Ya la crisis económica es bastante dura como para que encima le agreguemos problemas de pareja a nuestras vidas. En este post exploraré algunas ideas para hacernos la vida un poco más fácil. No es un manual completo, pero estoy seguro de que lo encontrarás interesante.
Buscando el secreto de la felicidad
¿Realmente el matrimonio o tener pareja nos hace más felices? La TV y el cine, las presiones sociales, nos venden esa idea. En el año 2000 concluyeron un estudio en California donde las personas muestreadas iban anotando todos los días su nivel de felicidad de 1 a 100, así como los acontecimientos de ese día. Cuando una persona conseguía una pareja, su felicidad subía un poco y por poco tiempo y luego volvía a su nivel normal. Las personas que eran infelices sin pareja seguían siendo infelices con pareja. Aquellos que ya eran felices, terminaban siendo felices con pareja también. En conclusión, tener pareja no es el secreto de la felicidad. Es sólo una forma alterna de vida.
¿Por qué no somos felices? Tratamos de llenar con cosas externas nuestra infelicidad externa, pero esas cosas no pueden satisfacer la necesidad. Internamente estamos llenos de experiencias, emociones, necesidades, reglas, y tantas que ya no existen, ya no son reales, ya no están vigentes, pero nos hacen infelices como si lo fuéramos, y nos atamos a ese pasado como si todavía fuera real. Entonces el proceso de ser felices empieza por ir soltando esas cargas, sanando interiormente. Afuera puede haber tormenta, pero adentro puede estar seco.
El algoritmo de búsqueda
Si buscas algo que está al norte, pero caminas hacia el este, vas a tardar mucho en encontrar lo que buscas. De igual manera, si buscas algo diferente de lo que quieres, no esperes encontrar lo que quieres.
Mucha gente dice "es que no me sale un buen partido". Pero si te pones a observar, en distintos lugares, en distintos grupos, terminas conociendo gente que es algo similar en sus características. Esto sucede porque en medio de la multitud, aunque creas que "la gente se te aparece" en realidad lo que sucede es que tú escoges estar con ese tipo de persona.
Si buscas a una persona fiel, pero te metes con una persona con compromiso, probablemente no estás buscando bien, porque el hecho de que esa persona deje a su pareja significa que te pueden hacer lo mismo a tí. Realmente las mejores parejas nunca son tan llamativas durante ese proceso de búsqueda. Para encontrar, hay que calibrar el algoritmo mental de búsqueda.
Los planes de vida
He visto dos tipos de divorcios:
- Aquel donde ambos se han herido tanto mutuamente que se odian a muerte y quieren lastimar a su pareja. Suelen ser procesos de divorcio muy difíciles, donde alguna vez puede que lleguen a hablarse en muchos años, o no se lleguen a hablar del todo.
- Aquel donde no coincidían los planes de vida. normalmente son separaciones amistosas.
Una persona que quiere viajar por el mundo probablemente no va a tener un plan compatible con alguien que quiere asentarse permanentemente en una casa y tener hijos y familia. Una persona a la que le gusta estar metido en la naturaleza y estar entre animales y plantas, seguramente no va a tener un plan compatible con aquella persona que quiere las comodidades de una ciudad. Si se casan, uno de los dos no va a estar muy contento, pero no porque se lastiman, sino porque están donde no quieren estar. Es válido separarse por este motivo. Pero es mucho mejor hablar de los planes de vida, antes de casarse, para no perder el tiempo y terminar en divorcio amistoso.
La codependencia
La codependencia no es algo sano en una relación, no es amor. Se basa en "te quiero porque te necesito" en lugar de "te necesito porque te quiero". La persona codependiente se aferra al otro y la trata como un objeto. Cuando dice "te amo" en realidad está ordenando "hazme feliz". El problema de este tipo de relaciones es que se basa en "mantener" y "retener" en lugar de crecer juntos como personas.
Los crímenes pasionales obedecen a este tipo de relaciones, llevadas al extremo, donde la persona es tratada bajo la premisa "si no es mía, no es de nadie". En primer lugar una persona nunca es "mía", no es un commodity que esté a tu nombre. En la codependencia nadie es feliz, por el contrario, existe una gran insatisfacción, porque a las necesidades propias se suma la incapacidad del otro para satisfacer esas necesidades (porque de todos modos la otra persona no puede hacerme feliz, porque la persona está afuera y mis necesidades adentro), y tampoco existe ese positivismo y apoyo que se ocupa para salir los dos adelante.
Una relación sana es una relación donde dos personas que ya son felices deciden compartir su felicidad, como si fueran compañeros de viaje en el viaje de la vida. Aunque podrían estar separados, pues los dos tienen sueños y proyectos personales que no necesariamente serán iguales, han decidido viajar juntos y apoyarse mutuamente.
En la relación codependiente se comparte la infelicidad, se mendiga cariño mientras se acude al chantaje emocional y el melodrama, y no hay amor. Es que amor no es una emoción, pues las emociones por más que duren, duran apenas unos meses (por eso se dice que "el amor eterno dura 6 mees"). El amor es una decisión, decides voluntariamente estar con alguien, pudiendo estar sólo.
Antes de buscar pareja
Antes de buscar pareja es muy necesario que pasen dos cosas:
- Que te parezcas a la persona ideal.
- Que sepas lo que quieres y lo que no quieres
Puedes hacer una lista de características de tu pareja ideal, sin conformismos, la pareja perfecta. Y si te comparas con esa lista, encontrarás que hay varias cosas que tú no cumples. Es que solemos conocer personas parecidas a nosotros, y si no cumplimos nosotros, tampoco la persona que encontremos.
