En un pequeño pueblo, donde todos parecían haberse convertido de la noche a la mañana en expertos en inversiones inmobiliarias, mi amigo Alberto tuvo una idea genial: vender su casa para tener un montón de pasta lista para cuando pinchase la burbuja que estaba a punto de estallar.
Su estrategia pasaba por esperar un par de años desde que estallase esa burbuja (que solo estaba en su cabeza y en la de supuestos “expertos inmobiliarios”) y luego comprar una casa más bonita y más grande que la anterior.
Esto fue a principios de 2021, aunque yo me enteré hace unas semanas.
Cuando me lo contó, un frío me recorrió la espalda. ¡Maldita sea! ¿Por qué no me lo consultaste antes de hacer nada? Jolín, por qué le haces caso a esos supuestos expertos inmobiliarios que no son otra cosa que voces agoreras “siempre-bajistas” que llevan tres años dando la turra en Twitter y Facebook. Va a ocurrir exactamente lo contrario.
Otra vez esos profetas del apocalipsis se van a perder el verdadero espectáculo: un rally inmobiliario acojonante en el mercado español.
Mi intuición, probada en mil batallas y que siempre ha sido una bola de cristal infalible, me dice que los precios de la vivienda están a punto de subir, y mucho.
Aunque quizás no sea tan grande como el boom que vivimos de 1996 a 2006, estoy convencido de que los vientos ya están soplando con fuerza a favor del sector inmobiliario. ¿Por qué? Pues porque hay señales que no se pueden ignorar:
Primero, desde 2008 hasta hoy se ha acumulado una demanda embalsada masiva de personas que llevan más de 15 años sin poder comprar una casa. Ahí les tienes, obligados a vivir de alquiler, pensando que están tirando dinero todos los meses, esperando su momento para lanzarse a comprar una casa. Cuando esa marea se desate, será una locura. Los últimos serán los perdedores.
Segundo, en muchos barrios de España, especialmente en los más populares de Madrid y su área metropolitana, y otras muchas grandes ciudades, actualmente ya es mucho más rentable comprar que alquilar. ¡La diferencia es tan grande que el alquiler puede llegar a duplicar la cuota de una hipoteca a 30 años! Si eso no es una señal clara de compra, no sé qué lo sería.
Tercero, a pesar de unos años difíciles con tipos de interés más altos y una caída en las compraventas, los precios se han mantenido firmes. Esto es una prueba indiscutible de la fortaleza del mercado.
Y, ojo, que cuando los tipos de interés empiecen a bajar, el ciclo expansivo será imparable. Será una ola que durará varios años y que, cuando haya pasado, dejará un panorama con los precios un 40% más altos que los actuales.
Cuarto, sigue el dinero y acertarás. ¿Qué están haciendo las grandes empresas constructoras del país? Un pajarito me ha dicho que las grandes constructoras ya están moviendo sus fichas: comprando terrenos finalistas y contratando personal.
La que se avecina es monumental.
Ahora, a mediados de 2024, el mercado muestra signos claros de un crecimiento sostenido, impulsado por la esperada reducción de los tipos de interés. Mientras la bolsa se tambalea con una pequeña corrección veraniega, el precio de los pisos ha subido un 11% en el último año. Por eso, si alguna vez hubo un buen momento para invertir en inmuebles, es ahora. No es momento de vender, sino de prepararse y de comprar todo lo que se pueda. Es momento de aprender a hacer inversiones inmobiliarias. La historia está a punto de repetirse, y esta vez, no querrás estar del lado equivocado de la historia.
¿Y tú qué opinas, querido lector que me aguantas con paciencia?
¿Tengo razón o me estoy columpiando?