Cuando nadie lo esperaba, ante la incredulidad de muchos y felicidad de los esquiadores, llegó la nieve. Similar razonamiento se puede realizar en relación a los inversores que tomaron riesgos bien, en renta fija o renta variable.Los catalizadores ,la abundante liquidez proporcionada por el BCE y el pesimismo ha actuado a pesar de la desconfianza de muchos, cogiendo a muchos inversores descolocados y los tipos de la deuda pública del corto plazo se han desplomado .Todo el mundo habla de lo barato que estaban los mercados en noviembre, pero pocos se atrevieron a comprar y ahora no saben qué carta jugar.
El sector bancario ya no es la cenicienta del mercado, los valores de menor capitalización han tomado el relevo, la media móvil de 200 días se ha roto al alza y otros indicadores de riesgo se han comportado aceptablemente.Estos indicadores nos inclinan a mantener una exposición elevada al riesgo por los próximos meses, no sin descartar correcciones incluso significativas, que nos incitarán a comprar más.
Además, hoy quería ponerles unas notas para sostentar mi teoría de un buen año en las inversiones en bolsa y es el popularmente conocido efecto enero que tiene varias acepciones:
a)El primero es la evidencia de que enero es un mes que históricamente ha tenido un marcado sesgo positivo en las rentabilidades, principalmente en términos relativos, en relación al resto del año.
¿Por qué puede resultar lógico que enero sea un mes de carácter alcista?
- Por motivos legales: Diciembre suele ser el mes en que se realizan las aportaciones más importantes a los planes de pensiones, puesto que es el último mes donde puedes invertir para aprovecharte de las deducciones fiscales para la declaración de la Renta.Sin embargo, los gestores prefieren esperar a enero para invertir, pues es probable que ya hayan conseguido el bonus de ese año y decidan no arriesgar. Igualmente parece razonable que muchos de ellos prefieran disfrutar de las fiestas navideñas y no decidir el destino de los fondos captados hasta enero del año siguiente.
- Por motivos psicológicos: Enero es el mes donde mucha gente se plantea los propósitos y objetivos para el nuevo año. Es seguro, que algunos ahorradores deciden intentar sacar más partido a sus reservas de dinero.De igual manera, los inversores pueden pensar que si se equivocan al invertir en enero disponen de todo el año para recuperarse de sus errores. Los inversores más expertos saben que si la bolsa marcha bien en enero más gente invertirá en bolsa, por lo que ya dispondrían de un cierto colchón de beneficios que les permitiría compensar posibles pérdidas.
- Por motivos presupuestarios: Muchas entidades inversoras (bancos, fondos,…) facilitan en enero dinero a sus traders para que lo inviertan. Los presupuestos se cierran en diciembre y se abren en enero, los resultados anteriores y con ellos algunos de sus lastres y miedos desaparecen, y las rentabilidades pasadas se convierten en historia.
b)En enero las revalorizaciones de las pequeñas empresas es superior al de las grandes como señala Antonio Iruzubieta.
c)El tercer aspecto del efecto enero tiene que ver con el hecho de que los mercados suelen finalizar el año alcistas si la tendencia que marcaron el primer mes del año fue alcista. Hay quien dice que son los primeros cinco días de contratación los que marcarán el devenir del año.
Como lo que nos interesa principalmente es el último aspecto vamos a confirmarlo:
Si tomamos la Bolsa de Madrid desde 1960 a 2007 los años que comenzaron con un enero alcista dieron una rentabilidad media del 18% frente a una rentabilidad negativa media del 1% para los años que iniciaron con un enero negativo.
Igualmente es estadísticamente muy significativo que el 80% de los años con un enero positivo ofrezcan una rentabilidad positiva. Resultados similares se dan en otras bolsas ,como vemos en el gráfico FTSE100-
En el caso del MSCI Europe el comportamiento de enero da en el clavo a final del ejercicio en el 74% de los casos.Lo que más sorprende, es que si enero cierra alcista hay un 88% de probabilidades de que el año cierre alcista.
Profundicemos más en el mercado líder ,el SP500 ,y aquí los datos también confirman la teoría:
Desde 1950 , el primer cuartil de los eneros tuvieron rentabilidades superiores al 6,90%.Pues bien, únicamente un año de ellos terminó en negativo . Los otros catorce años produjeron rentabilidades positivas y trece de ellos tuvieron rentabilidades superiores al de enero en al menos un 10% y la rentabilidad media de estos años fue un 17,60%.
En el segundo cuartil, la rentabilidad media fue del 9,73% y de estos el 80% alcanzaron rentabilidades positivas de febrero a final de año.
En la primera mitad de la tabla, 27 de los 31 de los mejores eneros alcanzaron rentabilidades más altas después de enero.
A tenor de la revalorización del 2012, un 4,36% en el Sp estamos en el primer cuartil de rentabilidades (es el decimotercero mejor enero desde 1950) y por tanto las perspectivas no pueden ser más halagüeñas para final de año. De los doce eneros con mejor rentabilidad lo que el presente año ,once acabaron positivamente con una rentabilidad media del 16%.
No pretendo que inviertan todo su patrimonio en bolsa, ni que lo hagan al tuntún sin controlar el riesgo, y sin tener en cuenta su horizonte temporal, más bien todo lo contrario, mi intención es que reflexionen sobre si no es el momento de comprar algo de riesgo según las circunstancias de cada uno y dejemos de seguir las noticias al mundo rabioso que no hacen nada más que confundir.