Los miedos son frecuentes, se consideran "normales" y se les resta importancia. Sentir miedo o tener ansiedad sobre ciertas cosas puede empujar a vivir de una manera más segura, como un niño que teme al fuego y evita jugar con fósforos. Pero en otros casos puede crear situaciones inseguras, como tener miedo a caerse al caminar por la cuerda floja. También pueden impedirnos llevar una vida como la que deseamos, nos impide disfrutar, nos impide intentar lo que soñamos, nos hace depender de otros de manera enfermiza.
Mapa cronológico del miedo
Los bebés tienen miedo a los extraños. Los bebés de 10 a 18 meses experimentan miedo debido a la separación, cuando uno o ambos padres se apartan de su lado. Los niños con edades entre cuatro y seis años de edad sienten miedo hacia cosas irreales como monstruos y fantasmas. Entre los 7 y 12 años tienen miedos que reflejan circunstancias reales como lastimarse o enfrentar desastres naturales.
Los miedos responden a estímulos específicos y se aprende a tener miedo por asociación. Puedes tenerle miedo a los perros, pero no a los leones hambrientos. Los miedos son temporales, y las fobias que son miedos intensos resultan más duraderas (Diccionario de fobias).
El miedo crea lo que temías
Cuando ves tus miedos, te dices "soy un idiota" en lugar de decir "ese miedo es idiota". El miedo te empuja a exagerar, te crea una tormenta en un vaso de agua y por eso el miedo es castrante. Nosotros los seres humanos tomamos decisiones con base en probabilidades subjetivas de éxito y fracaso, y premios o castigos esperados. El miedo nos amplifica la probabilidad subjetiva de fracaso.
El miedo generalmente materializa aquello que se teme. Temes decir una burrada ante la mujer que te gusta, temes que te rechace. Cuando llegas asustado y tenso ante ella no coordinas bien tus palabras, ella percibe tu tensión e interpreta como que tú la estás rechazando y entonces ella se aparta, y entonces tus miedos se hacen reales.
Temes equivocarte en tu primer concierto de piano, y estás tan nervioso pensando en que te vas a equivocar que sientes estrés y se te olvida la melodía y no puedes ni empezar. Sientes que te vas a equivocar y te equivocas, temes pasar una vergüenza y la pasas. Y en lugar de seguir adelante tras el error, te culpas te detienes y haces visible ante el público tu sentido de fracaso y vergüenza, y pasas una verdadera vergüenza. Así es el miedo, te hace real lo que temías.
¿No sería mejor gastar tu energía en hacer real lo que deseas? La razón por la que el miedo materializa lo que temías es porque gastas tantísima energía en crear en tu mente y exagerar lo que temes, que en realidad estás dando la orden a tu cerebro de hacer real lo que temes, y encima le das toneladas de energía y toda tu atención.
¿Acaso no ves el poder que tienes para hacer las cosas realidad? Si puedes hacer realidad tus miedos, puedes hacer realidad otras cosas. Lo que tienes es fuerza bruta para mover el mundo, pero te falla la dirección. La bestia del miedo te maneja, en lugar de que tú manejes a la bestia interior.
El miedo como mecanismo de manipulación
El miedo hace que te puedan controlar y pierdes tu independencia, autonomía, autodeterminación. Los políticos saben que hay dos maneras de controlar a las masas: Mediante el miedo o mediante la desmoralización.
Los políticos los saben. La más poderosa de las estrategias para encaramarse al poder político, es exaltar os instintos más primitivos de la muchedumbre. A una masa difícilmente se la saca de los lugares comunes que frecuenta mediante el ejercicio de la reflexión. Sin embargo, es extraordinariamente sencillo infligirles miedo y que reaccionen a ese miedo.
Fuente: Los 4 jinetes del Apocalipsis: Miedos y probabilidades
Curar el miedo
¿Cuál es la diferencia entre miedo y prudencia? La prudencia nos empuja a evitar los problemas y peligros innecesarios, el miedo te trata como si fueras un bebé desvalido. Los políticos saben eso y se hacen pasar por buen samaritano, y te hacen sentir protegido y querido, pero a la vez inútil, tonto e incapaz. Y mientras más se instala esa relación enfermiza, se cultiva la fobia.
