En este post explico diversos objetivos de precio que no nacen de homotecias de distancias, sino de otro tipo de afinidad: de reflexiones a una línea (que son un tipo de transformación lineal). Son objetivos que, en la propia construcción multifractal de las cotizaciones, nacen de la reflexión de un número borroso que siempre es un mínimo o un máximo (según proceda) conforme explico.
Los números borrosos reflejados tienen una función de pertenencia a la recta real con forma de trapecio isósceles, siendo su meseta (los números cuya función de pertenencia al conjunto del número que da nombre al conjunto borroso en la recta real tiene valor 1) lo que dibujaré como objetivo de precio en los gráficos de cotizaciones. La función de pertenencia es más extensa que tan solo la meseta (donde toma el valor 1).
Un conjunto de mínimos (máximos) posteriores o anteriores (según casos) junto con un máximo (mínimo), como explico, forman un conjunto borroso y por ello, la cotización puede en una reflexión marcar un máximo (mínimo) relevante o no. Este conjunto borroso formado por máximos (o mínimos) junto con un mínimo (máximo) no está prefijado como ocurre en muchos otros modos de encontrar objetivos multifractales de precio o de tiempo, sino que es un conjunto propio de cada cotización, incluso, mejor dicho, de un entorno anterior o posterior a un determinado máximo o un determinado mínimo en cada final o inicio de una tendencia en una cotización.
Este tipo de número borroso aparece tanto en este tipo de objetivos de precio que explico y en ciertos cálculos con el tiempo para timing.
Las líneas que se pueden trazar entre máximos o entre mínimos son líneas de tendencia y muchas veces las llamamos genéricamente directrices. Yo quiero distinguir entre la que tradicionalmente son llamadas directrices y otras líneas de tendencia que llamo contradirectrices. A los solos efectos de poder encontrar objetivos futuros de precio, llamo:
Las líneas que se pueden trazar entre máximos o entre mínimos son líneas de tendencia y muchas veces las llamamos genéricamente directrices. Yo quiero distinguir entre la que tradicionalmente son llamadas directrices y otras líneas de tendencia que llamo contradirectrices. A los solos efectos de poder encontrar objetivos futuros de precio, llamo:
- Directriz a una línea entre dos máximos relativos descendentes en procesos bajistas (en tendencias bajistas) o entre dos mínimos relativos ascendentes en procesos alcistas (en tendencias alcistas).
- Contradirectriz a una línea entre dos mínimos descendentes en procesos bajistas (en tendencias bajistas) o entre dos máximos relativos ascendentes en procesos alcistas (en tendencias alcistas).
Segunda paralela a una directriz
Cuando se inicia una tendencia bajista o una tendencia alcista, las directrices más próximas al inicio de esas nuevas tendencia que tienen cierta pendiente (que huyen de la horizontalidad), tienen una primera paralela conforme se ve en los gráficos (como se trazaría en para un canal) y a la misma distancia tenemos una segunda paralela que prolongamos a futuro. Los mínimos (máximos) q ue definen la directriz y el máximo (mínimo) por el que se traza la primera paralela u otro si es más destacado, así como los siguientes mínimos (máximos) tienen reflexiones con la segunda paralela en el futuro de la cotización.
Adicionalmente, existe la posibilidad de un objetivo por homotecia de la distancia entre el primer mínimo o máximo que define la directriz y su primera paralela. Tal homotecia nace de un único elemento de un conjunto borroso: 3,61803… = φ + 2 = φ2 + 2.
Segunda paralela a una contradirectriz
Antes de un mínimo o de un máximo es donde tomamos una contradirectriz y procedemos de modo semejante a como he descrito con las directrices, pero siempre mirando a pasado. La prolongación de la segunda paralela es a pasado y los máximos o mínimos también se toma a pasado. En cambio, las reflexiones proporcionan posibles objetivos de precio futuros.