permitido “confirmar la viabilidad de aplicar la tecnología blockchain al ámbito de los pagos”, habilitando la programación inteligente de transferencias inmediatas desde smart contracts desplegados en redes blockchain y que permiten “la ejecución automática de pagos cuando se cumplan ciertas condiciones preestablecidas” como, por ejemplo, el pago automático de cierto importe a la firma de un contrato o la ejecución de pagos automáticos a la recepción o envío de mercancías, explican desde Iberpay. Cinco de los bancos cotizados explican sus planes de futuro -y el presente- de sus estrategias digitales.
Santander
En primer lugar, “nos gustaría distinguir claramente entre lo que son criptomonedas como el bitcoin, que actualmente no están reguladas ni supervisadas y que se están utilizando principalmente como alternativa de inversión, de otras iniciativas privadas, como stablecoins, que ofrecen nuevas oportunidades en el ámbito de pagos”. En cuanto a las criptomonedas, “nuestro enfoque ha sido abierto, pero cauteloso”.
El crecimiento del mercado está en un punto en el que los bancos tenemos que examinar el papel que podemos desempeñar para apoyar las necesidades de nuestros clientes. No obstante, “es fundamental tener que destacar que se trata de productos no regulados; es decir, que no cuentan con un marco regulatorio que proporcione las garantías y la protección al inversor equivalentes a los productos financieros”.
Los inversores tienen que entender claramente los riesgos de inversión en estos productos, recalcan fuentes de la entidad bancaria. Tal y como indica el comunicado conjunto emitido por CNMV y Banco de España en febrero, “se trata de productos complejos extremadamente volátiles y que pueden suponer la pérdida total de la inversión”.
En cuanto a su posible uso como medio de pago, “las criptomonedas no tienen la consideración de medio de pago”, recuerdan. Y, dada, además, su elevada volatilidad no parece práctico su uso como medio de pago”.
En Santander recuerdan que la Comisión Europea ha presentado una propuesta de reglamento para regular los mercados de criptoactivos en Europa (bajo el acrónimo MiCA) que está en fase de discusión. “Creemos que este será un paso importante para establecer un marco regulatorio armonizado en Europa y que establecerá unos requisitos mínimos para todos los participantes en estos mercados (servicios de Exchange, trading, asesoramiento o custodia, entre otros).
MiCA además “pone el foco en la emisión de tokens de dinero electrónico utilizados como medio de intercambio” (como podría ser el caso de Libra/Diem), y establece por ejemplo que deberán contar con una autorización como entidades de dinero electrónico para la realización de estas actividades en Europa. “Nos parece fundamental que se regulen y supervisen dichas actividades que tiene el potencial de llegar a un número relevante de usuarios”.
Todos los proveedores de servicios de pago, con independencia de la tecnología que utilicen, “deben tener el mismo nivel de responsabilidad en materia de protección del consumidor, lucha contra el blanqueo de capitales, seguridad y privacidad”.
Por otra parte, los avances que se están produciendo en este ámbito en el sector privado, han impulsado el debate sobre la necesidad de que los bancos centrales emitan sus propias monedas digitales (CBDCs).
Una CBDC es básicamente una forma de dinero emitido por un banco central -al igual que el efectivo o las reservas-, y cuyo diseño puede configurarse además en función de múltiples parámetros; desde el nivel de privacidad, hasta los límites individuales a la tenencia, la remuneración o el uso minorista y/o mayorista. “Creemos que es positivo que el BCE analice la posibilidad, idoneidad e implicaciones de emitir un euro digital en caso de resultar necesario, en línea con las iniciativas de otros bancos centrales y a la luz de los desarrollos recientes en la emisión de monedas estables privadas”.
Aunque, al mismo tiempo, la decisión de emitir una CBDC como el euro digital debe ser analizada cuidadosamente con el fin de evitar las posibles repercusiones que podría tener para la estabilidad del sistema financiero. “Nos gusta mucho cómo el ECB plantea el tema porque es consciente y reconoce los riesgos que puede suponer en el sistema financiero la emisión de la moneda digital”.
En particular, y el más relevante, el posible trasvase de fondos de depósitos (balances bancarios) al euro digital (fuera del balance de los bancos) y su potencial impacto en la financiación de los bancos y, por ende, en la concesión de crédito y en la economía. Y “nos parece fundamental por tanto este enfoque prudente de las autoridades hacia la necesidad seguir evaluando de forma exhaustiva los retos e implicaciones de su emisión -en caso de ser necesaria- y la necesidad de experimentación práctica para poner a prueba las opciones de diseño, en la que estaremos encantados de colaborar”.
En cualquier caso, en el supuesto de que se emita una CBDC, los bancos comerciales podríamos, potencialmente, tener un papel como distribuidores de estas divisas, además de en la aplicación de los controles de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo o en la verificación de la identidad del cliente tal como estamos haciendo hoy en día con el resto de pagos”.
Las CBDCs podrían ser además la base para el desarrollo del dinero programable y los smart contracts, es decir, contratos que se ejecutan automáticamente cuando se dan las condiciones estipuladas; por ejemplo, el pago se realiza automática e instantáneamente cuando se recibe la mercancía, lo que abre nuevas posibilidades para innovar cuando se considera junto a otras iniciativas en el ámbito de los activos digitales.
Entre otras, activos financieros basados en tecnología blockchain. “La clave estará en contar con un entorno regulatorio que lo facilite y que sea armonizado en la zona del euro”.
Santander lleva trabajando en tecnologías de registro distribuido (DLTs) como blockchain desde 2016. “Creemos que el uso de estas tecnologías ofrece importantes oportunidades en el sector financiero, tanto para desarrollar nuevos servicios (identidad digital descentralizada), mejorar la experiencia del cliente (reduciendo el tiempo de ejecución de las operaciones, por ejemplo, en la ejecución de los pagos), como para aumentar la eficiencia y la competitividad de los servicios financieros e, incluso, reforzar la supervisión.
La entidad que preside Ana Patricia Botín es una de las 15 instituciones que colaboran en la iniciativa Finality Global Payments, desde las primeras fases del antiguo Consorcio USC establecido en 2016, y que permitirá a los bancos comerciales ofrecer una mejor experiencia al cliente en pagos internacionales con el uso de esta tecnología. En 2019, Santander emitió un bono digital sobre blockchain. Además, “estamos participando activamente en iniciativas nacionales que se están desarrollando en este ámbito como socios del consorcio Alastria, así como en Iberpay”. Si bien “no esperamos una emisión inminente de un Euro Digital.
Fabio Panetta, miembro del board del ECB que está liderando la iniciativa ha destacado en varias intervenciones que, en caso de que finalmente se tomase la decisión de emitir un euro digital, no sería realista pensar en su emisión antes de cuatro o cinco años. Otras geografías como China o EEUU han empezado antes y están más avanzadas.
Además de estas iniciativas, en el ámbito de pagos destacaríamos el reciente lanzamiento de PagoNxt que integrará todas las iniciativas de pago internacionales más innovadoras en una única plataforma, con el objetivo es ofrecer a los clientes soluciones de pago novedosas y ágiles.
Fuente.- Estrategias de Inversión