Tengo un poco abandonado el blog. Sigo con los problemas existenciales de siempre; la verdad, es que cada vez "la realidad es más surrealista". Pero el caso es que hoy me he encontrado con una discusión que me ha hecho gracia acerca de la manipulación del PIB; y no me he podido resistirme a entrar.
Juan Carlos Barba, Juan Laborda, Juan Carlos Bermejo y Roberto Centeno han publicado un “detallado” (detallado según ellos y según Juan Ramón Rallo) análisis para concluir que el PIB está inflado. Para tal circunstancia se han fijado en la diferencia entre el PIB y el Índice de Actividad del Sector Servicios y han llegado a la conclusión de que los datos están inflados.
Ante dicho post (o análisis detallado, según se prefiera) han entrado a contestar Daniel Lacalle y Juan Ramón Rallo. El primero defiende el dato del PIB en un post de 2014 que se titula: “razones para creer en el PIB”; mientras que el segundo no defiende el dato del PIB, pero manifiesta que los datos son coherentes y que, por tanto, no se puede afirmar que esté manipulado.
Todos explican perfectamente lo que es el PIB (Consumo, Inversión, Gasto y Saldo exterior) y todos explican en qué consiste el índice en cuestión (hasta aquí, todo muy obvio). La hipótesis inicial de los defensores de la manipulación es simple: si el índice de actividades del sector servicio se desmorona, es normal que el PIB se desmorone, por lo que si no ha ocurrido tal circunstancia, se ha de entender que existe la manipulación.
En las discusiones se han liado un poco con lo de deflactar, no deflactar y con si las ponderaciones de uno u otro índice son parecidas o distintas. Antes de seguir, me gustaría poner unas cuantas pinceladas en esta discusión. Partiendo de la base de que siempre he defendido que el PIB se ha manipulado, creo que debemos establecer primero qué significa manipulación. Yo lo entiendo como la presencia de determinadas acciones que hacen subir artificialmente el dato. Para entendernos mejor: si queremos cambiar o alterar la medida de algo, tan solo tenemos que cambiar la forma de medir.
La primera cuestión que me ha llamado la atención de Rallo es la siguiente: “¿Por qué razón iba el INE a manipular el PIB pero no el IASS cuando el propio INE reconoce que uno de los inputs que utiliza para calcular el PIB es el IASS? En caso de hallarnos ante una mascarada deliberada, ¿no habría sido más lógico manipular ambos?”
Pues es bastante lógico, pero su argumentación se olvida de una cuestión principal: el IASS es uno de los ingredientes que van a la batidora para confeccionar el PIB. Pero, ¿y si hay otros ingredientes más fáciles de “manipular”? La respuesta es muy simple. Todos los días el INE publica alguna estadística, y en todas ellas tenemos ciertas peculiaridades, que además no afectan igual al resultado final. Igual voy a decir una perogrullada pero es perfectamente posible que la pérdida de representatividad (la voy a definir como la aproximación a una realidad que supuestamente se pretende explicar) no se limite a una manipulación en un punto determinado. Es decir, tocamos este índice, tocamos aquel valor, usamos los datos de población que nos interesan…. Con toda una serie de acciones vamos “estirando” los números. Si las partes más sencillas de manipulación están en el PIB, pero no en los datos de ventas de empresas, encontraremos la razón por la que las diferencias en PIB son mayores.
Todo el mundo reconoce que los ingresos del sector servicios se han desplomado mucho más que el PIB. Rallo lo acaba explicando con un fenómeno que se ha producido: se han desplomado las importaciones y se ha incrementado la producción nacional. Lamentablemente dicha explicación parece un poco peregrina; claro que se han desplomado las importaciones, pero la producción, se mire como se mire, se ha desplomado también. De hecho, por esto estamos en crisis: desempleo, factores productivos parados, consumos energéticos en mínimos….Si estuviésemos fabricando todo lo que antes importábamos y además estuviésemos fabricando todo lo que ahora exportamos (y antes no) dudo que nadie hablase de crisis.
Lacalle afirma que no percibe errores y que
La realidad, que reflejan muy bien los críticos del PIB en su análisis , es que hoy tenemos un producto interior bruto con un peso mayor del estado, del gasto público y de las subvenciones y menor del consumo y de la industria. Es decir, la calidad del PIB es mucho peor y por lo tanto, la solvencia es menor.
