Riesgo financiero

El riesgo financiero se define como la probabilidad de que una empresa pueda verse afectada por pérdidas en sus inversiones, o por no alcanzar los beneficios esperados.

Es decir, el riesgo financiero es aquella probabilidad de que la compañía no recupere la inversión realizada. Esto puede estar relacionado con distintos factores internos y externos, como detallaremos más adelante.

Para entenderlo de otra manera, el riesgo financiero se vincula a la gestión financiera de la firma y es propio de la incertidumbre que atañe a cualquier inversión.

En ese sentido, debemos recordar que toda inversión implica riesgos y que, a mayor rentabilidad esperada, mayor también es el riesgo de incurrir en pérdidas. Igualmente, en sentido contrario. Es decir, existe una relación directa entre rentabilidad y riesgo que siempre se cumple.

Tipos de riesgo financiero

Entre los tipos de riesgo financiero podemos destacar:

Riesgo de crédito: Es la probabilidad de que alguna de las partes de un contrato financiero no cumpla con su obligación. Por ejemplo, cuando el deudor de un crédito no lo devuelve.
Riesgo de liquidez: Es la posibilidad de que la empresa no cuente con los recursos suficientes para cumplir con sus obligaciones de corto plazo. Es decir, quizás la compañía cuenta con activos, pero estos no son líquidos, por lo cual no pueden convertirse rápidamente en dinero en efectivo (podemos pensar en un inmueble como ejemplo). Por lo tanto, aunque la organización tiene propiedades, no puede usarlas fácilmente para cancelar deudas que vencen pronto o, incluso, para pagar a sus propios empleados.
Riesgo de mercado: Es aquel relacionado con operaciones efectuadas en el mercado financiero. Encontramos las siguientes subcategorías:
- Riesgo cambiario: Es el riesgo de variaciones en el tipo de cambio. Entonces, si una empresa española ha realizado una inversión en dólares, por ejemplo, sería la probabilidad de que el valor de la moneda estadounidense caiga frente al euro.
- Riesgo de la tasa de interés: Está relacionado con las variaciones en los tipos de interés. Por ejemplo, si se tiene una deuda (a un tipo de interés que no es fijo), y las tasas suben, el gasto financiero (por los intereses generados) también será mayor.
- Riesgo de mercado: Hace alusión a la volatilidad propia de los activos financieros como acciones, bonos o derivados financieros en los que, por ejemplo, ha invertido la empresa.
Riesgo político: Es aquel relacionado con las decisiones del Gobierno que pueden afectar los intereses de la empresa.
Riesgo operacional u operativo: Es aquel vinculado al manejo administrativo o controles internos de la propia compañía.
Riesgo sistemático o sistémico: Es aquel que proviene de la inestabilidad del mercado financiero en su conjunto. El estallido de una burbuja inmobiliaria, por ejemplo, tiene efectos en todo el sistema.

¿Cómo prevenir el riesgo financiero?

La buena noticia para las empresas es que pueden prevenir el riesgo financiero, por ejemplo, contratando una cobertura (ante volatilidades del tipo de cambio, del tipo de interés, etc.).

Otro punto importante es la diversificación. De ese modo, aunque se concrete algún riesgo (al menos que sea sistemático), esto no afectará a todas las inversiones de su portafolio.

Finalmente, es fundamental, antes de decidir cualquier inversión, estudiar todos los escenarios posibles y, luego de efectuar la inversión, es recomendable hacer un seguimiento de los resultados obtenidos.