El mundo ha explotado y seguimos como si nada.
La percepción de la opinión pública es manejada con habilidad desde los más altos estamentos. Han decidido mantener las bolsas en el punto más alto de la historia para demostrar que nada ha cambiado y el coronavirus solo supondrá un revés pasajero. En cuanto una vacuna tenga efectividad (o más bien sea aceptada por la comunidad, aunque no tenga una eficacia del 100%), el mundo recuperará la buena marcha.
Lo cierto es que el mundo se dirigía al desastre mucho antes de la aparición del coronavirus, pero con la epidemia, la aceleración ha sido brutal.
Recordemos brevemente.
1º). El consumo de petróleo sigue anclado en los 90 millones de b/d, con una caída aproximada del 10%, a pesar de la reapertura casi total. En el peor momento de la crisis de 2008, la caída solo fue de 3 millones frente a los 10 millones de hoy.
2º). La deuda mundial se ha multiplicado hasta extremos imposibles. En USA hasta el 421% del PIB.
3º). El paro se ha disparado a registros no vistos en cincuenta años. El habitual subterfugio de los ERTES en España o las pagas de 600$ (ahora 400$) en EE.UU., no enmascara el brutal aumento del paro.
4º). El turismo, generador del 10% del PIB mundial está herido de muerte. La hostelería, el comercio al por menor siguen en cifras ridículas. Los locales comerciales y las oficinas han sido abandonados por falta de clientes.
5º). Los países emergentes que no tienen una moneda fuerte están empezando a sufrir ataques en sus divisas. Ejemplo la lira turca.
6º) Algunos alimentos empiezan a sufrir fuertes aumentos de precios.
7º) No se ha demostrado todavía que las vacunas sean efectivas. Ni siquiera sabemos si los anticuerpos que se generan tras padecer la enfermedad son permanentes o solo duran unos pocos meses. Nadie no puede asegurar que el coronavirus desaparecerá o se controlará en los próximos años.
8º). El balance de los Bancos centrales ha crecido tanto que el crecimiento de la masa monetaria ha pasado de exponencial a asintótico, con lo que ello significa de imposibilidad para mantener ese crecimiento sin efectos colaterales.
9º) El oro y la plata se han disparado, para proteger la posibilidad de una inflación elevada o hiperinflación, si los BC prosiguen con su experimento monetario.
10º). El sector de las aerolíneas ha muerto. Veremos si es capaz de resucitar.
11º). El sistema bancario mundial está en quiebra. Los tipos cero o negativos son incompatibles con el buen funcionamiento de los márgenes bancarios. De momento han implantado ya, fuertes restricciones a la concesión de préstamos, a no ser que te llames Apple y quieras utilizar ese préstamo innecesario para recomprar acciones.
12º). La transición renovable continua su proceso de crecimiento. Al ritmo que va, (después de 20 años supone un 5% de la energía primaria, si contabilizamos solo la parte eólica y solar) en el año 3500 se completará, cuando consigamos extraer elementos de las lunas del sistema solar, después de agotar todos los elementos fundamentales en la Tierra.
Podría seguir, pero basta una pincelada para recordar la absurda situación en la que nos encontramos. Es la primera vez en la historia que convive un crash económico-social con bolsas en máximos. También coincide en el tiempo con la mayor deuda de la historia y los tipos de interés más bajos, en un triple salto mortal imposible de creer.
La multiplicación de los panes y los peces se ha quedado en nada comparado con la actividad de los BC. Son capaces de generar de la nada, riqueza en forma de dinero de papel, para sufragar todos los gastos de los estados, enjugar todas las quiebras empresariales, apoyar a las familias con generosos cheques gratis, financiar todos los préstamos de la banca y en general crear crecimiento a partir de la impresora mágica. Y encima dar confianza a la población de que este sistema no solo es seguro, sino que se puede repetir tantas veces como sea necesario.
Desgraciadamente este comportamiento se ha visto a otra escala, varias veces a lo largo de la historia y siempre acaba igual.
El dinero es un medio de intercambio, no tiene valor intrínseco en si mismo y la emisión continua solo logra devaluar el medio de intercambio, si no hay crecimiento que acompañe. Cuando el proceso se repite hasta elevar la masa monetaria a un nivel crítico, el castillo de naipes se derrumba. Lo saben, lo sabemos y estamos esperando en saltar del barco los primeros, antes de que se hunda.
Antes de terminar el post, quería dejar dos gráficos interesantes.
El primero es la cotización del oro en liras turcas. Para los que dicen que la reliquia bárbara no sirve. El pequeño pico de 2011, corresponde a máximos históricos del oro en 2011. Todas las monedas fiduciarias, presentan un gráfico parecido a este.
El segundo refleja la desviación del oro frente a las materias primas, a partir de 2008, justo donde los BC empezaron el movimiento final de la inyección monetaria. Curioso.
Saludos.