Eso es muy bueno, pero las motivaciones del quien dirige la compañía pueden cambiar al cabo de un tiempo por muchas circunstancias (al igual que, como hemos visto, su nombre y apellidos)
Aquí lo importante es que suba el precio. Pero YA.
Yo propondría que a partir de ahora, quien dirija la empresa tiene que tener todos sus ahorros invertidos en la compañía con la obligación de no poder vender sus acciones hasta que le echen o hasta que dimita.
Así, si el precio cae no querrá irse y si le echan por hacer que caiga el precio, pierde su pasta.
No sé si es muy correcto, pero sería una idea.
;-)
PD. Había pensado también en penalizaciones más duras como la castración y cosas así, pero creo que en este país no sería muy legal... XD