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Cómo crear tu propia cartera de inversión pasiva paso a paso

Cómo crear tu propia cartera de inversión pasiva paso a paso

EDITOR's CHOICE

¿Quieres invertir sin grandes quebraderos de cabeza ni dedicar enormes cantidades de tiempo a tu cartera? En ese caso la inversión pasiva a través de fondos indexados y ETFs reúne todas las características que estás buscando.

En este artículo aprenderás a crear tu propia cartera de inversión pasiva paso a paso, desde qué productos elegir hasta los fondos indexados y ETFs que puedes usar y la plataforma con la que hacerlo.

Qué es la inversión pasiva

Antes de entrar de lleno en cómo montar tu cartera indexada vamos a repasar las bases de este modelo de inversión, sus ventajas y desventajas. Si ya tienes claro en qué consiste y que es para ti, puedes saltar directamente al siguiente punto y empezar tu camino.

Si no es tu caso, la inversión pasiva es una estrategia que con consiste en replicar los índices del mercado, de ahí que también se conozca como inversión indexada. En otras palabras, tratar de imitar el comportamiento general del mercado en lugar de intentar superar su rendimiento, que es lo que hacen las estrategias de gestión activa.

La idea que subyace sobre todo esto es que, a largo plazo, los gestores activos no son capaces de batir al mercado en su conjunto y, además, cobran comisiones más altas por intentarlo. Para que te hagas una idea, según el informe SPIVA, que enfrenta los fondos de gestión activa vs pasiva, apenas un 10,62% de los fondos activos lograron superar su índice de referencia, el S&P 500.

En periodos de un año la cosa se iguala más y ahora mismo un 44,57% lo hace mejor que el mercado (cosas del actual desplome bursátil). Estos datos ilustran algo que los fondos activos pueden obtener grandes rendimientos a corto plazo, pero a largo plazo invertir en el mercado es más rentable.

Porcentaje de fondos que no superan su índice de referencia
  1 año 5 años 15 años
Europa 88,84% 87,77% 87,81%
EE.UU 55,43% 84,47% 90,03%

Para poder obtener una buena rentabilidad con fondos activos tendrías que ser capaz de identificar los mejores en cada momento y hacer cambios constantes en la cartera. Es decir, una estrategia de inversión que es del todo menos pasiva.

Con una cartera de inversión pasiva con fondos indexados y ETFs podrás gestionar tus inversiones a largo plazo de forma mucho más sencilla y con unos pocos fondos que normalmente no tendrás que cambiar.

Es más, para una cartera esquemática te bastaría con tener simplemente dos ETFs o fondos globalmente diversificados.

Si te sientes perdido y quieres ampliar conocimientos, en el Curso Gestión Pasiva tienes las claves para entender este mercado y crear tu cartera paso a paso.

Cómo invertir de forma indexada

Básicamente hay dos formas de empezar a invertir de manera indexada, igual que de hacerlo en bolsa: con ayuda o sin ella.

Con ayuda de un asesor roboadvisor

Esta es la fórmula más sencilla de convertirte en inversor pasivo y también la más fácil de gestionar. Consiste en dejar que un asesor gestione tu dinero a través de una estrategia de inversión en fondos indexados.

Las entidades encargadas de hacerlo se denominan roboadvisors o gestores automatizados de inversiones. Se trata de gestores altamente especializados que crean y gestionan carteras de fondos indexados para diferentes perfiles de riesgos.

Para invertir en uno de ellos sólo tienes que realizar un test de idoneidad, que usarán para determinar tu perfil como inversor y ofrecerte una de sus carteras indexadas. En él habrá preguntas sobre tu patrimonio, experiencia de inversión, ingresos, aversión al riesgo… A modo de ejemplo, aquí puedes ver el de Indexa Capital.

