Se invertirá 0-100% de exposición total en renta variable de cualquier capitalización y sector, y el resto en renta fija pública y/o privada (incluyendo depósitos e instrumentos del mercado monetario cotizados o no, líquidos), pudiendo invertir hasta un 20% de la exposición total en emisiones de renta fija de baja calidad crediticia. En la selección de los activos se comparará el valor de mercado y el valor intrínseco, de forma que las diferencias que se puedan generar permitan oportunidades de inversión y obtener mayores rentabilidades para el compartimento. La exposición a riesgo divisa será del 0-100%. Sin predeterminación por tipo de emisor (público/privado), duración media de la cartera de renta fija o divisas. Los emisores/mercados serán principalmente OCDE, con un máximo del 20% de exposición total en emergentes. La inversión en renta fija de baja calidad crediticia o en renta variable de baja capitalización puede influir negativamente en la liquidez del compartimento.