¿Cómo "liberarse" del miedo? Al evitar y solicitar ayuda, agravas tus miedos. Primero entiendes que tienes miedo, ese sentimiento irracional. Luego debes delimitarlo, definirlo, conocerlo, encontrar lo que lo desencadena y las circunstancias en que crece, cómo te limita con pensamientos findelmundistas. Gradualmente enfrentas aquello a lo que le tienes miedo, y aprendes a convertir tus miedos en una herramienta y no en una barrera para tu crecimiento. Las técnicas de relajación o un psicólogo (ayuda a manejar procesos mentales) o un psiquiatra (médico que prescribe medicinas para regular desequilibrios bioquímicos cerebrales) pueden ser de utilidad para enfrentar la ansiedad resultante de enfrentar los miedos, y ese proceso de enfrentar ha de ser completamente voluntario, y no a la fuerza.
En realidad el proceso de liberarse del miedo no es liberarse para convertirse en una persona temeraria, sino recobrar el sentido de prudencia, pero entendiendo que tu sí puedes hacer las cosas, sin que te paralices frente a lo que deseas hacer.
El miedo al desempleo
En estos tiempos de crisis, tienes miedo al desempleo. Eso te quita la paz, no te concentras en el trabajo, rindes poco y eso te acerca al desempleo debido al pobre desempeño. Tienes miedo y reaccionas defensivamente, cuando en realidad ocupas aliados, contactos y buenas relaciones para mantener tu empleo.
Tienes miedo y tienes la certidumbre de que va a tocar, porque te llevas mal con alguien.
La mayoría de la gente que se lleva mal con alguien de su familia, compañeros de trabajo u otros ámbitos sociales, juega al triángulo del drama (más detalles sobre cómo funciona en The Drama Triangle).
La solución para salirte del embrollo es no jugar. Realmente no necesitas ser infeliz con ese juego inútil. Una vez afuera del juego puedes sentir un poco de paz, que te ayuda a tomar buenas decisiones y te da el vigos para hacer bien tu trabajo y así conservarlo. Tener miedo al desempleo mina tu fe. ¿Eres una persona de poca fe? Encuentra la manera de tener fe en tí mismo o en Dios o en lo que creas. Si el desempleo no es para tí, no lo será. El desempleo sólo llegará si debes aprender algo de esa experiencia. Toma las previsiones económicas frente a las vacas flacas, pero no vivas eternamente atormentado por ello.
La gente dice que si tienes miedo "atraes malas vibraciones", algo traducido al cristiano significa que si le ordenas a tu mente que te despidan, de seguro harás que lo consiga. Más bien deberías tener la certeza de que si mantienes tu paz interior, y si realmente en la vida no necesitas aprender nada más del desempleo, el mundo te pondrá de vuelta a trabajar. Si estás desempleado como yo lo estuve varias veces en el pasado en crisis que tampoco causé, debes lograr tener paz interior a pesar de la adversidad. El desempleo es como un monasterio donde la vida te saca del mundo para que te reconectes contigo mismo, con tu lado espiritual y encuentres paz. Si escribo esto no es porque sea un "gurú", sino porque ya estuve allí en tiempos difíciles.
Lograr sueños
Lograr sueños es siempre una aventura distinta, un camino incierto fuera del mapa de lo conocido, no hay dos sueños iguales y por eso no hay manuales sobre cómo lograr las cosas a la primera vez, al primer intento. Y por alguna razón le tenemos un miedo profundo a la idea de lograr sueños, porque nos sentimos a merced de los elementos. En el mundo del ciudadano común, nos acostumbran a creer en dos límites:
- Cantidad de intentos: Debes lograrlo en el primer intento. No debes cometer errores.
- Plazos: Tienes hasta determinada fecha para lograr.
Esa mentalidad sirve para trabajos en los cuales ya tienes ciertas destrezas. Lo que pasa es que para lograr sueños vas a tener que comenzar por adquirir destrezas, una base de conocimiento, experimentar y fallar, e intentar de nuevo. Como no tenemos nada de eso, nos da miedo tratar de lograr un sueño, especialmente después de que todo el mundo te dice que eres un inútil, que no vas a poder, que es tiempo perdido o causa perdida, que eres un soñador. En la realidad funciona de la siguiente manera:
- Cantidad de intentos: Si te descalifican de un campeonato de futbol, ya habrá otros campeonatos. Tu no ves a los futbolistas jugando a la reina del drama cuando les descalifican por perder un partido. Si se te fue el último tren del día, siempre habrá otro al día siguiente.
