Hace unas semanas nos desayunábamos con el resultado del último asalto contra la autonomía contractual: El IRPH o Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios, es un indicador que se utilizó en las hipotecas a tipo variable que se popularizó en torno a 2008. Del mismo modo que algunos préstamos usan el Euribor, otros apostaron por usar el IRPH. Sirve de referencia para calcular el interés de 1,3 millones de hipotecas.
El caso es que se comenzó a utilizar porque se pensó que sería menos volátil que el Euribor, aunque la experiencia ha demostrado que al final ha salido más caro. El caso es que, como todos los experimentos cuyos resultados no han sido beneficiosos para el cliente del banco, ahora está en entredicho y pronto habrá una sentencia el Tribunal de Justicia de la Unión Europea que seguramente lo tumbe y los bancos se vean obligados a devolver a sus clientes la diferencia.
Durante años nadie protestó porque la diferencia entre ambos índices no era muy grande, pero cuando el Euribor colapsó y se metió en terreno negativo, distanciándose del IRPH, los deudores con hipotecas vinculadas a este índice de referencia se lanzaron en tromba a los tribunales para enmendar retrospectivamente el contrato que firmaron de manera voluntaria.
¿Habrían hecho lo mismo de haberse visto beneficiados por la evolución del IRPH? Obviamente no.
En cualquier caso no es nada nuevo que el cliente de banca recurra a los tribunales buscando la protección del populismo judicial imperante hoy en España. Especialmente populistas son ese grupito de "jueces para la mierdocracia" que son firmes partidarios de la aplicación "creativa" del Derecho, un subterfugio para no aplicar la Ley.
La demolición del sistema hipotecario comenzó cuando se pusieron en duda las hipotecas en divisa extranjera. Quien más quien menos todos hemos tenido que aguantar al cuñado o amigo listillos que nos explicaban con aires de suficiencia lo listos que eran endeudándose en Yenes o en Francos Suizos.
Hasta que esas divisas dejaron de devaluarse frente al euro y comenzaron la remontada. Entonces "qué malos eran los bancos que les habían engañado".
Luego se atacó a las Cláusulas Suelo, anuladas por el Tribunal Supremo por no ser suficientemente legibles para los ciudadanos. Como si fuéramos gilipollas. Luego se atacó a la Cláusula de Vencimiento Anticipado, cuya existencia ha paralizado la ejecución de docenas de miles de hipotecas.
El argumento aceptado por los jueces, el de siempre, que las cláusulas contractuales de las escrituras de hipoteca no hay Dios que las entienda.
Y yo me pregunto, ¿alguien de los que se quejan por no entender las cláusulas de una hipoteca me puede asegurar que lee y entiende las condiciones contractuales que todos firmamos antes de utilizar los servicios de Facebook, Amazon, Google, Android, y otras apps que nos descargamos en el smartphone?
Aquí las condiciones de servicio de Facebook
Aquí las normas comunitarias que aceptamos al utilizar Facebook
Así que menos demagogia, chavales.
Posteriormente se puso en duda que fuera el cliente del banco quien tuviera que pagar los gastos de constitución de la hipoteca, es decir, el notario y el impuesto de transmisiones. En este caso, como el Tribunal Supremo estuvo titubeante, al final fue el actual gobierno quien publicó un Decreto Ley cambiando de un plumazo la tradición de los últimos 25 años.
En el fondo se trata de cambiar a mitad del partido las reglas del juego libremente pactadas por ambas partes para beneficiar a una de ellas a costa de la otra.
¿Os imagináis que dentro de una o dos décadas, si el Euribor continúa por los suelos, todos aquellos que han suscrito hoy una hipoteca a tipo fijo se cabrearan por los malos resultados de esa elección errónea y exigieran judicialmente la reconversión retrospectiva de su crédito hipotecario en uno a tipo variable?
Cada vez hay más clientes que optan libremente por una hipoteca a tipo fijo para blindarse frente al riesgo de aumentos futuros en los tipos de interés. Pues bien, estoy convencido de que si esa elección les sale rana no tendrán reparos en argumentar que no fueron del todo conocedores de las implicaciones financieras de aquello que suscribieron y que, por lo tanto, el banco ha de resarcirles por los intereses que habrán pagado de más respecto al caso de que hubiesen contratado una hipoteca a tipo variable.
Sería alucinante y difícil de creer, ¿verdad?
Pues lo doy por hecho. Y que los jueces se pondrán de su parte también lo doy por hecho.
Y si de lo que se trata es de odiar a los bancos por tratarse de empresas que supuestamente se forran por algo tan "sencillo" como gestionar el dinero de terceros, ¿cuánto se tendría que odiar a otro tipo de empresas que sí que se están forrando de verdad, vendiendo software o intermediando, sin apenas estructuras y sin apenas crear puestos de trabajo en España, y además, lo peor, sin pagar impuestos?
Pues que yo sepa, mientras que a los bancos -que dan trabajo y pagan impuestos en España- se les odia, a Apple, Amazon, Google o Facebook se les considera súper guays, nadie las odia y todo el mundo babea con sus inmensos beneficios.
Y como resultado de este pim pam pum contra la banca, ahora nos encontramos -¿quién lo iba a decir?- con que las entidades de crédito españolas comercializan sus hipotecas un 43% más caras que las de la zona Euro.
El mercado hipotecario español parece muy regulado y estable, sobre todo ahora que ya hay un nuevo Reglamento Hipotecario que parece que fija unos nuevos criterios con vocación de permanentes. Pero que nadie se engañe, el anterior reglamento duró un montón de años durante los que se firmaron cientos de miles de hipotecas reguladas por él y al final eso no le ha dado ninguna garantía a las entidades de crédito. Cuando ha hecho falta los jueces han fallado que las cláusulas eran abusivas (a pesar de estar amparadas por la Ley vidente en su tiempo) y los bancos han sufrido que les cambiaran las reglas de juego sobre la marcha.
De modo que, en un mercado tan poco confiable, ¿a alguien le extraña que los bancos hayan aumentado el precio de sus productos?
A mi no me extraña nada, ¿y a vosotros?