Dividendo pasivo

El dividendo pasivo se refiere a la cantidad de dinero que un accionista todavía debe a la empresa en la que tiene acciones, porque las acciones que posee no se han pagado por completo. En otras palabras, es la parte del valor nominal de una acción que no ha sido totalmente desembolsada por el accionista.

Imagina que estás en un restaurante y pides un plato de paella. Pero en lugar de pagar todo el precio a la vez, decides abonar solo una parte y prometes pagar el resto más tarde. De alguna manera, esa parte pendiente de pago se asemeja a lo que en el mundo de la bolsa conocemos como dividendo pasivo. Pero vayamos por partes.

El dividendo pasivo es un concepto financiero que podría sonar contradictorio, ya que cuando pensamos en dividendos, usualmente nos viene a la mente un ingreso, un retorno de la inversión. Sin embargo, en este caso, el término 'pasivo' indica que se trata de una cantidad pendiente de pago por parte del inversor a la empresa emisora de la acción.

En otras palabras, es una especie de deuda que el accionista tiene con la empresa de la que posee acciones. Esta situación se da cuando la empresa emite lo que se conocen como "acciones parcialmente pagadas". Esto significa que el inversor ha comprado una acción, pero no ha pagado la totalidad del valor nominal de la misma, quedando una cantidad pendiente que es lo que se conoce como dividendo pasivo.

Es interesante destacar que las acciones con dividendo pasivo no son muy comunes, y su emisión y manejo pueden variar dependiendo de la legislación de cada país. Por ejemplo, en algunos lugares no está permitido emitir acciones parcialmente pagadas, mientras que en otros se permite, pero se regula de manera específica.

Una de las curiosidades del dividendo pasivo es que, en caso de que la empresa entre en proceso de liquidación, los accionistas están obligados a pagar la totalidad del valor nominal de las acciones, incluyendo ese dividendo pasivo pendiente. Esto puede llevar a una situación de riesgo para el inversor que, en un principio, podría no haber previsto tener que afrontar este desembolso.

Características del dividendo pasivo

El dividendo pasivo tiene una serie de características que lo hacen único y algo diferente al concepto más común de dividendo que solemos manejar.

Aquí se detallan algunos aspectos a tener en cuenta sobre este particular tipo de dividendo:

Deuda del inversor: El dividendo pasivo representa una deuda del accionista hacia la empresa en la que ha invertido. En lugar de ser una ganancia o recompensa que el inversor recibe de la empresa (como en el caso del dividendo activo), aquí estamos hablando de un dinero que el accionista todavía debe a la empresa.
Acciones parcialmente pagadas: Esta deuda se origina en la compra de acciones que se han pagado solo en parte. En otras palabras, cuando un inversor adquiere acciones parcialmente pagadas, paga una parte del valor nominal de las acciones, quedando una cantidad pendiente de pago, que es lo que se denomina dividendo pasivo.
Pago en caso de liquidación: Si la empresa entra en un proceso de liquidación, los accionistas están obligados a pagar la totalidad del valor nominal de las acciones. Esto incluye la cantidad que corresponde al dividendo pasivo. Es una situación que puede suponer un riesgo financiero adicional para el inversor.
Variación por legislación: Las normas que regulan las acciones parcialmente pagadas y el dividendo pasivo pueden variar de un país a otro. En algunos lugares, la emisión de este tipo de acciones está permitida, pero con ciertas restricciones.
No es una práctica habitual: Las acciones con dividendo pasivo no son una práctica común en la bolsa. Sin embargo, cuando se emiten, los inversores deben ser conscientes de lo que implica adquirirlas.

El dividendo pasivo, en definitiva, añade una dimensión adicional al acto de invertir en acciones. Se debe tener en cuenta que, aunque pueda parecer atractivo pagar menos al principio, existe la obligación de abonar el resto en el futuro.

¿Quiénes pueden utilizar el dividendo pasivo?

El dividendo pasivo, al ser una parte del valor nominal de una acción que no se ha desembolsado completamente, tiene usos específicos tanto para la empresa emisora de las acciones como para los inversores.