- Plazos: Realmente un sueño es eso, un sueño y no sabes cuándo lo vas a lograr. Cuando James Cameron se puso a hacer la película Avatar, él no tenía idea de si los plazos que propuso eran razonables, porque simplemente los inventó de la nada. Lo que hizo en esa película no se parecía nada que hubiese hecho antes, pues fue un proyecto mucho más complejo que cualquier otra cosa que hiciera antes. Para sacar a tiempo su película tuvo que trabajar con semanas de 7 días y con equipos de trabajo trabajandio simultáneamente en distintos lugares, improvisar y trabajar bajo mucha presión. Y con las primeras presentaciones de los cortos de la película todo el mundo anticipaba que iba a ser un fracaso. Lo mismo le pasó a George Lucas, a quien le decían que su proyecto de la Guerra de las Galaxias nunca iba a funcionar, y pasó innumerables problemas que le llevaron a tener problemas de salud y mucho estrés y depresión, al punto que el día del estreno él esperaba que fuera un fiasco de taquilla.
Si limitas tu sueños por cantidad de intentos o plazos, tienes la receta segura para el fracaso. Si te dijeras en 10 minutos tengo que llegar a la luna en el primer intento, de seguro fracasarás, pues verás que tus pies no son tan largos para llegar. Es que para subir se inventaron las escaleras y tendrás que ir un paso a la vez. En la NASA construyeron una escalera llamada "programa espacial" y empezaron a subir peldaño a peldaño hasta lograrlo. Si se detenían un peldaño antes de llegar, de seguro fracasarían. Y seguramente no todos los peldaños servían (algunos cohetes explotaron en las pruebas), de modo que a veces habrían tenido que encontrar el peldaño correcto.
Claro, tu dirás que en la NASA tenían dinero para lograr un sueño, y se trata de americanos y no españoles, pues los españoles son improductivos y vagos e incapaces.
La improductividad española es una gran mentira. Yo me leí el estudio que hablaba de la baja productividad española y resulta que cuando hablan de productividad en realidad hablan de producción. Por supuesto que la producción española anda baja, porque no hay clientes a quienes vender el producto. Si llevas ese estudio a una comunidad de ingenieros industriales, los que escribieron el estudio serían considerados como unos idiotas. Mira lo "improductivos" que son los españoles.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el 46,2% de los trabajadores españoles trabajó más de la cuenta en 2010 sin recibir ningún tipo de remuneración a cambio.
Fuente: Cómo regalas tiempo de trabajo (y de vida) a tu empresa
¿Quieres saber qué cosa hizo España en la que fueron los primeros? Fueron campeones mundiales en futbol. El futbol es un juego donde lo que importa es la capacidad de trabajar en equipo e ir manejando circunstancias cambiantes sin mucho tiempo para pensar, es un juego en tiempo real que pone a prueba las habilidades humanas. Si de pronto desapareciera el dinero del mundo, de seguro España sería una potencia mundial.
Mi experiencia en activismo durante años me dice que más importante que el dinero es la participación. Normalmente los proyectos de activismo que suelen dar resultados con muy pocos recursos, en realidad han contado con una enorme cantidad de horas-hombre no contabilizadas económicamente. Si quisieras hacer ese proyecto pagando materiales y mano de obra, la mano de obra sería lo más caro. Significa que lo más importante es dedicar tiempo,y no tanto dinero, pues se puede encontrar maneras de hacer las cosas sin tener mucho dinero. ¿Por qué tienes miedo de lograr sueños? Sin plazos, sin número limitado de intentos, es cosa de poner peldaño tras peldaño, y tarde o temprano llegarás.
Quisiera terminar con un texto del escritor Frank Herbert conocido por su novela Dune.
“I must not fear. Fear is the mind-killer. Fear is the little-death that brings total obliteration. I will face my fear... And when it is gone past I will turn the inner eye to see its path. Where the fear is gone there will be nothing. Only I will remain.” - Dune, por Frank Herbert.
