Cuenta la leyenda que todo comienza con una idea, como si de una semilla implantada en el cerebro germinará, para florecer y expandirse.
Esta idea nación en Jeff Bezos cuando era una adolescente que estudiaba en Florida, donde ya hablaba que la Humanidad tendría que partir de este bello planeta hacia las estrellas.
Pero las ideas y pasiones a veces se olvidan o se detienen hasta que la realidad nos recuerda nuestros sueños de niñez. En este caso, el momento de "epifanía" de Bezos fue viendo "October Sky" en 1999.
Fue en ese momento que Bezos comprendío que quería fundar su compañía espacial, y se puso manos a la obra. No era la primera vez que lo llamaban loco por apostar por una decisión valiente, pues cuando dejó su trabajo en Wall Street para fundar una pequeña compañía de ventas de libros por Internet, muchos pensarón que estaba enterrando su futuro.
Al inicio de Blue Origin, Bezos no paraba de asistir a los debates con los visionarios espaciales, que se rodeó, como el hijo de Freeman Dyson. También estaba el gigante literario del genero Sci-Fi, Neal Stephenson.
Y todo el debate y discución de Bezos, erá para crear algo eficiente, barato y sostenible para el espacio. Y así nace el pograma New Sherpard, pero antes todo comenzo con una pequña nave inspirada en el DC-X. Goddard en honor al pionero de la astronáutica Americana.
No sabíamos practicamente nadie de la existencia de Blue Origin, pues Bezos mantenía el proyecto en secreto, sin embargo el destino quizó que pudiera continuar con el, ya que justo cuando adquiría un enorme terreno en Texas, en Van Horn, donde establecería las bases para sus proyectos de turismo suborbital, su helicóptero sufría un accidente y Bezos estuvo a punto de morir en ese momento. Cual Julio César después de cruzar el Rubicon, Bezos, tomo aquella experiencia como una fuerza explosiva de motivación para continuar con su más querido proyecto.
Y pasarón los años, y seguíamos sin saber nada de Blue Origin, hasta que la NASA presento el Crew Program, para las futuras naves tripuladas para la ISS.
Sin embargo no fue elegida, en detrimento de la Starliner de Boeing y la Crew Dragon de SpaceX.
Blue siguió trabajando en secreto en su proyecto New Shepard, y en algo mucho más grande el OTS, que sería su primer cohete orbital, sin embargo al ver la oportunidad que se habría ante el futuro del Vulcan de ULA que dejaría de utilizar motores rusos, Bezos vió su oportunidad de una alianza muy estrategica y de quitarle ese negocio a Aerojet Rocketdyne. Y lo consiguió, Blue por fin ganaba un gigante contrato futuro.
Sin embargo toda decisión tiene sus contras, las especificaciones de ULA pedían un motor mucho más potente que el que estaba planificando Blue, para su futuro cohete órbital, por lo que tuvo que empezar de cero con su lanzador futuro, e ir a por algo mucho más grande de que lo que habían planificado inicialmente.
Y así nació el New Glenn, presentado públicamente en 2016. Pero hay que recordar que en ese momento Blue Origin solo tenía 500 empleados en su plantilla, era imposible que cumpliera los plazos marcados.
Pero si algo caracteriza a Jeff Bezos en sus proyectos, es mirar a muy largo plazo. Y poco a poco, fue construyendo sus instalaciones en Florida para el New Glenn, en Huntsville para el BE-4 y en Kent para el cerebro de todas los proyectos futuros de Blue.
Y así viajamos hasta el presente 2023, entregados los primeros motores BE-4 a ULA cumpliendo su primer gran contrato.
Mientras esperamos el inminente vuelo del Vulcan, Blue sigue trabajando en multitud de proyectos, aquí una imagen que engloba algunos de sus futuros proyectos.
Proyectos como la tecnología, para la mitigación del regolito Lunar en la futura Base Artemis donde trabaja con la NASA.
Podemos además, nombrar su remolcador espacial, el proyecto DRACO con la Space Force, varios motores en desarrollo, su enorme equipo para el Lander Lunar, National Team, que espera ganar en este mes de Junio, o su gran proyecto futuro la Orbital Reef.
Solo podemos vislumbrar la punta del Iceberg de lo que viene por detrás con Blue Origin, pero lo cierto es que los próximos dos años, serán fundamentales para la consolidar la compañía como un Gigante Espacial en el futuro CisLunar.
Esperemos que la espera y el preciado tiempo de cocción hayan dado menu exquisito espacial.