Una vez rellenes el test y aceptes su propuesta, el roboadvisor se encargará de la gestión de tus inversiones, desde las aportaciones periódicas (muy recomendables) hasta los rebalanceos. Tú no tendrás que hacer nada como inversor.

Eso sí, este servicio incluye una pequeña comisión de gestión que ronda el 0,45% anual dependiendo del roboadvisor y de la cantidad que inviertas. Es decir, que por invertir 10.000 euros pagarás 45 euros al año.

Si esta opción de convence y quieres saber qué gestor automatizado es para ti, los hemos reunido todos aquí: Comparativa de mejores roboadvisors en España.

Por su cuenta, con tu propia cartera indexada

Esta es la opción para quienes quieren gestionar todo ellos mismos, bien porque quieren aprender a invertir o porque quieren ahorrarse la comisión de gestión.

La ventaja obvia es que con tu propia cartera de fondos indexados eres tú quien elige cómo y en qué inviertes. Además, te ahorras pagar la comisión de gestión.

La desventaja es que te consumirá más tiempo que contratar un roboadvisor y que el coste de los fondos indexados puede ser mayor porque tú no podrás acceder a clases institucionales.

Cómo montar tu propia cartera paso a paso

¿Cómo funciona una cartera indexada? De forma muy parecida a una cartera de inversión en fondos activos. La diferencia radica principalmente en el enfoque de la inversión (pasiva vs activa), en los productos que va a utilizar y en cómo hacer el seguimiento.

En cualquier caso, lo que apenas cambia son los pasos para ponerla en marcha que se pueden resumir en: establecer tu perfil como inversor, decidir la distribución de activos, elegir los fondos que la compondrán, ponerla en marcha y realizar las aportaciones y rebalanceos.

En total bastan 5 pasos para crear tu cartera indexada. Ahora vamos a ver cada uno en detalle.

Establecer tu perfil como inversor pasivo

Esta es quizás el paso más importante de todo el proceso. Y es que, tu perfil como inversor determinará el riesgo de tu cartera y, por extensión, cómo y en dónde vas a invertir tu dinero.

Tu perfil como inversor se compone de varios elementos, pero el más importante es tu tolerancia al riesgo. En otras palabras, tu actitud frente a caídas en los mercados, volatilidad y en general, la posibilidad de sufrir pérdidas.

También hay otros elementos importantes como:

  • El plazo de tu inversión u horizonte temporal.
  • Tus conocimientos financieros o tu situación financiera general.
  • La estabilidad de tus ingresos.
  • La rentabilidad esperada, cuánto esperas ganar.

Con todos estos elementos se obtiene un perfil de riesgo acorde a ti y que servirá para establecer tu cartera de inversión y la distribución de activos.

Puedes averiguar el tuyo con la herramienta Fondutest de Rankia o utilizar otras herramientas como el test de tolerancia al riesgo de la Universidad de Missouri.

Si lo prefieres, todos los roboadvisors te harán un test inicial para determinar tu perfil como inversor y ofrecerte una cartera acorte que puedes usar como orientación. Aquí tienes el de inbestMe y el de MyInvestor.

Escoger la composición de la cartera por tipos de activos: el asset allocation

Esta es la parte donde decidirás qué peso tendrá en tu cartera cada tipo de activo. De forma muy, muy esquemática, una cartera indexada (y cualquier cartera en general), se compone de dos elementos:

  • Una parte de renta fija, que se supone que es menos volátil y, por lo tanto, menos arriesgada.
  • Una parte de renta variable, que es la que invierte en bolsa y es la que marca el nivel de riesgo de la cartera.

A estos activos básicos después se pueden sumar otros como el oro, inversión inmobiliaria vía REITs o la liquidez mediante fondos monetarios, por ejemplo.

Como norma general, cuanto mayor sea el porcentaje de renta variable, mayor riesgo asumirá la cartera y viceversa.

