El Subfondo busca maximizar la rentabilidad total, invirtiendo, al menos, el 70% de su patrimonio neto total en valores de renta variable de empresas de todo el mundo que desarrollen una parte predominante de su actividad económica en los sectores de exploración, desarrollo, producción y distribución de energía. El Subfondo también podrá invertir en empresas dedicadas al desarrollo y explotación de nuevas tecnologías energéticas.