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Descalabrando la “amada” Teoría de ondas de Elliott

Elliott (Ralph Nelson Elliott) imaginó su teoría desde la enfermedad. Tras su paso por Nicaragua y Guatemala regresa a los Estados Unidos y cae gravemente enfermo por 5 años. Estudió en ese tiempo los índices del mercado de Nueva York en todo tipo de escalado (temporalidad de los gráficos). El 13 de marzo de 1935 manda un telegrama a Charles J. Collins anunciándole que se estaba en el fondo de mercado y que se iniciaba una tendencia alcista. Collins lee el telegrama el 14 de marzo que es cuando el mercado marcó sus mínimos y después comenzó a subir. Collins patrocinó a Elliott para que editara su libro “El principio de la onda”, publicado en 1938. Después vinieron 12 artículos en la revista “Financial Word” exponiendo su teoría.

No voy a explicar aquí su teoría ni las modificaciones y ramificaciones que han ido surgiendo, pero expondré pinceladas de ella. Esta teoría pasó sin pena ni gloria tras la muerte de Elliott en 1948, pero comenzó a resurgir de sus cenizas en la década de los 70 del siglo XX. Aquí en España comienza a conocerse tímidamente en la década de los 80, pero no es hasta que las cotizaciones se pueden graficar en ordenadores cuando de verdad aparece interés por ella.

¿Qué tiene de bueno la teoría de ondas de Elliott? Pues una visión repetitiva y cíclica de y en los mercados. Diversos economistas han propuesto ciclos como los de Kondratieff (de 50 a 60 años), los de Juglar (de 8 años) o los de Kitchin (de 40 meses), pero los más modernos y eficientes, por el momento, son los propuestos por Armstrong Martín tanto sectorialmente, geopolíticamente y económicamente basados en el número π (3,14159).

Elliott, en cuanto a las repeticiones, fue mucho más allá que la Teoría de Dow y cualquier otra hasta el momento de inventarla. Mandelbrot fue cuajando poco a poco lo que eran los fractales y en 1975 les puso tal nombre, 27 años después de la muerte de Elliott. Los fractales comienzan a ir dándose a conocer en la década de los 80 del siglo XX, así y todo, hoy en día se reportan en muchos lugares como curiosidades. Elliott no conoció los fractales, pero tuvo una visión cuasi fractal de las cotizaciones. Encontró repeticiones de estructuras en diversos escalamientos. De haberse conocido los fractales en la época de Elliott su teoría no tendría normas o reglas, tan solo un catálogo de lo que suele ocurrir en las cotizaciones.

Hoy la teoría de ondas de Elliott es para muchos de sus seguidores una religión, y como religión tiene sus diversas escisiones y sectas, así como sus agnósticos y sus ateos.

Voy a ir destruyendo esta teoría en cuanto a sus dogma se refiere:

El desplazamiento del precio nunca es en línea recta, sino que lo es con líneas quebradas, por tanto avanza en monoondas (como ya definiera Neely en su Neowave), o en grupos de 3, 5, 7, 9… ondas, o sea con un número impar. Eso es así porque si una onda va en un sentido y la siguiente va en contra sin retrocederla del todo, se necesita una tercera en el sentido de la primera para que se avance más y así sucesivamente. Eso ocurre tanto para subidas como para caídas. Así que combinando monoondas con grupos de 3 ondas o 5, 7, 9 u otro impar se consigue avanzar. Hablar de pautas impulsivas intentando buscar que solo tengan 5 ondas es arbitrario. No obstante, para subsanarlo se recurre a que existan grados de ondas sin que en muchas ocasiones esos grados se puedan reconocer o determinar. También es arbitrario considerar las correcciones principalmente hechas con 3 ondas, o que sean un triángulo, una diamétrica, una simétrica o dobles o triples combinaciones, y si de ninguna manera se pueden explicar, entonces se inventan las ondas X y las correcciones complejas, por no hablar de las correcciones continuas y demás inventos. Una corrección tiene que tener también un número impar de ondas, cosa necesaria para después ir en sentido contrario cuando termina.

La norma de las pautas impulsivas que rezan que la onda 1 o la 3 o la 5 es la más larga es una obviedad. Es tremendamente difícil que tres ondas sean exactamente iguales, siempre habrá una más larga en precio. Por otra parte, que las otras dos son semejantes o están relacionadas en proporciones de Fibonacci ocurre cuando ocurre. Incluso se inventan los fallos de quinta onda.

La norma de las pautas impulsivas que reza que la onda 4 no invade la onda 1 para algunos y para otros que no invade la onda 2, no es ni siquiera norma, porque no se cumple (de cumplirse sí sería norma) y por ello se inventan pautas terminales, pautas de inicio, también llamadas triángulos de inicio.

En las pautas impulsivas se tiene la regla de alternancia entre las ondas 2 y 4. Quizá fuese así en la época de Elliott, pero ya hace tiempo que las cosas han cambiado mucho y la alternancia en ocasiones pasa a ser similitud.

La complejidad de la teoría está en las correcciones. Hay pautas correctivas de 3 ondas, triángulos y otras de número impar, así como uniones de ellas:

  • Cuando hay 3 ondas y estas son más o menos del mismo tamaño se les llama “planas” y tiene la onda A y subdividida en 3 ondas de un grado menor, la B puede ser de 3, 5, 7, 9 o una combinación de correcciones y la onda C siempre ha de ser impulsiva, o sea de 5 ondas.

