Se invertirá al menos el 75% de la exposición total en renta variable de emisores/mercados de países de la OCDE, pudiendo invertir hasta un 10% de la exposición total en emisores/mercados emergentes, en compañías de mediana y alta capitalización bursátil, con perspectivas de revalorización a medio y largo plazo, sin predeterminación por sector económica o divisas.