Para celebrar la buena acogida que está teniendo el blog, hoy he decidido dejar al lado el mundo de las small caps, y traer mi opinión/explicación de las noticas que ocurrieron la semana pasada en el mercado de bonos y renta fija estadounidense.
¿Qué es lo que ha ocurrido estos últimos días en los mercados?
¿Qué es lo que ha ocurrido estos últimos días en los mercados?
Esta semana los mercados abrían con la noticia de que el tipo de interés del bono americano a 10 años ha escalado a su máximo de los últimos 12 meses al tocar el 1.5%, recordemos que tan sólo hace un año mínimos históricos en el 0.5%.
Esta subida de los tipos ha provocado una caída en el precio del bono de casi un 10%. Si partimos como base de la teoría macroeconómica, sabemos que existe una la relación inversa entre el precio de un bono y los tipos de interés de mercado, lo que significa que cuando aumenta el nivel de los tipos de interés, el precio de los bonos disminuye, y viceversa. El precio no es fijo y fluctúa, en función de los tipos de interés como dicta la teoría macroeconómica y hemos visto esta semana.
Imagen 1: Relación inversa entre precio del bono y rendimiento
En la siguiente imagen se observa cómo la relación de ambas macromagnitudes durante los años 2013-2019 es totalmente anticíclica.
Imagen 2: 10 Year US Treasury Yield. Interest rates vs Bond prices
En la siguiente imagen se observa cómo la relación de ambas macromagnitudes durante los años 2013-2019 es totalmente anticíclica.
Mientras que los bonos americanos a cinco años registraron la subida más fuerte de los últimos 19 años, los índices americanos sufrieron una cierta corrección: el Dow Jones descendió más de 500 puntos el jueves (se dejó el 1,75%), el S&P 500 Se dejó el 2,45% (cerca de 100 puntos) y volvió a perder la cota de los 3.900 puntos, un punto psicológico para los operadores; mientras que el Nasdaq 100 fue el selectivo americano más damnificado al dejarse el 3,52% y perder más de 450 puntos ( y ceder un 7% desde el día 12 de febrero).
La “Corrección” de los Mercados Financieros en la última semana:
La subida de la yield de los bonos es algo esperado según las economías se van recuperando, debido a que los bancos centrales optan por implantar medidas monetarias de carácter más restrictivo para la expansión de la producción. Para entender por qué se ha producido una corrección en el mercado de renta variable, vamos a hacer el ejercicio de pensar cómo un inversor en renta fija.
Nosotros como inversores de renta fija, valoramos la situación actual del mercado y nos percatamos de que el PER actual del S&P500 es de 38x veces, es decir, la rentabilidad teórica media de las compañías del mercado es del 2,6%.
Imagen 6: Evolución ratio PER medio de las 500 compañías del SP500
Al mismo tiempo, vemos cómo la yield para los risk free bonds se incrementa hasta el 1,45%. A partir de aquí, la mayoría de nosotros vamos a preferir retornar nuestro capital a su lugar de “origen”, el mercado de renta fija, porque el gap de yields se ha ido reduciendo drásticamente durante los últimos meses por la subida del precio de los activos en el mercado de renta variable (disminución de rentabilidad potencial), y la subida de los tipos de los bonos (aumento de la rentabilidad). En esta imagen lo que se compara es el dividend yield de las compañías del sp500 con respecto al Bono americano a 10 años, y vemos cómo ese gap se ha ido reduciendo hasta incluso desaparecer en la actualidad.
Imagen 7: 10year Treasury yield tops Sp500 dividend yield
Considero que estos meses los mercados de renta variable han subido mucho por 2 cosas:
1. Inyecciones de grandes cantidades monetarias
2. Bajada de los tipos de interés a mínimos históricos, los bancos centrales a aplicar políticas tan acomodaticias, que los tipos de interés han caído a niveles cercanos a cero (o incluso inferiores en algunos casos).