  • Pero cuando la onda A es impulsiva (de cinco ondas), y la B y la C como en las “planas”, entonces estamos ante un “zigzag”.

  • Quizá eso era así, porque hay planas en las que la onda A es pequeña y la C inmensa, o bien que la A y la C son inmensas y la B pequeña. Y también con los zigzag hay muchos desadaptaciones de lo que postulan los teóricos de la religión elliottista.

  • También tenemos las correcciones en triángulo, en diamétricas y en simétricas. O sea, correcciones en otro número impar de ondas que no sea 3. Impone la teoría evolucionada que cada onda sea también un grupo de 3 ondas (plana o zigzag). 

  • Por desgracia, en toda corrección hay ondas B y muchas en diversos grados de onda. La onda B y las subondas b, como correcciones ya he comentado que pueden ser planas, zigzag, triángulos, diamétricas, simétricas y supongo que muchas más cosas. Así que el lío en ellas es monumental.

¿Y qué tiene que ver destrozar la teoría de ondas de Elliott con el trading fractal? Pues porque tenemos las subondas llamadas b en las correcciones, que forman parte de las ondas B y esas b tienen su importancia. Pero los puritanos y beatos de las ondas de Elliott me defenestrarían de inmediato diciendo que lo que yo pueda apuntar como onda b dentro de la onda B es sacrílego. Por eso es necesario destrozar la teoría tan mitificada y dejarla como sugerencias de posibles estructuras que se dan y se han dado frecuentemente en las cotizaciones, pero llenas de incertidumbre y desadaptaciones.

Trataré en su momento lo que son las bB, e incluso en ocasiones las bbB de las correcciones y su importancia fractal para determinar los lugares en los que una corrección puede terminar o ya haber terminado (cuando la onda A es la que más profundiza).

Una cotización es un multifractal y en ella hay destinos probables a los que irá a marcar un máximo o un mínimo. Esos destinos, además, son borrosos. Así que pueden, primero, darse o no darse, y segundo, si se dan, se darán en una zona y no en un lugar exacto. ¿Cómo la teoría de ondas de Elliott va a ser rígida tratando de las mismas cotizaciones multifractales?

Voy a hacer un símil para explicar la multifractalidad de las cotizaciones y por qué hay que “tirar a la basura la teoría de ondas de Elliott” (obsérvese el entrecomillado que he puesto, hablo irónicamente). Siempre se ha dicho que la Historia se repite y quien la ignora está condenado a repetirla. Lo cierto es que siempre la Historia es ignorada y siempre se repite. Pero la Historia misma es multifractal ya que repite y repite lo mismo. Bueno, más que lo mismo, repite los mismos, porque hay muchos mismos. O sea, que no es una repetición de una sola cosa a diversos tamaños (escalados), sino que son muchos procesos sociales distintos los que se repiten. Nunca una repetición es igual que lo mismo ocurrido anteriormente, pero es una repetición. Las repeticiones se producen por doquier, por cualquier estado, región, provincia, gobierno, pueblo, colectivo, individuos, etc. Los conflictos siempre son semejantes y las guerras también. Hay sucesos grandes, pequeños minúsculos o generales y siempre todo es repetición de los mismos procesos. En las cotizaciones ocurre lo mismo, que lo que se repite no es exactamente igual que lo que ya sucedió o sucederá, que hay muchas cosas distintas que se repiten. La teoría de ondas de Elliott le puso puertas al campo desvirtuándose ella misma por imponer rigideces (¿Por qué en una pauta impulsiva no puede ser la onda 3 la más corta entre la 1, ella misma y la 5? ¿Por qué distinguir pautas de impulso y correctivas si todas ellas han de tener un número impar de ondas? Y así muchas cosas más son cuestionables). Esta teoría es válida para explicar que existen ciertas estructuras base que se dan muy frecuentemente y repetidamente, pero al inyectarle normas y reglas se descalabró ella sola. Ahora solo quedan adeptos religionarios divididos por diversas vertientes, que hacen recuentos de ondas muy bonitos de lo que ya ha sucedido sin saber si lo ya sucedido es correcto o no para proseguir un futuro.

Nunca entendí por qué no puede una corrección ser una única pauta impulsiva, o por qué una onda A no puede ser un triángulo y así muchas cosas más. La teoría tiene o ha tenido sus propios papas y obispos, estando tan dividida que nunca podrán hacer un concilio unificador, porque entonces tendrían que desnaturalizar y quitar todas las normas que han impuesto. Yo soy elliottista no practicante, igual a como les ocurre a muchos católicos no practicantes respecto del catolicismo, pero cada día soy más ateo respecto de la religión Ondas de Elliott.

Como he hablado de las bB, os pongo dos gráficos que contienen esta poderosa consecuencia de la multifractalidad en las cotizaciones.

El primero es de la alemana BASF. Lo más profundo de la corrección se produjo en la onda A y la C no llegó a profundizar esos mínimos. La zona marcada es la b de la B, o sea la bB y el mínimo de la onda A parece haber sido el fondo de la corrección.

(Los gráficos puestos aquí tienen mucha más resolución que la observable. Pinche en un gráfico y se ampliará. Después haga clic con el botón derecho en la ampliación y pida abrir en pestaña nueva. En la nueva pestaña que se abra tendrá el gráfico con mucha más resolución y la posibilidad de aumentarlo con la herramienta lupa que le aparecerá).

 


El segundo gráfico es de Rovi. La corrección está todavía en curso y dos zonas combinando el método de las directrices y la bB podrían ser el final de la caída en el futuro.

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