El fondo tiene por objetivo conseguir un crecimiento del capital a largo plazo. Sus inversiones se guían por la firme convicción de que las sociedades de los mercados emergentes que cumplen con las normas internacionales de gestión medioambiental, social y empresarial tienen buenas perspectivas de crecimiento y generación de exceso de rentabilidad. El fondo invertirá al menos dos tercios de su patrimonio neto en valores de sociedades que operen en los países emergentes. El fondo también podrá invertir en otros instrumentos, cuyo valor se determinará en función de la cotización de una o varias de esas sociedades. Estos instrumentos podrán ser instrumentos financieros derivados, warrants sobre acciones, recibos de depósito estadounidenses (ADR) o recibos de depósito globales (GDR).