¿Pueden ser los parados y los marginados los que den origen a una raza humana superior? Suena ridículo pensarlo, pero al hacernos algunas preguntas entendemos que quizás no sea algo tan ridículo.
¿Acaso la vida moderna nos ha vuelto perezosos? Cuando pregunto "¿nos estamos volviendo perezosos?" no me refiero a "la sociedad se ha vuelto perezosa", ni tampoco a "los españoles se han vuelto perezosos", sino exclusivamente a tí y a mi: ¿Acaso tú y yo nos estamos volviendo perezosos en virtud del expermiento social en vivimos? Digo tú y yo, porque no quiero que apuntemos el dedo a los demás.
Digo perezosos en cuanto a que vemos que la sociedad en que vivimos nos empuja a no cuestionar, a obedecer ciegamente a un sistema que falla bajo la etiqueta "antisistema", y muchas veces nos niegan la posibilidad de resolver problemas. Esto no es obra de la evolución, sino del deseo de unos cuantos de querer preservar su posición a costa de otros, sin dejarnos espacio para pensar, es un experimento social.
El experimento social
Hace muchos años, se dice que los ancestros de los seres humanos fueron hijos de unos roedores que empezaron a ver a color, sacrificando la visión nocturna, razón por la cual perdimos la habilidad de ver en la oscuridad. Empezaron a vivir en comunidad para protegerse y a desarrollar un mayor cerebro para tener mayor capacidad informática que permitía retener información acerca de una cantidad determinada de individuos de la comunidad para mejorar las interacciones comunitarias para fines de sobrevivencia.
De acuerdo con algunos, el límite de procesamiento informático de nuestros cerebros se reduce a una comunidad de 150 individuos, algo que se denominó "monkeysphere" (en mi post Democracia y la Monkeysphere amplío el tema). Fue gracias a esa capacidad informática y a esa vida comunal que nuestros ancestros pudieron sobrevivir en una sociedad donde el trabajo era mucho y la comida era relativamente abundante, pero difícil de conseguir (había que cazarla). Había que ser muy inteligente para poder sobrevivir. Y es así que los menos inteligente Neandertales dejaron de existir y el Homo Sapiens prevaleció.
Se descubre la agricultura y se domestica animales y ahora la comida estaba disponible, pero había que trabajar duro para cuidar a los animales y cuidar las cosechas. Al menos ahora sería más fácil sobrevivir.
Se inventan las mega-ciudades, se mejora la tecnología al punto de producir masivamente y ello desplaza a los seres humanos de sus labores agrícolas y de granja y terminamos siendo habitantes de una sociedad donde la producción de comida ya no es la principal preocupación, y donde el trabajo (empleo) escasea.
Esta sociedad urbana que se fue construyendo, este gran experimento social convirtió a una sociedad predominantemente rural y agrícola en una sociedad urbana industrial basada en economía real donde loa grandes industriales regían el mundo. Y recientemente se convirtió en una sociedad financierizada donde incluso la economía real se vino abajo para dar el poder a los magnates financieros, desplazando a los industriales, donde el dinero y no la producción eran lo más importante.
Increíblemente si miras a las personas de hace 100 años, puedes ver que muchos entendían las contradicciones que llevaron a los problemas que hoy afrontamos (The Economic Thought of Frederick Soddy by Herman E Daly, Louisiana State University). Tenemos las mismas crisis desde los últimos 400 años.
Pasamos de ser seres humanos que sobrevivían si eran capaces de resolver problemas, a ser personas en una colectividad que se resiste de forma pertinaz a resolver los problemas. Este es el resultado de este increíble experimento social en el que vivimos.
Resolver problemas y la pereza mental
Me decía un programador alemán que cada vez hay más usuarios y menos programadores. Más gente usando, y menos gente creando y resolviendo problemas. A la gente no le gusta pensar, odia las matemáticas. Los lectores que solían hacer el esfuerzo de imaginar lo que los autores describían, hoy prefieren ver películas que muestran explícitamente lo que antes había que imaginar.
