La estrategia ofrece exposición a una cartera de renta fija diversificada formada por activos de deuda pública y corporativa con una calidad crediticia elevada y una duración media no superior a los 8 años.
Cartera compuesta por 80-120 bonos pertenecientes a diferentes tipologías, sectores y países, principalmente de la Zona Euro, así como otros países de la OCDE y hasta un 25% en emergentes.
Invierte en empresas con una sólida estructura de deuda, tanto bruta como neta sobre su EBITDA y una alta y estable capacidad de generación de beneficios en el tiempo.
Un mínimo del 10% de la cartera estará invertido en bonos que promueven características ESG.