Cuando hablamos de la estacionalidad del IBEX 35 en este artículo, vimos que históricamente enero suele ser un mes tradicionalmente alcista.
Lo anterior estaría poniendo en juego una anomalía del mercado, muy estudiada, poco explicada y raras veces entendida.
Una explicación a lo anterior podría ser que los gestores preparan sus carteras en base a sus expectativas sobre el año. Pero el hecho es que los gestores hacen eso todo el año. Negar lo anterior significaría negar el movimiento de los mercados y su validez como indicador adelantado de la economía, ampliamente demostrada.
Si la mayoría de eneros son alcistas y la mayoría de años en bolsa también son alcistas lo lógico es que la probabilidad de que año alcista y enero alcista sea alta.
Pero en fin, sea como sea, ésto no es lo que hoy nos ocupa (y que además ya resolvimos aquí).
Lo que sí nos ocupa tal y como señala el título del post es ¿Qué es el efecto enero?
El efecto enero consiste en una anomalía tremendamente documentada que muestra como, en media, las bolsas suelen registrar una mayor rentabilidad en el mes de enero que la media del resto del año.
Hay muchas explicaciones posibles de lo anterior:
La explicación más conocida es fiscal: a final de año muchos inversores venden valores para realizar pérdidas y recompran los títulos en el mes de enero. Sin embargo, lo anterior también ocurre en países con temporadas fiscales diferentes a la de Estados Unidos (como por ejemplo, Australia). Por otro lado, también ocurría en países sin imposición a las ganancias patrimoniales (como en Canadá hasta 1972, donde sí se produce efecto enero).
Psicológicamente, el efecto enero podría explicarse por una mayor disposición de gestores y operadores al gasto, tras una época de celebración y de nuevas intenciones. Evidentemente, demostrar lo anterior es extremadamente complicado, aunque haya cierta evidencia.
Una explicación más podría ser el reajuste de carteras: puesto que todos los gestores se baten año frente a año, aprovecharían enero para reajustar las carteras y por lo tanto este sería un mes de compras. En cualquier caso esta explicación podría englobarse en la anterior: aprovechar el nuevo año para las nuevas intenciones.
Ninguna de las explicaciones es plenamente satisfactoria y probablemente tenga un poco que ver todo y otras explicaciones aún no encontradas.
El hecho es que el efecto enero se produce año tras año incluso en años bajistas, aunque cada vez con menor consistencia. Este efecto es mucho más apreciable en valores pequeños (small y mid caps).
Los primeros documentos del mismo aparecen con el estudio de Rozeff y Kinney en 1976. Estos autores encuentran que para una cartera no ponderada por capitalización, el mes de enero suele dar retornos más positivos que la media del resto de meses. Al ser una cartera no ponderada por capitalización y al no encontrar la misma evidencia en una cartera ponderada, se demuestra que el efecto es superior en small caps.
Keim, en un estudio de 1983 muestra como este efecto se concentra principalmente en los 5 primeros días del mes de enero (quizá es la mala lectura de este estudio lo que induce al mito de la primera semana de enero). El mismo año, un estudio Reinganum cierra el inicio del estudio de este efecto mostrando que no se produce en los valores que más han subido el año anterior y sí en los que han caído el año anterior. Esto sería un punto a favor de la explicación debido a efectos fiscales.
Otro hecho importante, mostrado por Gultekin y Gultekin en un estudio de 1983 es que el efecto enero se produce con más intensidad en países diferentes a Estados Unidos. En particular, países como Italia, Bélgica u Holanda mostraban una tendencia muy alta a este efecto, hasta el punto de que la rentabilidad en enero en enero, en media, podría significar más que la del todo el año.
Una conclusión que podríamos sacar de todo esto es ¿cabe aprovechar este efecto desde el punto de vista del trading?
El hecho es que es muy complicado. Así, las amplias horquillas y la baja liquidez de las small caps impiden aprovechar este efecto a gran escala. En cualquier caso además, las oportunidades de beneficio no son extremadamente altas, una vez se incluyen los costes.
Es probablemente debido a lo anterior que este efecto persista año tras año. Aunque sea más una curiosidad que algo que podamos aprovechar realmente.