En primer lugar, tenemos a la empresa emisora. En ciertas situaciones, puede que una empresa quiera emitir acciones pero no requiera todo el capital de inmediato. En este caso, puede optar por emitir acciones parcialmente pagadas, donde los inversores pagan una parte del valor nominal al principio, y el resto, el dividendo pasivo, se paga más adelante según lo decida la empresa. Esto permite a la empresa obtener financiamiento sin tener que pedir todo el dinero de una vez.

Por otro lado, los inversores son quienes compran estas acciones parcialmente pagadas. Al hacerlo, aceptan la responsabilidad de pagar el dividendo pasivo en el futuro cuando la empresa lo solicite. Este tipo de acción puede ser atractivo para inversores que buscan flexibilidad en su desembolso de capital, o que están dispuestos a asumir un riesgo mayor a cambio de potencialmente mayores rendimientos.

Además, en situaciones de liquidación de una empresa, los inversores están obligados a pagar el dividendo pasivo para cubrir los pasivos de la empresa. Esto significa que si la empresa se encuentra en apuros financieros, el dividendo pasivo puede ser exigido para cubrir los costos de la liquidación.

Consecuencias de no pagar el dividendo pasivo

El dividendo pasivo es una responsabilidad financiera que los accionistas asumen al comprar acciones parcialmente desembolsadas. Esta obligación no se debe tomar a la ligera, ya que no pagar el dividendo pasivo cuando la empresa lo exige puede tener varias consecuencias significativas para los inversores.

Primero, el accionista puede enfrentar una pérdida de sus derechos sobre la acción. Esto puede incluir la pérdida del derecho a recibir dividendos, el derecho a voto en las reuniones de accionistas y posiblemente incluso la propiedad de la acción en sí misma. Dependiendo de las regulaciones y estatutos específicos de la empresa, un incumplimiento en el pago puede dar lugar a que las acciones sean revendidas o canceladas por la empresa.

Segundo, el accionista puede enfrentar acciones legales de la empresa. Si una empresa decide exigir el pago del dividendo pasivo y un accionista se niega o no puede pagar, la empresa tiene el derecho de tomar medidas legales para recuperar el dinero adeudado.

Además, no pagar un dividendo pasivo cuando se exige puede afectar la reputación del inversor. Esto puede ser perjudicial, especialmente para inversores institucionales como fondos de inversión o empresas de capital de riesgo, que dependen de su reputación para hacer negocios.

En último lugar, pero no menos importante, en situaciones de quiebra o liquidación, si un accionista no paga su dividendo pasivo, puede enfrentarse a una responsabilidad aún mayor para cubrir las deudas de la empresa.

Ejemplo de dividendo pasivo

Después de todo lo discutido, es posible que aún tengas dudas sobre cómo funciona exactamente un dividendo pasivo. Así que permíteme aclarar el concepto con un ejemplo sencillo.

Imagina que decides invertir en una empresa emergente que vende acciones parcialmente desembolsadas. Compras 100 acciones a un precio de 10 euros cada una, pero solo pagas 5 euros por acción en el momento de la compra. Los 5 euros restantes por acción son tu dividendo pasivo, lo que significa que aún le debes a la empresa 500 euros.

Todo va bien durante un par de años, y la empresa no te pide que pagues el dividendo pasivo. Incluso empiezas a recibir dividendos activos porque la empresa ha empezado a tener beneficios.

Sin embargo, después de un tiempo, la empresa decide que necesita más capital para expandirse y, por lo tanto, pide a sus accionistas que paguen sus dividendos pasivos. Ahora estás obligado a pagar los 500 euros que debes, independientemente de si quieres o no, y de si puedes permitírtelo o no.

Si decides no pagar o si no puedes hacerlo, podrías enfrentarte a las consecuencias que mencioné antes, como la pérdida de tus derechos sobre las acciones, posibles acciones legales de la empresa y una mancha en tu reputación como inversor.

Por lo tanto, al comprar acciones parcialmente desembolsadas, siempre es importante tener en cuenta este riesgo potencial y asegurarte de que podrás cumplir con tus obligaciones financieras en caso de que la empresa exija el pago del dividendo pasivo.