La cadena de supermercados
Dia ha pasado unos últimos años muy, pero que muy complicados. La lucha por el poder en su cúpula directiva, la
OPA lanzada por el magnate ruso Mijaíl Fridman, un posterior
ERE a casi 1.600 empleados y cierre de tiendas
franquiciadas, auguraba un futuro muy oscuro para esos establecimientos.
Sin embargo, hoy en día la firma ha recuperado una cuota de mercado que había ido perdiendo paulatinamente. De hecho, en el confinamiento ganó terreno a su competencia, y las cuentas del segundo trimestre de este año fueron positivas, con 1.204,3 millones de euros en ventas.
Ahora, la directiva encabezada por Stephan Ducharme, presidente del Grupo Dia, ha anunciado un nuevo modelo de gestión de franquicia en el que se pretende facilitar la gestión diaria de las tiendas y mejorar su tesorería.
De los más de 1.300 súper franquiciados que tiene en España Dia, unos 700 ya se han pasado al nuevo modelo de gestión y, antes de que termine el año, se espera que se incorporen el resto. Además, en los próximos tres años se espera que el grupo tenga otras 500 nuevas franquicias, recuperando así las cifras que la cadena tenía a nivel nacional hace unos años.
La principal novedad para las tiendas, y franquiciados, es el método de pago de la mercancía. Hasta ahora la matriz entregaba los pedidos a sus franquiciados solo después de que hubieran pagado dicha mercancía. Con el nuevo sistema el franquiciado pagará la mercancía cuando la haya vendido, y no antes, mejorando así la tesorería de la tienda que, hasta ahora, era el problema más importante.
Con respecto a los empleados, el plan que el Grupo Dia tenía hasta ahora de formación lo hace extensible a los trabajadores de su franquiciados.