En noviembre de 2012, nos hemos encontrado de repente en medio de unas noticias de suicidios en España cuando iban a producirse desahucios. En aquellos días, resulta que se olvidó todo lo relacionado al oscurantismo y todo el mundo dio especial cobertura a estas muertes, a pesar de que son más habituales de lo que pensamos. En definitiva, en esas fechas se olvidó el efecto Werther y se dio extrema publicidad.
En su momento, manifesté mi opinión sobre este hecho, encuadrándolo en el informe que la abogacía del tribunal de la UE, en el que dictaminaba la ilegalidad de determinados aspectos en la legislación hipotecaria que vulneraban las normas comunitarias de protección a los consumidores.
En aquellos días, traté de explicar que habría una reforma del procedimiento hipotecario, porque se necesitaba reformar para tratar de eliminar el efecto de la sentencia; y hoy estamos en medio de este procedimiento de reforma, (aprovechando la Iniciativa legislativa popular presentada y la iniciativa que impuso el PP). En esta situación se ha conocido la sentencia que en síntesis viene a confirmar los puntos del dictamen.
Por tanto, desde el gobierno y desde todos los demás sitios, han visto la necesidad ahora de reformar este entorno normativo. Por supuesto, estamos ante una reforma obligada por que la normativa que tenemos ahora mismo es ilegal. Sin embargo, por muy ilegal que sea la normativa, nos vamos a encontrar con declaraciones del estilo: “hacemos la reforma para beneficiar a los ciudadanos”, lo cual no dejará de ser un tremendo vacile, porque de haber un beneficio, este será el de todas aquellas personas o entidades que se han enriquecido gracias, (por lo menos en parte), a un sistema que recordemos es ilegal.
Para que nos entendamos, tendremos que escuchar a un policía que nos dice que está haciendo un gran favor ahora mismo porque después de tantos años va a cambiar la norma para que un ladrón deje de robar.
Pero más allá de esta ironía, lo que temo que va a ocurrir es lo que anticipaba en aquellos días. Es decir; que por supuesto va a haber reforma; por supuesto que tendrá en la exposición de motivos y además “teóricamente” las correcciones de los abusos y por supuesto que todo se hará por los ciudadanos, (como absolutamente todo),
Pero claro, sí ahora mismo tuviese que apostar, estoy seguro que en la reforma de la ley hipotecaria, tendremos, al lado de las recomendaciones, una serie de “meteduras de pata”, que la dejen en agua de borrajas.
El esquema es sencillo; por ejemplo. El tribunal de la UE establece la necesidad de un sistema efectivo para que los consumidores puedan declarar la nulidad de clausulas abusivas, antes de la ejecución de la hipoteca, incluyendo la posibilidad para que los jueces puedan suspender las ejecuciones. Pues lamento apostar que la reforma de la ley hipotecaria incluirá tanto un “instrumento efectivo” para defender los derechos de los consumidores y también la posibilidad de que se suspendan las ejecuciones.
Por ejemplo, puede pasar que los instrumentos efectivos para defender los derechos de los consumidores frente a las entidades financieras sean algo parecido a instalar una oficina en un descampado del planeta marte, que abrirá cuando pase por determinada latitud la sonda que está por allí. O quizás no sea tan exagerado y simplemente se pongan sistemas tan efectivos para evitar abusos como los que se han instaurado para defender a los usuarios de preferentes o a los inversores minoristas, sistemáticamente atrapados en una sucesión de casos absolutamente increíbles en los mercados financieros. Recordemos que todos y cada uno de los inútiles sistemas de protección, se han vendido todos como instrumentos efectivos.
Respecto a lo de la posibilidad de interrupción de la ejecución, no hará falta más que introducir unos requisitos para que esta interrupción proceda. Es decir, se puede añadir, como causa de suspensión de la ejecución, un punto que venga a decir:
“se suspenderá la ejecución, (para dar más garantía se usará el imperativo en lugar de “se podrá suspender”), en el caso de que el cliente disponga de algún documento que permita deducir de forma razonable la existencia de un abuso previo; Se entenderá que procede en el caso de que consten informes del Banco de España o CNMV en tal sentido, siempre y cuando además el apellido del ejecutado comience por W, y conste una confesión firmada por el consejero delegado de la entidad, con autorización de su familia completa”.
Lo curioso es que añadiendo un punto del estilo, (entiéndase que estoy exagerando), resulta que ahora el juez podría suspender la ejecución tan sólo en los casos fijados. De tal forma que el gobierno diría que la legislación hipotecaria tiene todas las garantías para los consumidores, (como se decía hasta ahora), y que se han corregido los fallos detectados.
Por supuesto sería posible que alguien pensase que no se ha corregido la legislación hipotecaria en el sentido que marca la sentencia, pero la realidad es que en esta situación nos encontraríamos otra vez en una situación curiosa. Para suspender la ejecución o incluso sin poderla suspender, nos encontraríamos con la necesidad de acudir al tribunal de la UE, otra vez, que tendría que valorar la nueva normativa, que recordemos ya no es la antigua y juzgada.
Es decir, cuidado porque esta sentencia es importante, pero no cambia absolutamente nada, si no se consigue que el gobierno piense de verdad en los consumidores, lo cual sería, por lo menos para mi, una gran sorpresa.