No es que el PIB sea falso, es que se ha “sostenido” mejor que la industria vía aumento del peso del estado. La conclusión, que es un indicador incompleto para analizar capacidad de gasto y endeudamiento, es la misma.
Lo curioso es que por fin alguien habla de consumo; lo triste es que Lacalle no nos da demasiados datos. Creo que debería hacerlo porque su explicación también tiene alguna que otra lagunilla. ¿Se ha incrementado el peso del Estado?; ¿ha caído el consumo?
De hecho esta es la cuestión principal: ¿Qué ha ocurrido con el consumo? No deja de ser curioso porque se han puesto todos a discutir del sexo de los ángeles y han olvidado lo obvio, lo importante y las claves. Centeno ha publicado un segundo artículo donde explica la metodología y han manifestado que han “corregido” los datos del PIB de la siguiente forma:
En nuestros cálculos, hemos excluido los servicios de no mercado y la sanidad y educación, que básicamente son los no incluidos en el IASS
Y Rallo replica, con razón, que
En mi artículo ya proporcioné un listado exhaustivo de todos los sectores incluidos en el VAB y no en el IASS. Lo repito: “actividades financieras y seguros, actividades inmobiliarias, investigación y desarrollo, actividades de alquiler, administración pública y defensa, seguridad social obligatoria, educación, actividades sanitarias y de servicios sociales, actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, reparación de artículos de uso doméstico y otros servicios
Pues con esta respuesta creo que ya deberían ponerse de acuerdo. Rallo afirma que una parte de lo que ha ocurrido en el PIB se explica perfectamente con el incremento de producción nacional y nos acaba de dar una lista de las actividades “productivas” que no estarán en un índice de ventas del sector servicios. Pues no hace falta más que echar un vistazo y que nos expliquen donde tenemos los incrementos.
¿Cuándo vemos el número de actividades financieras que estamos viendo? ¿Recordamos que el sistema financiero por definición es el sistema que financia la economía? ¿No entendemos que el valor que consta en el PIB para los servicios financieros se obtiene mediante los SIFMI?
Conviene recordar que SIFMI es el acrónimo de Servicios de Intermediación Financiera Medidos Indirectamente; y se trata de una imputación que va a consumo.
Actividades Inmobiliarias es una partida que corresponde a una imputación de rentas (no reales) a cada propietario de vivienda en España; curiosamente es la partida que mayor crece a lo largo de la crisis y funciona de una forma muy gráfica: A cada persona que vive en una vivienda de su propiedad se le imputa una renta (a mayores de los ingresos que tenga) y un gasto equivalente (a mayores de los consumos que tenga) por el importe del alquiler que se supone que tendría que pagar.
Si luego añadimos cierto lío con la cuantificación de la población tenemos el esquema completo. Incrementamos el valor de lo que supuestamente pagaría un propietario por el alquiler de su vivienda, metemos un par de cambios metodológicos (afectaría a Defensa, mediante la Formación Bruta de Capital Fijo), añadimos actividades nuevas (Drogas, Prostitución…) y llamamos SIFMI a los importes que pagan los deudores por encima de un tipo de interés de referencia más lo que cobran los ahorradores por debajo de otro tipo de interés y ya tenemos un PIB muy maqueado. Curiosamente el consumo también crece.
Efectivamente con estas cosillas conseguiríamos que el PIB subiese, que el Consumo subiese, pero que todos los indicadores de ventas se desmoronasen.
De hecho, ¿para qué nos complicamos tanto? Si resulta que la gente compra (consume), pero las empresas no venden, obviamente las cosas chirrían. Si la producción se incrementa sin usar medios de producción todo nos llevaría a que pensar en lo que es imputado.
Voy a colocar estos días algunos post antiguos para entender la construcción de un número que llamaremos PIB y que luego cada cual saque sus conclusiones sobre la evolución de su representatividad.
Hoy me gustaría seguir el argumento de Rallo y manifestar mi “acuerdo” con su argumento: la producción del país se ha incrementado compensando otras caídas en el PIB; de hecho, en 2014 proponía que se adivinase cual era “La ¿sorprendente? mejor rama de actividad del pib”