Recuerdo a los interesados que el lunes día 15 empieza el último curso de análisis técnico de este año. Los que quieran inscribirse tienen hasta el lunes por la mañana de tiempo para hacerlo.
El siguiente vídeo es una entrevista hecha al economista Luis Garicano. Aunque en la presentación se empieza hablando en catalán, la entrevista se desarrolla en castellano.
Empieza diciendo que el diferencial con el bono alemán ha vuelto a los máximos que hizo antes del verano porque el mercado no se cree las promesas hechas por el desgobierno de España.
También habla de la inmoralidad de los rescates y que los delincuentes que han provocado el desastre sigan llevándose mucho dinero calentito en vez de ir a la cárcel, que es donde deberían estar los directivos de CCM, por poner un ejemplo (lo último no lo dice Luis, lo pienso yo).
PENSIONES
Luego, el vídeo habla de la pirámide de la población y las pensiones. Llega a la conclusión de que el sistema es insostenible y que hay que tomar medidas drásticas: computar toda la vida laboral, cobrar menos y que las pensiones se ajusten a la realidad.
Sobre el tema de la pirámide de la población, creo que habría que tener en cuenta algunas cosas que habitualmente nadie contempla:
1 – Los que ahora tienen menos de 30 ó 35 años van a vivir menos años de los que dice la estadística. Ya sé que hasta ahora la esperanza de vida siempre ha ido en ascenso y todo eso, pero hay muchos factores que van a impedir que ese gráfico siga en tendencia alcista. Cuando se hace una proyección a futuro hay que tener en cuenta todos los factores; no se pueden cambiar drásticamente las variables y esperar que todo siga como siempre. La esperanza de vida de los países “civilizados” ya ha entrado en superprimaria bajista. Los nuevos datos lo irán confirmando.
¿Qué cosas han cambiado en la última generación?
- Los niños son amamantados muy poco o nada, y muy pronto se les empieza a dar basura muy variada con envoltorios de colores. La mayor parte de lo que ingieren los niños y jóvenes ni siquiera se aproxima a las necesidades de su organismo.
- Desde la adolescencia se entra de lleno en el consumo de drogas duras y blandas, legales e ilegales, que, acompañadas de una alimentación desastrosa (aunque la recomienden en la tele), impiden un desarrollo físico, mental, emocional y social adecuado para una vida sana y longeva. El mayor aumento de consumo de sustancias tóxicas se ha producido, sobre todo, en las mujeres, con las consiguientes secuelas que traerá a su descendencia.
- El consumo de vacunas, antibióticos y medicamentos surtidos ha aumentado exponencialmente, con el consiguiente peaje de los efectos secundarios y problemas colaterales, que, a su vez, se intentarán resolver con más de lo mismo.
- La ganadería se ha industrializado enormemente con la inclusión de productos químicos, hormonas y antibióticos con los que se atiborra a los animales y que luego pasan al consumidor.
- Los antibióticos del ganado, más los que toma la gente, que en su mayoría practica el deporte de la automedicación, están produciendo unas bacterias resistentes a todos los antibióticos conocidos, que cualquier día se convertirán en una pandemia de verdad, no como la de la gripe A, que era de mentirijillas. El problema cuando esto pase es que la medicina no tiene ni idea de por dónde empezar a buscar nuevos antibióticos. Pueden pasar perfectamente diez años sin que obtengan nada satisfactorio. Por satisfactorio se entiende que no muera el enfermo antes que la bacteria.
- Ya está en vigor el codex alimentarius. Los primeros objetivos para el año entrante es prohibir a nivel europeo la venta de todas las plantas medicinales y vitaminas en dosis terapéuticas. Como el mismo codex tiene previsto, esto provocará más de mil millones de muertes (algunas de ellas antes de la edad para cobrar la jubilación).
- El consumo de potentes tóxicos como el aspartamo y el glutamato se ha disparado, cosa que traerá nefastas consecuencias.
- Y, por último, la sociedad del bienestar está muerta y enterrada. Cuando lleguen los recortes de dinero, también se recortarán algunos años de vida de las personas que hasta ahora recibían cuidados y atenciones que luego no tendrán. Ésa es una de las causas por las que hay países que tienen una esperanza de vida mucho menor.
