Cuando hablamos de propuestas de solución, se suele hacer referencia al sistema. Que si lo estatal o lo privado, que si lo económico o lo político, estamos dando vueltas en círculos en el debate. Estamos pensando dentro de la caja, encontrando un sitio para proponer más de lo mismo, si en esta esquina de la caja no funciona, busquemos lo otro, el otro extremo, movámonos a la otra esquina, pero siempre en el extremismo de una esquina y siempre dentro de la misma caja.
Un sistema estatal no va a evitar que la gente robe, ni uno privado tampoco. Un sistema económico o uno político no van a evitarlo tampoco. Extrema derecha, socialdemocracia, sistema escandinavo, volverse Amish, ¿cuál funcionará? Estamos pensando en el sistema y no en las personas, su cultura, y los valores morales que determinan esa cultura.
Pensar en el sistema
Mira a lo que lleva pensar en el sistema, pensar dentro de la caja.
Imaginemos que todo el mundo tirara la basura al suelo. Lógicamente tu imaginación dirá que es mejor tener un basurero, y cuando se llene el basurero un camión recolector, y como los rellenos sanitarios no son nada sanitarios y contribuyen al calentamiento global, pensarás en reciclaje. Entonces montas el basurero, contratas el camión y el chofer y los recolectores, y pones a funcionar la planta recicladora. Y cuando pusiste todo eso la gente sigue tirando la basura al suelo y no en la basura. A unos les da pereza caminar hasta el basurero, otros no saben que con el pedal se abre la tapa del basurero, otros están acostumbrados a que la servidumbre les recoja la basura. ¿Falló el sistema?
El gobierno tuvo que gastar en millonarias campañas por años e integrar contenidos en las escuelas acerca de algo tan simple como poner la basura en su lugar. Resulta que el reciclaje aún está en pañales pues la gente no se acostumbra a separar la basura y las municipalidades no tienen mecanismos para recoger basura separada.
Si recordamos cuando no existían los inodoros de porcelana, sabrás que para ir al baño se usaba una caja de madera con un agujero encima, y se cavaba un agujero de varios metros. Para garantizar la privacidad se construye una casetilla alrededor de la caja con una puerta. Era muy desagradable, porque el olor era nauseabundo y te podías caer adentro si el agujero era muy grande, por lo que ir al baño era todo un acto de circo, por lo peligroso. Inventan los inodoros de porcelana y los mingitorios y los lavamanos, y te encuentras con que la gente no tira de la palanca para limpiar el inodoro, que la gente tira chicles, cigarros y papeles en los mingitorios, y echan papeles en los lavamanos. Hay quienes orinan de pie y ensucian la tabla de sentarse. En los baños de mujeres tiran las toallas sanitarias usadas al suelo. Por eso los baños de instituciones educativas, restaurantes e instituciones públicas huelen a retrete, la caja con agujero que mencionábamos al inicio. Y los empleados de empresa de mantenimiento tienen un trabajo asqueroso aunque limpien edificios donde hay multinacionales. ¿Falló el sistema?
¿Crees que se trata de una caricatura de mal gusto para revolverte el estómago? No. Estoy describiendo la cultura de la gente en Costa Rica. Si lo ves bien, es que en realidad la tecnología de los inodoros no es muy intuitiva que digamos, y la gente tiene cultura de retrete. Hace tan sólo 60 años Costa Rica era un país rural con retretes, y nadie ha hecho una campaña sobre el aseo en los baños.
¿Cuál es la única manera de que la gente cambie? Que se cambie la cultura, que se enseñen los valores para que la cultura cambie.
Los valores morales
¿Quieres ver por qué los valores determinan todo?
Se de un pueblo rural donde estuvo mi padre apoyando proyectos, allá en el lugar donde el diablo perdió la chaqueta y donde los ríos se devuelven, donde la gente aún es honesta. Un día alguien dejó una motosierra en el corredor de la casa y desapareció y eso conmocionó a la gente del pueblo. Hubo una reunión de la gente del pueblo para ver qué se hacía, y pensaron en llamar a la policía, pero el dueño dijo que no, que mejor se le diera oportunidad al que lo robó de devolver lo robado.
Tras la reunión se acercó el ladrón y le dijo que se había robado la motosierra porque tenía hambre y no tenía dinero y pensaba venderla pero que sintió tanta vergüenza que no lo hizo y por eso vino a decirle al dueño. El dueño le dijo que devolviera la motosierra y olvidaban el asunto. Al día siguiente amaneció la motosierra frente a la puerta de la casa del dueño. Y allí terminó el asunto.
Cabe añadir que ese pueblo no es como el resto de Costa Rica. Si vas al centro comercial y dejas tu paraguas en el restaurante para ir al baño, cuando llegues no estará allí. No debes quitarle la vista a tus cosas. Si, es muy desagradable la deshonestidad. Esto sucede en Costa Rica porque en el poder judicial son unos incompetentes con mentalidad abolicionista que se pasaron décadas diciendo "pobrecito el criminal", perdidos en la intelectualización legal sin poner atención a la realidad, y defendiendo sus derechos, ignorando y pasando por alto los derechos de la víctimas. El resultado lógico del sistema, determinado por unos valores, se refleja hoy como una expansión de la crisis de valores, más casos y costos judiciales (más carga de trabajo para los juzgados) y saturación de cárceles al intentar reprimir la criminalidad.
¿Cuál es la diferencia entre ese pueblo y España o el resto de la sociedad occidental criada en la cultura de la avaricia? Los valores morales, los que hacen que exista una diferencia entre el bien y el mal. Pensar en el sistema, sin pensar en la cultura y los valores morales, no va a llevar a una solución.