Los que se benefician de la actual crisis no están interesados en que pienses, en que pienses en soluciones. Los economistas que han estado pensando en alternativas para resolver la crisis o dar un respiro a la gente, se han visto relegados por los medios que sólo muestran a los fieles robots no pensantes que siguen la ideología del statu quo.
La ideología es una creencia, como una religión pero con un dios no religioso. Y esa ideología ha sido tan predigerida en el mundo moderno que hoy la gente es capaz de etiquetar a otros usando modelos binarios (amigo / enemigo, izquierdista / derechista, etc) que ocupa apenas un bit de memoria en nuestros cerebros. Han convertido a los defensores del sistema en autómatas, máquinas al servicio de una élite.
Cualquiera puede criticar, pero pocos pueden proponer. A los largo de mis últimos posts he estado señalando problemas y más problemas, pero ¿se me habrá olvidado proponer? Realmente no, pero las soluciones que he propuesto, si bien son lógicas, no son políticamente viables. Sabemos que la violencia es la herramienta de los ricos, de modo que sa opción se descarta. Esto nos obliga a pensar "fuera de la caja", a resolver problemas, a desarrollar pensamiento crítico, a encontrar soluciones donde pensamos que no hay salida. Es que nuestra sobrevivencia depende de encontrar una salida.
He encontrado un interesante sitio web que habla sobre técnicas para resolver problemas, que vale la pena leer entero, porque no tiene desperdicio (Problem solving techniques). Puede ser que yo me haya vuelto perezoso, o puede ser que yo no haya podido salirme de la caja. Así que si mi cerebro se ha vuelto perezoso, quizás tú debas pensar sin caer en la pereza. A la larga, quien más piense, estará desarrollando las herramientas para dar el siguiente salto en la evolución.
Es así que aunque los autómatas al servicio de los poderosos, y los poderosos, se sientan superiores, lo cierto es que los pobres, los que sufren la crisis, pueden terminar siendo la "raza superior", el siguiente eslabón de la evolución humana. Tener mucho dinero y usarlo para manosear las políticas mundiales, o trabajar como autómata para esos pderosos, no requiere tanto esfuerzo como pensar en sobrevivir en una sociedad hostil a las personas. El dinero es un concepto, un videojuego online, y llegado el día en que el dinero no sirva para controlar a otros, las personas que hayan aprendido a sobrevivir en ese mundo urbano hostil y sin sentido, serán los que heredarán la Tierra.
¿Me estaré volviendo mentalmente perezoso? Si es así, me estoy condenando a ser de la raza anterior. ¿Te estás volviendo perezoso? Te estarías condenando. Ya no somos capaces de sobrevivir como lo hacían los antiguos, porque estamos desconectados de las técnicas de sobrevivencia más básica de nuestros ancestros. Navegar en internet y ver la TV no es algo que ayudara a conseguir comida en el pasado. Nos ocurre como a los perros, que perdieron la capacidad de procesamiento para la sobrevivencia con que cuentan los lobos. En un ambiente adverso, el lobo es más apto que el perro. Y hoy desafortunadamente los humanos que ostentan posiciones de poder, en lugar de ser sabios, son enfermos mentales depredadores de humanos.
Es así que la absurda veneración social que tenemos hacia los poderosos de nuestra sociedad, nos puede hacer ignorar el hecho de que entre los parados, entre los marginados, pueda surgir el siguiente salto en la evolución humana, el intelecto superior que sea capaz de entender la estupidez del absurdo juego mental moderno de control mediático, y encontrarle una salida. Y cuando esa salida se encuentre, los poderosos de la raza inferior tendrán verdaderos problemas.
¿Cómo pensarán estos nuevos superdotados de la sobrevivencia humana? No lo sé porque no pertenezco a esa raza. Pero sí tengo claro que serán seres humanos que sabrán de memoria las técnicas para resolución de problemas.