En este post veraniego vamos a describir brevemente las reglas de funcionamiento del plan de ahorro. De momento, estamos en “versión beta”. Aunque la idea básica está clara y no va a modificarse, algunos detalles pueden cambiar en la versión final.
Inicialmente hemos de definir los parámetros del sistema que son los datos numéricos constantes o variables que va a emplear el algoritmo:
- Fecha de inicio: Es un dato fijo e inmodificable coincidente con la fecha de la primera inversión realizada con parte del dinero procedente de la aportación inicial.
- Unidad de Inversión: El importe asignado a cada unidad de inversión. En principio, el criterio más coherente con la mecánica y objetivos del plan de ahorro es que sea el 50% de nuestra aportación mensual. En este plan concreto su valor inicial es de 250 euros, sometidos a una revisión anual para considerar su aumento o reducción.
- % Techo: El porcentaje de rentabilidad de nuestra inversión en RV por encima del cual vamos a reducir al mínimo el número de unidades de inversión que vamos a comprar. Conviene que sea igual o ligeramente superior a nuestro objetivo de rentabilidad para la renta variable. Nos hemos inclinado por el 7% como objetivo a largo plazo de rentabilidad para la RV y como techo del sistema.
- % Suelo: El porcentaje de rentabilidad de nuestra inversión en RV por debajo del cual vamos a aumentar al máximo el número de unidades de inversión que vamos a comprar Lo hemos fijado en el -3,00%
- Número de unidades que vamos a comprar o vender (indicamos que es venta con un signo negativo) en cada uno de los tres supuestos posibles, que la rentabilidad esté por encima, dentro, o por debajo del rango entre el suelo y el techo. Los porcentajes en el modo estándar son 1, 2 y 3 respectivamente, aunque se pueden y en algunos supuestos se deben modificar.
A la tríada formada por la secuencia de números asignados a los tres supuestos la vamos a llamar “modo”. Es decir, inicialmente partimos del modo 123 que puede evolucionar al modo 012 o al modo 234 como opciones básicas, aunque caben otras posibilidades según lo que pretendamos y la situación concreta a la que estamos buscando una solución óptima. La flexibilidad operativa es total, le corresponde al usuario la responsabilidad de no utilizar modos inadecuados.
Una vez hemos la aportación inicial según se describe en la entrada anterior, haremos una observación cada mes.
En ella incorporaremos a nuestra hoja de seguimiento, la aportación económica que hemos realizado en el mes, los datos de la suscripción realizada el mes anterior, la fecha de la observación, el valor de mercado de nuestra inversión en renta variable y la liquidez disponible.
Una vez incorporados todos los datos, el algoritmo calcula automáticamente cual es el número de unidades de inversión que hay que invertir y el importe de la inversión a realizar que es el resultante de multiplicar dicho número por el importe de la unidad de inversión.
El cálculo se realiza comparando el precio de mercado de la inversión con los valores de techo y suelo calculados aplicando al precio medio de coste sus rentabilidades respectivas en el período comprendido entre la fecha de inicio y la fecha de observación.
En este caso el precio medio de mercado 178,28, esta por encima del techo, 173,47, por lo que hay que invertir el mínimo que en modo 123 es 1 unidad equivalente a 250 euros.
En septiembre explicaré con más detalle todos los aspectos del sistema, pero en síntesis se trata de una combinación de cost averaging y value averaging en donde se procura aprovechar las ventajas de ambos planteamientos y reducir en la medida de lo posible sus inconvenientes.
En octubre, mi idea es diseñar las reglas para integrar en la estrategia el supuesto de una aportación inicial elevada, significativamente superior al importe indicado de un año de aportaciones. Asunto nada sencillo, aunque ineludible dado el componente práctico de este blog, ya que es un supuesto muy probable en el mundo real y demandado expresamente por varios seguidores.