Muchos empresarios se darían con un canto en los dientes si su negocio fuera tan fácil como el que nos ofrece el sector financiero.
Tomar prestado capitales a un precio y prestar a otro más elevado. Requisitos: Sentido común, no ser avaricioso, ser honrado y no prestar a quien tu vecino no prestaría. Y si no que se lo digan a los directores de oficinas y empleados anónimos que son los únicos que tienen las ideas claras y no se dejan amedrentar por las amenazas de los yuppies bancarios disfrazados de jefes de departamento, área, zonas y demás advenedizos y tirachaquetas, que únicamente piensan en el corto plazo y en el próximo bonus.
Sin embargo los masters, auditores, consultores y demás especie que dirigen nuestras entidades únicamente se les ocurre para salir de esta crisis comitear (formar comités donde se toman las decisiones tarde, cuando la causa del problema lo ha hecho más grave y se diluyen las responsabilidades, con eso de hoy por mí, mañana por ti). Y si no se toman decisiones, ya vendrá el Banco de España.
Otra solucionar es lo que ha pasado en Caja Castilla La Mancha. Después de nombrar un nuevo comité y equipo directivo, entre los que figuran inspectores del B.de España, y expertos veteranos del sector, sacar a concurso un plan de ideas, reestructuración, reinventar el negocio, adecuarlo a los nuevos tiempos para situar a la Entidad en el lugar que le corresponde. Como si los trabajadores no supieran su oficio.
Para más Inri ha sido seleccionada U.B.S. banco suizo, que supongo que conoce muy bien el sector de las Cajas. Para ver su experiencia y gestión, sólo hay que dar un repaso a las hemerotecas para ver el dinero que ha necesitado para reflotarse y las ampliaciones de capital que ha realizado. La última muy calentita.
Supongo que por los sesudos y complicadísimos trabajos que lleve a cabo se llevará su correspondiente comisión.
Y es que como decía un amigo mío: Un consultor te pregunta la hora y se queda con tu reloj, y España está llena de consultores endogámicos que han crecido a la sombra del poder político y que seguro que se llevan una gran tajada con eso de las reestructuraciones. Los políticos, los constructores y los altos directivos de las entidades financieras nunca lloran, cada vez son más ricos.
Tomar prestado capitales a un precio y prestar a otro más elevado. Requisitos: Sentido común, no ser avaricioso, ser honrado y no prestar a quien tu vecino no prestaría. Y si no que se lo digan a los directores de oficinas y empleados anónimos que son los únicos que tienen las ideas claras y no se dejan amedrentar por las amenazas de los yuppies bancarios disfrazados de jefes de departamento, área, zonas y demás advenedizos y tirachaquetas, que únicamente piensan en el corto plazo y en el próximo bonus.
Sin embargo los masters, auditores, consultores y demás especie que dirigen nuestras entidades únicamente se les ocurre para salir de esta crisis comitear (formar comités donde se toman las decisiones tarde, cuando la causa del problema lo ha hecho más grave y se diluyen las responsabilidades, con eso de hoy por mí, mañana por ti). Y si no se toman decisiones, ya vendrá el Banco de España.
Otra solucionar es lo que ha pasado en Caja Castilla La Mancha. Después de nombrar un nuevo comité y equipo directivo, entre los que figuran inspectores del B.de España, y expertos veteranos del sector, sacar a concurso un plan de ideas, reestructuración, reinventar el negocio, adecuarlo a los nuevos tiempos para situar a la Entidad en el lugar que le corresponde. Como si los trabajadores no supieran su oficio.
Para más Inri ha sido seleccionada U.B.S. banco suizo, que supongo que conoce muy bien el sector de las Cajas. Para ver su experiencia y gestión, sólo hay que dar un repaso a las hemerotecas para ver el dinero que ha necesitado para reflotarse y las ampliaciones de capital que ha realizado. La última muy calentita.
Supongo que por los sesudos y complicadísimos trabajos que lleve a cabo se llevará su correspondiente comisión.
Y es que como decía un amigo mío: Un consultor te pregunta la hora y se queda con tu reloj, y España está llena de consultores endogámicos que han crecido a la sombra del poder político y que seguro que se llevan una gran tajada con eso de las reestructuraciones. Los políticos, los constructores y los altos directivos de las entidades financieras nunca lloran, cada vez son más ricos.