Para escoger el porcentaje de cada uno de ellos deberás usar tu perfil de riesgo. Si lo hiciste con un roboadvisor tendrás una idea clara de cómo debe ser esta distribución de activos. En caso contrario, hay diferentes estrategias para determinar este assett allocation o distribución de activos.

Una de ellas es seguir la regla del 120, con la que solo tienes que restar tu edad a 120 y ese será el porcentaje a invertir en renta variable. Por ejemplo, si tienes 25 años, un 95% de tu cartera estará en renta variable.

También puedes guiarte por los modelos de distribución que usa Vanguard, una de las mayores gestoras de ETFs y fondos indexados. Con ellos verás el rendimiento estimado para cada modelo de cartera a lo largo de los años.

También puedes hacer pruebas con herramientas como portfoliovisualizer.com, que te dirá la evolución pasada de la cartera de fondos indexados que quieres crear. De hecho, te será muy útil a la hora de ver el rendimiento que ofrece según el fondo o ETF que escojas.

Elegir los Fondos indexados o ETFs para tu cartera

El siguiente paso para crear tu cartera indexada es escoger los materiales. En otras palabras, los fondos o ETFs que van a formar parte de la misma.

Ambos son productos indexados y ambos replican índices, pero existen diferencias que hacen que hacen que en España sea más eficiente desde un punto de vista fiscal utilizar fondos indexados.

De forma muy resumida, un fondo indexado funciona como un fondo de inversión y un ETF lo hace como una acción. Esto se traduce en que:

  • El coste de los ETF, variedad y flexibilidad es mayor, pero su fiscalidad es peor.
  • Los fondos indexados pueden ser más caros y hay menos oferta, pero permiten un diferimiento fiscal que ayuda a la hora de rebalancear la cartera.

Si quieres profundizar en este tema, puedes hacerlo en el artículo fondos indexados vs ETFs, ¿qué es mejor?

Una vez decantada la balanza hacia los fondos indexados, habría que decidir cuáles utilizar para nuestra cartera. Para elegir, puedes usar este artículo que reúne los mejores fondos indexados para invertir desde España.

Para terminar de entenderlo, vamos a ver un ejemplo muy básico de cartera indexada. La composición de la cartera va a ser la clásica 60/40 con un 60% invertido en renta variable y un 40% en renta fija, que tiene un riesgo medio y no sufrirá tanto en mercados bajistas (en teoría).

La ventaja de tener una cartera indexada es que bastan dos fondos indexados para cubrir ambas posiciones. La razón es que hay fondos indexados que replican el comportamiento entero del mundo y otros que hacen lo propio para el mercado de bonos.

Para escoger un fondo indexado puedes fijarte en su TER o Total Expense Ratio, que mide su coste global y en su tracking error para saber cuánto se desvía del índice al que replica.

En este caso los elegidos van a ser:

Renta variable

  Fondo ISIN TER
RV Fidelity MSCI World Index Fund P Acc Eur IE00BYX5NX33 0,12%
RF Vanguard Global Bond Index Fund Eur Hedged Acc IE00B18GC888 0,15%

Si quisiésemos tener exposición a países emergentes podríamos utilizar el MSCI ACWI en lugar del MSCI Word o incluir un fondo más para el porcentaje de la cartera de renta variable y lo mismo con cualquier otro cambio.

Después bastaría con probar esta cartera en una herramienta como portfolio visualizer para ver cuál habría su rendimiento.

Igual que hemos creado una cartera estándar 60/40, los fondos indexados y ETFs sirve para crear otro tipo de carteras que sigan estrategias como la Cartera Permanente, el All Weather portfolio de Ray Dalio, Golden Portfolio o similares.

Empezar a invertir: elige con quien hacerlo

El último paso para poner en marcha tu cartera pasiva indexada es elegir bróker o banco y comprar los fondos.

En España vas a encontrar variedad de opciones. Si quieres combinar tu propia cartera pasiva con un roboadvisor, MyInvestor cuenta con las dos opciones y destaca por ser uno de los más baratos del mercado.

