Soy cliente de Caixabank y el trato recibido cuando visito las sucursales es excelente.
Para conocer mi opinión al cabo de varios días recibo una encuesta sobre la atención recibida que la califico como se merece.
Aprovecho para hablar del cierre masivo de sucursales, colas en los cajeros, dificultad en concertar cita, comisiones cobradas, etc., temas en los que creo coincidir con algunos clientes.
Al cabo de varios días recibo la llamada del responsable comercial, preguntándome la razón de
mi evaluación.
Se muestran extrañados cuando les digo que ha sido buena o muy buena. Les tengo que explicar la diferencia entre el empleado y la entidad, ya que parece que no le han notificado la totalidad de la misma.
Y es aquí cuando me explican que son evaluados por ello y cuándo me comentan si me importaría volver a contestarla, respondo que lo haría en el mismo sentido.
En ningún otro sector ser directivo es tan fácil. Por mucho que lo pifies (preferentes, hipotecas multidivisas, gastos de hipotecas, subordinadas, etc.) nadie dimite ni le echan.
La falta de liderazgo (Termes vuelve), el no saber separar el trigo de la paja, el no tener sentido común, no visitar sucursales, el vivir en Torres de Marfil pidiendo que los demás se ajusten el sueldo mientras yo me lo subo, no se arregla subvencionando medios de prensa para hablar de lo buen directivo que es uno.
Mientras sigan trabajando para las estadísticas y no quieran/sepan distinguir entre la visión que los clientes pueden tener de la Entidad y de un empleado, denota que el principio de Peter está vigente en el sector.
Para conocer mi opinión al cabo de varios días recibo una encuesta sobre la atención recibida que la califico como se merece.
Aprovecho para hablar del cierre masivo de sucursales, colas en los cajeros, dificultad en concertar cita, comisiones cobradas, etc., temas en los que creo coincidir con algunos clientes.
Al cabo de varios días recibo la llamada del responsable comercial, preguntándome la razón de
mi evaluación.
Se muestran extrañados cuando les digo que ha sido buena o muy buena. Les tengo que explicar la diferencia entre el empleado y la entidad, ya que parece que no le han notificado la totalidad de la misma.
Y es aquí cuando me explican que son evaluados por ello y cuándo me comentan si me importaría volver a contestarla, respondo que lo haría en el mismo sentido.
En ningún otro sector ser directivo es tan fácil. Por mucho que lo pifies (preferentes, hipotecas multidivisas, gastos de hipotecas, subordinadas, etc.) nadie dimite ni le echan.
La falta de liderazgo (Termes vuelve), el no saber separar el trigo de la paja, el no tener sentido común, no visitar sucursales, el vivir en Torres de Marfil pidiendo que los demás se ajusten el sueldo mientras yo me lo subo, no se arregla subvencionando medios de prensa para hablar de lo buen directivo que es uno.
Mientras sigan trabajando para las estadísticas y no quieran/sepan distinguir entre la visión que los clientes pueden tener de la Entidad y de un empleado, denota que el principio de Peter está vigente en el sector.