En Finanzas, ¿qué es un Caballero Negro? ¿y un Caballero Blanco?

Las empresas se crean para obtener beneficios y, algunas veces, tienen la necesidad de expandirse para poder mantener el entramado de su estructura de negocio, llegando al límite de que las adquisiciones y las fusiones con otras empresas rozan la agresividad yendo en contra de los intereses de los accionistas de la empresa absorbida. Las compañías atacadas no tienen más remedio que defenderse de las compañías atacantes y para ello existen, financieramente hablando, estrategias de defensa para protegerse de las empresas atacantes. Llegados a este punto, es cuando entran en el campo de batalla las figuras del Caballero Negro y la del Caballero Blanco, ambas enemigas entre sí y relacionadas con una OPA (Oferta Pública de Adquisición) hostil, siendo dos agentes muy importantes en el entorno económico y muy influyentes en todo el amplio contexto de las finanzas, sobre todo cuando se trata de fusiones, adquisiciones y ampliaciones entre empresas.

El Caballero Negro, también conocido como “tiburón”, según la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores), es la “persona física o jurídica que lanza una OPA hostil contra otra empresa”. Este Caballero Negro, que al final no deja de ser un inversor, previamente al lanzamiento de la OPA, ha adquirido un considerable paquete de acciones de la empresa que pretende opar con el fin de lanzar una oferta de adquisición hostil sobre ella. La OPA hostil se presenta sin la aceptación previa de los órganos de gobierno de la sociedad que se pretende adquirir, de ahí viene el calificativo de “hostil”. Algunas veces, también intenta inflar el precio de la cotización de las acciones con el único fin de la especulación. Normalmente, la empresa que se elige para ser opada es aquella que tiene grandes activos, pero con un capital social reducido, lo que beneficia a la empresa opante al no tener que ofrecer ingentes cantidades de dinero por ella.

El Caballero Blanco, según la CNMV, es “una empresa o entidad a la que una compañía recurre si es objeto de una OPA hostil” en calidad de ayuda hacia la sociedad opada, ofreciendo una estrategia opuesta a la de la sociedad opante. Normalmente, este Caballero Blanco, que puede ser accionista o no de la empresa atacada, intenta contrarrestar la oferta hostil presentando una contraoferta de adquisición mejorando las condiciones iniciales de la adquirente, intentando conseguir un precio más elevado de las acciones y que la oferta vaya dirigida a un colectivo de accionistas mayor, de esta forma la empresa opada puede elegir que su fusión o absorción sea por una empresa afín a sus ideales y a los de sus principales accionistas. Esta situación puede provocar un efecto psicológico positivo de contagio sobre la empresa opada elevando el valor del título haciendo que el Caballero Negro tenga que pagar un precio más alto si quiere hacerse con la empresa opada.