Otras alternativas para quienes no quieren pagar retrocesiones son EBN Banco e Ironia Tech. Lo importante en cualquier caso es que escojas una plataforma que te resulte fácil de usar y con costes resumidos.

Aquí puedes ver la comparativa de mejores plataformas de fondos indexados desde España.

Si quieres saber más sobre Indexa Capital
Si quieres saber más sobre MyInvestor

Y si pese a todo prefieres utilizar ETFs para incluir determinados sectores, oro o inmobiliario en tu cartera, aquí puedes ver los mejores bróker para comprar ETFs desde España.

Cómo realizar las aportaciones y rebalanceos

Una vez hayas empezado a invertir sólo quedará realizar el seguimiento de la cartera pasiva, lo que se traduce en aportar más dinero (si quieres) y realizar los rebalanceos (cuando toque).

Una de las ventajas de la gestión pasiva es que no necesitas invertir grandes cantidades para ponerla en marcha ni tampoco para seguir añadiendo leña al fuego de tu cartera. De hecho, es un sistema especialmente diseñado para realizar aportaciones periódicas.

Si inviertes con un roboadvisor, él se encargará de todo. En caso contrario, tendrás que hacerlo tú por tu cuenta. En este punto tienes dos alternativas:

  • Invertir cada mes el porcentaje que corresponda a cada tipo de activo.
  • Usar las aportaciones para hacer los rebalanceos de cartera.

La primera opción es la más simple: compras el porcentaje de cada activo que corresponda. El único hándicap es que eso puede marcar la cantidad que debes invertir cada mes o el máximo de fondos que puedes o quieres llevar en tu cartera.

Para que lo entiendas mejor, si vas a aportar 50 euros cada mes, puede que no sea capital suficiente para comprar todos los activos de tu cartera y entonces será mejor que ahorres esas aportaciones y las inviertas cuando la cantidad sea menor.

La segunda opción consiste en aprovechar las aportaciones para rebalancear tu cartera. Rebalancear no es más que llevar los pesos de tu cartera a su composición original.

Con el paso del tiempo, la distribución de tu cartera irá cambiando por la simple evolución del mercado. Puede que la renta variable suba mucho más que la fija y eso hará que la ponderación de cada parte se descompense.

Por ejemplo, para una cartera 60/40 el porcentaje en renta variable puede pasar al 70% y el de renta fija al 30% si la bolsa sube mucho. Esa nueva distribución ya no responderá a tu planteamiento inicial y te tocará devolver la cartera a sus pesos iniciales.

Para hacerlo puedes traspasar una parte de la catera de renta variable a la de renta fija o aprovechar tus aportaciones para recuperar el equilibrio. Es decir, sumar esos 50 € que inviertes cada mes a la parte de la cartera que haya caído más. En este caso, habría que invertir ese dinero en la parte de renta fija.

Rebalancear la cartera una o dos veces al año o cuando haya una gran desviación sobre sus pesos originales es importante para que el riesgo siga en línea con el de tu perfil como inversor.

Así es como se construye y se gestiona una cartera pasiva. Si tienes cualquier duda, puedes preguntar en el artículo o en el foro y estaremos encantados de ayudarte.

También puedes profundizar más con el Curso de Gestión Pasiva o empezar tu camino como inversor indexado.

Roboadvisors según tu perfil de inversión:

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  1. #1
    17/10/24 09:34
    En primer lugar, gracias por el artículo.
    Desearía conocer en mayor detalle las limitaciones que un inversor particular se puede encontrar a la hora de contratar fondos en relación a un inversor institucional.
    Clases de fondo no accesibles, importes mínimos de contratación, comisiones de entrada/salida, etc

    Estás diferencias pueden aconsejar el uso de un roboadvisor con sus comisiones en lugar de construirse uno mismo la cartera?


    Gracias