Se invierte, de manera directa o indirecta a través de IIC, hasta un 65% de la exposición total en Renta Variable y el resto en activos de Renta Fija pública y/o privada (incluyendo depósitos e instrumentos del mercado monetario cotizados o no, líquidos). Los emisores y mercados de los activos serán de la OCDE, sin descartar el resto de las áreas geográficas mundiales, pudiendo invertir hasta un máximo del 15% en países emergentes. La exposición a activos de Renta Variable será a emisores de alta, media y baja capitalización, aunque con liquidez suficiente para permitir una operativa fluida.