2 - Cuando ven el desfase de la pirámide de población a todo el mundo se le ocurre lo mismo: aumentar la natalidad o traer inmigrantes. Nadie se para a pensar que dentro de veinte años, cuando la gente haya aprendido a organizarse y usar las nuevas tecnologías, no hará falta ni la mitad de gente que ahora para hacer las mismas cosas.
¿Para qué hay que aumentar la natalidad o reclutar más gente? ¿Para que tengan el placer de estar toda su vida cobrando del paro? No se pueden asegurar las pensiones con un crecimiento exponencial de la población, sencillamente porque no es sostenible. Hay que ser serios con las cosas serias, aunque sea una redundancia. Con los pocos trabajadores que habrá dentro de 20 años, quizá todavía habrá que reducir la jornada para que trabajen todos y la mitad no estén toda la vida haciendo el vago.
De todas formas, si en el futuro hiciera falta gente, no hay ningún problema, siempre habrá gente dispuesta a ir a un país en el que no falta trabajo.
Las proyecciones y simulaciones sobre cosas que pasarán dentro de 20 años, en una época en la que la estructura industrial queda obsoleta en la mitad de tiempo, son muy arriesgadas. Para evitar riesgos respecto a la necesidad de mano de obra, siempre habría que tirar muy por lo bajo. Si hace falta, pagando siempre se conseguirá sin problemas; si no hace falta, haber previsto mal esa necesidad puede hacer quebrar las arcas públicas manteniendo de por vida a la población sobrante.
En este último punto podemos tomar ejemplo de los automatismos de regulación de población de una colmena:
La reina de las abejas pone huevos proporcionalmente a la miel que entra en la colmena. Como las abejas viven siete semanas de promedio, aumenta la población de la colmena cuando hay una floración en el exterior, y, a medida que se van terminando las flores, la reina empieza a poner menos huevos. Cuando ya no hay comida que recoger, la mayoría de las abejas están muriendo de viejas y no son sustituidas por abejas jóvenes que, al no tener trabajo, se dedicarían sólo a consumir las reservas de los panales. Con esta estrategia se consigue tener excedentes de producción que alimentan a la reducida población durante el crudo invierno sin dar golpe.
SANIDAD
Dice que la sanidad es insostenible, cosa que ya hace tiempo está clara. Propone un copago, para que las personas no vayan al médico por capricho o sólo para que alguien les haga caso (hecho más habitual de lo que se piensa).
Pienso que hay maneras menos burocráticas de hacer la sanidad sostenible, aunque menos populares para los que las tienen que imponer y que sólo piensan en su reelección.
Ésta es mi propuesta:
1 – Tanto los medicamentos como el resto de material sanitario lo adjudicará por concurso el gobierno central una vez al año a la empresa que ofrezca mejores condiciones para cada producto.
2 – Las condiciones de las ofertas se presentarán por las propias empresas en el parlamento el día señalado al efecto. Se abrirán en presencia de todos (incluidos periodistas) y se adjudicará cada producto a la empresa que interese (esto es para evitar la menor posibilidad de soborno de algún sinvergüenza).
3 – Los medicamentos irán denominados por su principio activo y no por la marca de fantasía. Se servirán en envases de 100 o de 1.000 unidades, dependiendo de su consumo.
4 – Las unidades exactas de los medicamentos que recete cada médico serán entregadas en una bolsita con las instrucciones, en el mismo ambulatorio u hospital.
5 – Hay que planificar una campaña muy grande de prevención de enfermedades y mantenimiento de la salud de la población. Esta campaña saldrá bastantes veces al día en las cadenas públicas que no insertan publicidad. Como es natural, las recomendaciones de la campaña las tienen que decidir los 100 españoles mayores de 80 años que no tengan ni hayan tenido ninguna enfermedad, ni hayan tomado ningún medicamento en los últimos 30 años (tomar ejemplo de los que no gastan nada en sanidad es la mejor forma de ahorrar).
Todos sabemos que nunca se hará ninguna de estas cosas, porque los que tendrían que cambiar las leyes ponen el cazo o esperan ponerlo. La culpa no es de ellos, sino de los paganos que por pereza o dejadez lo siguen permitiendo.
Tengo que decir que no tengo ninguna preparación sanitaria para proponer estas soluciones, pero como ahora ya no hace falta ninguna preparación para dirigir la Sanidad, me he atrevido a poner por escrito mi opinión.
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