El viernes pasado, cuando se esperaban los detalles de la reforma laboral, varios medios colocaron especiales en los que nos contaban las seis reformas laborales de la democracia. En general en todas y cada una de ellas se buscaba oficialmente crear empleo de calidad. Es decir, se buscaba acabar con el paro y con la temporalidad que a partir de la primera se desarrolló de forma imparable.
Claro que es curioso que aunque todas y cada una de ellas buscase incrementar el empleo, la realidad es que en todas y cada una de ellas se facilitó el despido. A pesar de que todas y cada una de ellas buscase mejorar la calidad de los empleos, en todas y cada una de ellas se han ido creando normas que permiten que el empleo temporal y precario sea la norma y jamás la excepción. En estas reformas se crean las empresas de trabajo temporal, se rebaja varias veces el despido, se crean bonificaciones a las empresas de todo tipo y color, e incluso se llega a subvencionar el despido. Después de todas y cada una de las reformas laborales señaladas, nos hemos encontrado con una situación en la que es más sencillo contratar trabajadores precarios y más sencillo despedir trabajadores que tuviesen unas condiciones aceptables.
Y esto es lo que hemos encontrado en esta reforma en la que a pesar de que se busque fomentar el contrato indefinido o lo que sea, en realidad lo que estamos es ante la exageración máxima de todas las burradas que se han cometido a lo largo de estos años e intentos.
Pero lo más curioso del caso es que el diagnóstico que nos exponían en todos y cada uno de los “especiales” publicados el viernes pasado es que ninguna consiguió los efectos esperados. O casi ninguna, porque siendo realistas se hablaba de la de 1997 de Aznar a la que siguió una creación de empleo, (que no de estabilidad, que era lo que supuestamente buscaba), pero que sin embargo resulta que coincidió con una burbuja que estallaría en el 2007 con el resultado de que al final todo era inventado.
Se puede pensar que en todas ha existido mala suerte y que se buscaba crear empleo estable con toda la intención del mundo y que en todas las ocasiones ha salido mal, pero tampoco es tan difícil entender que en todos y cada uno de los casos, lo que hemos tenido es reformas dirigidas a flexibilizar el empleo. Lo de fomento de la estabilldad no es más que un cuento chino cuando lo que se buscaba era exactamente lo contrario. Estabilidad y sueldos bajos.
De esta forma hemos llegado a un modelo basado en empleo precario, sueldos bajos, una productividad nula y burbujas. Un modelo que creaba durante los primeros años del 2000 una gran cantidad de empleo aunque con las características que se bajaban. En estos años, no había nadie que no halagase las reformas del mercado laboral que habían provocado que tuviésemos uno de los sistemas más flexibles del mundo. Y esto lo reconocía todo el mundo que además estaba empeñado en defender el milagro Irlandés y un modelo que se vino abajo estrepitosamente.
Desde luego si en 2002 teníamos el sistema laboral más flexible del mundo, que permitía la mayor creación de empleo, y desde entonces en ningún momento se ha introducido ni una sola rigidez, es materialmente imposible defender que el problema es que tengamos un sistema laboral muy rígido, porque simplemente es mentira, como absolutamente todo el mundo valoraba los avances mucho mayores que en el resto del mundo cuando nos definíamos como “de la champions”.
Desde luego está claro que la legislación laboral es un problema, pero lo que está claro es que tras 6 reformas en un determinado sentido, lo que parece muy absurdo es que el problema sea que nos hemos quedado cortos. Y de hecho todo el mundo lo sabe, porque ¿para que se cambia radicalmente el discurso para justificar otra reforma en el mismo sentido?.
Ahora hemos conocido la 7 reforma, que va directamente a la línea de flotación, cargándose lo poco que quedaba de cordura en el mercado laboral. Y estoy usando la palabra cordura, porque rigideces ya hace tiempo que se han eliminado completamente. Por supuesto en un alarde de cachondeo al respetable, se vuelve a incidir en los sempiternos mensajes con aquello de promocionar el empleo estable, mientras se abarata y subvenciona el despido.
¿Qué argumentos nos dan para justificarla?. Pues que estamos en una situación límite. Claro que cualquier persona medio inteligente ha de entender que si estamos en una situación límite después de 6 cambios en un sentido, puede parecer un poco razonable analizar si hemos de dar marcha atrás. Pues parece que no hay forma, acelerando.
Es completamente absurdo todo lo que está ocurriendo, sobre todo cuando es difícil no ver ya a estas alturas del partido que este camino nos lleva a un desastre. Y esto es lo que no soy capaz de entender. Es cierto que cada vez son más voces las que se suman a decir que esto es un desastre. Pero ¿Cómo demonios queda alguien medio informado que defiende que este es el camino cuando vemos perfectamente lo que está ocurriendo en nuestro país y en otros como Grecia?.
En fin, a estas alturas del partido me gustaría volver a recordar dos post para entender lo que está ocurriendo en realidad: el primero era una recopilación de post en el que trataba de explicar que esto es una crisis derivada de salarios contenidos más especulación salvaje en todos los bienes básicos y una política monetaria de locos. Mal pueden ser las soluciones aquellas medidas que van encaminadas a contener o bajar los sueldos, incrementar la especulación y que los bancos centrales se vuelvan completamente locos. Esta reforma, va claramente y de forma muy agresiva a agravar aún más uno de los problemas.
Y el otro post que me gustaría recordar es aquel en que hablaba de los estabilizadores automáticos que no es otra cosa que lo que se ha destrozado en estas siete reformas laborales, en las reformas del sistema financiero, en las reformas de la justicia, de los derechos de los consumidores y en las reformas fiscales.
Por esto no era muy difícil saber lo que iba a ocurrir. Y tampoco es muy difícil saber que estas medidas que se están aprobando no sirven para otra cosa que para empeorar la situación.