Las big caps y especialmente aquellas que ofrecen regulares y suculentos dividendos, fueron los activos elegidos por la mayoría de los inversores de renta fija que, en la búsqueda del rendimiento, decidieron rotar su capital de activos de renta fija a la variable. Ahora con la subida de las yields, se está produciendo la rotación inversa, es decir, la de inversores de renta fija que vuelven a invertir en bonos sin riesgo. Esto hace que las bolsas corrijan, y especialmente aquellas compañías con una valoración exigente por el motivo que comentaba anteriormente.
Probablemente si las yields de los bonos siguen subiendo, aparecerán interesantes oportunidades en los mercados de renta variable. En realidad, interpreto el funcionamiento de ambos mercados es como un péndulo, cuanto mejor lo haga uno peor lo va a hacer el otro, es cuestión de equilibro, los años con mayores rendimientos de bonos es probable que los índices tengan un comportamiento pobre, y viceversa.
En esta imagen extraída de un estudio realizado por el IESE, podemos observar también cómo la relación entre una evolución de los tipos de interés favorable es completamente contraria al buen comportamiento de los mercados de renta variable. Entre los años 1992 y 1994, los tipos de interés en España descendieron fuertemente de los 14 puntos porcentuales a finales de 1992, hasta los 8 puntos porcentuales a principios de 1994, esto favoreció una subida del Ibex desde 2.000 a 4.000 puntos, en el mismo período de tiempo.
La subida de los tipos de interés de los bonos sin riesgo
Uno de los escenarios que es el planteado por muchos inversores y economistas es el de la inflación, y es por este motivo la principal razón de estas subidas tan repentinas en la rentabilidad de los bonos.
Tal y como comentábamos anteriormente, los bancos centrales han realizado una serie de políticas económicas expansivas mediante la inyección de grandes cantidades de liquidez a los sistemas monetarios y las bajadas de tipos de interés. Si a esto sumamos una pronta recuperación económica derivada de la mejoría en la situación sanitaria mundial, se forma una tormenta perfecta para la aparición de una subida generalizada de precios.
La inflación es una variable que afecta al comportamiento de cualquier tipo de activo como inversión, pero especialmente a la renta fija, ya que influye en la rentabilidad real que el inversor percibe.
Un ejemplo práctico de esto es si tenemos un bono con un cupón nominal del 0,5% si la inflación se sitúa en el 0,2% la rentabilidad real sería del 0,3%, ya que se descuenta el efecto de los precios cuando hablamos de rentabilidad real.
Resumen
En el corto plazo no se pronostican mayores subidas de tipos de interés de los bonos, miembros del organismo han recalcado que la inflación está bajo control y no superará el 3% hasta el 2023, según sus estimaciones. Sin embargo, debido al repunte macroeconómico que se espera para la economía estadounidense en los dos próximos años, seguramente desemboque en unas políticas económicas más restrictivas por parte de la FED. Como comentaba anteriormente, es lógico que una vez se vaya saliendo de una fase recesiva económica, los bancos centrales apliquen políticas económicas restrictivas.
Sin embargo, los expertos creen los tipos no deberían irse mucho más arriba de su nivel actual, y en el caso de que ocurra, los bancos centrales intervendrían para controlar la curva de los tipos de interés, ya que aún no hemos alcanzado una recuperación macroeconómica total y se pueden encrudecer aún la situación financiera.
ü Considero que la mejor opción rentabilidad/riesgo dada la situación actual en los mercados de renta fija y renta variable, siguen siendo las acciones, pero no aquellas con unas valoraciones exigentes, que son precisamente las que más puede sufrir con la subida de tipos, si no aquellas cuyos beneficios estén protegidos, coticen a múltiplos interesantes y tengan un modelo de negocio resiliente.
DISCLAIMER: Este artículo no supone ninguna recomendación sobre inversión, simplemente su carácter es informativo y divulgativo. Tampoco soy ningún experto en mercados financieros aún, cualquiera errata ha sido completamente involuntaria.
P.D.: Ya estoy trabajando en la siguiente idea de inversión, espero tenerla para finales de marzo/ principios de abril. Abrazo a tod@s, y gracias!
Fernando García Reverte.