El dueño ruso de Dia rechaza la refinanciación bancaria y exige reestructurar el consejo
- Abandona la dirección y acusa a la compañía de ocultarle información
Foto: Archivo.
DIA
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Javier Romera
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Laura de la Quintana
7:45 - 19/12/2018
Mijail Fridman, el primer accionista de Dia con un 29% del capital, ha rechazado el acuerdo de refinanciación que Dia está pactando con la banca acreedora. El magnate ruso, que controla su participación en la compañía a través del fondo LetterOne -controla un 29% del capital-, considera que el consejo de administración le está ocultando información y que
el principio de acuerdo alcanzado con las entidades financieras, a falta tan solo de los últimos detalles, no garantiza un acuerdo de viabilidad a largo plazo, por lo que ha decidido plantarse y abandonar el máximo órgano ejecutivo para preparar desde fuera la toma de control del grupo.
El problema de Dia es que se está quedando sin liquidez y
ante el cerrojazo de la banca, que ha cortado las líneas de financiación a proveedores, necesita por vía urgente una inyección de 200 millones de euros. Todo ello en el marco de un proceso de reestructuración de una deuda bruta total de 1.561 millones de euros -en neto, 1.429 millones a cierre de septiembre, según los últimos resultados publicados por la compañía-, que puede quedar ahora en el aire.
Guerra total en Dia: el dueño ruso y su equipo se enfrentan al consejo y se marchan para preparar el asalto final
Según explican fuentes conocedoras de la situación, LetterOne ha trasladado a Dia la urgencia de "dar un giro a la compañía" y trabajar en un plan de negocio a cinco años que refleje la situación actual del mercado. Según estas fuentes, "dicho plan de negocio debe contar con el respaldo de una estructura de capital adecuada a largo plazo, un equipo de gestión sólido que tome responsabilidad del plan de negocio y lo implemente, y un consejo de administración que posea las habilidades adecuadas para monitorizar su implementación". El objetivo de fondo pasa así por asumir el mando, tomar la mayoría en el accionariado y cambiar a una parte del consejo de administración, sin descartar incluso el relevo del nuevo consejero delegado, Antonio Coto.
Cambio en el consejo
De momento, para llevar a cabo este plan, y tras
la dimisión de su mano derecha, Stephan DuCharme, como presidente en funciones de Dia a comienzos de diciembre, los otros dos consejeros que LetterOne tenía sentados en el consejo de administración de la compañía anunciaron el martes su dimisión. El objetivo es preparar desde fuera el asalto final a la cadena de supermercados y esa nueva estructura del capital.
Siempre según las fuentes consultadas, LetterOne entendía que se les estaban poniendo "serias trabas" , impidiendo la puesta en marcha de un plan estratégico creíble, a la espera del que está elaborando la firma y que previsiblemente se presentará el próximo 15 de enero.
La versión oficial comunicada por la mañana del martes vía hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), es que Karl-Heinz Ho-lland y Sergio Antonio Ferreira Dias, ambos consejeros dominicales designados por Letterone, han presentado "sus respectivas dimisiones con la intención de "centrar sus esfuerzos en trabajar desde LetterOne en el proceso de diseño y desarrollo de un eventual plan de sostenibilidad a largo plazo para la compañía".
En principio, LetterOne no tiene la obligatoriedad de designar sustituto para cubrir los dos asientos que dejan vacantes estos dos consejeros y, de hecho, la opción más probable es que no lo haga. Cuestión aparte es la de la presidencia tras la salida de Stephan DuCharme donde la firma sí está en búsqueda activa de un nuevo presidente, puesto para el que suena con fuerza el nombre de Jaime García-Legaz, expresidente de Aena y exsecretario de Estado de Comercio.
El brazo inversor de Fridman ha negado en todo momento ser el causante del hundimiento de la compañía
LetterOne es el mayor accionista de la compañía desde que entrara en su accionariado el 28 de julio del año pasado cuando adquirió, en una primera tanda, el 10% del capital. En la actualidad ostenta el 29% de la compañía de manera directa desde que el pasado 19 de octubre recomprara el 14% que tenía prestado a terceros vía instrumentos financieros. Fuentes del mercado apuntaban entonces a que ese paquete se encontraba en manos de Goldman Sachs que, a su vez, lo prestaba a inversores bajistas que apostaban contra el valor. El brazo inversor de Fridman ha negado en todo momento ser el causante del hundimiento de la compañía, acusando en este sentido dentro de la empresa al propio consejo de administración.
Resultado, en cualquier caso, de la caída de las estimaciones, del profit warning que presentó la firma el pasado 15 de octubre y de los movimientos que se han producido en su accionariado bajo la sombra de LetterOne, la compañía vale hoy 255 millones de euros en bolsa,
ha perdido más del 90% de su valor en el último año y fue expulsada del Ibex 35 en la última revisión del CAT (Comité Técnico Asesor) de cara ya al mes de enero.
Frente a las acusaciones lanzadas por LetterOne al resto del consejo, la compañía insiste en su voluntad de diálogo, negando tener conflicto alguno con ningún accionista. No obstante, en la empresa ha sorprendido también la actitud de Fridman porque, según aseguran en el entorno de la misma, hasta ahora no había manifestado en el consejo ninguna de las discrepancias ahora denunciadas.
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