Es sumamente importante saber lo que quieres y lo que no quieres, porque eso es lo único no negociable. Si alguno de los dos está en un régimen de lo no negociable, no va a estar muy contento en una relación.
Ya me han lastimado...
Todos alguna vez hemos tenido alguna clase de experiencia desagradable en el pasado, que nos trae tristeza o frustración. El odio es una tristeza que se guardó, se estancó y se pudrió. Y cuando alguien nos saca esa tristeza nos sentimos abrumados y creemos que esa persona nos causó esto, y creemos odiarla, cuando en realidad lo único que hizo fue sacar lo que ya teníamos adentro. Si no tuviéramos eso adentro no habrían podido hacernos sentir así. El que perdona se libera.
Pensamos que la otra persona debería ser castigada, pero en realidad nosotros somos los que debemos perdonar para librarnos del sufrimiento. Si la otra persona hace sus desastres, es problema de esa persona, pero a nosotros lo que nos toca es perdonar y seguir la vida por otro rumbo para ser feliz. Normalmente esas tristezas tiene origen en la niñez, y cuando somos grandes por accidente otros las detonan.
A veces nos sentimos rechazados. A veces sentimos que perdimos el amor de nuestra vida, o que nos dejó el tren. Sería verdad si la vida fuera como en la TV o el cine, pero afortunadamente así no funciona. Si se va un tren, luego pasa otro diferente. Lo que creímos que era el amor de nuestra vida en realidad fue sólo una ilusión, hubo una persona a la que le pegaste la máscara de tu ideal, pero nunca le preguntaste si deseaba la responsabilidad de parecerse a tu ideal. Entonces no perdiste al amor de tu vida, sino que fue una ilusión, porque la otra persona es como es, no como la imaginas. No es culpa del otro no parecerse a nuestro ideal.
¿Te enamoraste y se te rompió el corazón cuando te rechazaron? En realidad para conocer a una persona como ser humano es preciso vivir con esa persona por bastante tiempo, muchos años. Si eso no ha ocurrido, entonces no has perdido nada, pues esa persona no se parece a tu ideal, aunque físicamente lo parezca. te enamoraste del ideal, no de la persona. La buena noticia es que si la persona no estuvo a la altura, nada ha pasado, porque tu ideal está intacto.
El machismo que hace sufrir a hombres y mujeres
Cuando era adolescente escuchaba a las mujeres quejarse del machismo, y decidí que si no era machista, seguramente eso me garantizaría éxito absoluto. Fue todo lo contrario. Una exnovia me dijo "te falta carácter" y su hermana me decía "dice eso porque o la tienes debajo del zapato". Y en otras ocasiones no ser machista hacía que las mujeres me trataran como su confidente, pero sin posibilidades de nada, entrando en la peligrosa zona de la amistad de la cual no hay retorno. Hoy es divertido contarlo, pero en el pasado era frustrante. Era una pena, muy extraño, querer construir el mundo que las mujeres decían añorar, y sin embargo no tener su colaboración.
Por años pensé que la única solución sería que las mujeres no buscaran hombres machistas, pues así se acaba la especie machista en 20 años. Luego conocí a un sujeto que era un agresor doméstico reformado. Y así entendí que los hombres también podemos hacer algo, y curiosamente entendí que los hombres también sufren con el machismo (antes yo pensaba que sólo las mujeres sufren).
Él decía "yo no tenía un carácter fuerte, sino que tenía un carácter débil, yo era el rey y se hacía lo que yo decía". El machismo enseña a aguantarse todo, lo cual trae una enorme soledad, porque a veces se sufre y no se puede contar a nadie, no se puede llorar (big boys don't cry) y no se puede expresar sentimientos. Cuando mucho podría invitar a los amigos a un trago, y con el machismo la gente te valora como proveedor, en funcion de tu dinero, no de tu persona. Lo peor es que el machismo no prepara a los hombres para manejar emociones, menos aún para desahogarlas constructivamente.
Para el machismo la única manera permitida de desahogar emociones es la ira, y en algunos casos, la violencia. Entonces al sentir tristeza, disgusto, miedo, todo termina en ira. Y como sabemos, la ira no es algo que las mujeres tomen con agrado. La vida le llevó a aprender sobre el manejo de la ira, y aprender a escuchar. Ya hoy se lleva un poco mejor y están en camino de reparar las cosas, aunque es algo que puede tomar años.
El trato grosero es lo típico entre hombres, y mientras más grosero, más rudo y varonil. Con las mujeres eso no funciona, pues genera toda clase de efectos negativos en la relación. Lo peor es que para el machismo, tener sexo con varias mujeres hace verse más hombre, mientras que para ellas, entregarse es lo más sagrado. Ser un mujeriego se hace para presumir ante los amigos, pero crea toda clase de interacciones negativas con las mujeres, y si hay hijos, puede ser muy complicado y difícil para ellos.
Conozco de un pariente que tuvo la vida del machista perfecto. Fue mujeriego, alcohólico, hoy es un anciano. Un hijo de él se suicidó, se divorció, y sus hijos casi no lo visitan y apenas cuidan por lástima, no por amor.
Está claro que el machismo no provee un modelo apto para hacer que hombres y mujeres sean felices. En el mundo moderno esto significa redefinir la masculinidad para ajustarnos a la modernidad. No ocupamos pretender ser fuertes ni machos, porque podemos ser humanos y responsables. Y si eso no basta a alguna mujer, pues no importa. Yo soy la prueba viviente de que un no-machista se puede casar.
El machismo es una estructura donde el hombre sufre y la mujer también. El machismo tiene el poder de arruinar a una mujer en la relación de pareja, de la misma manera que los amigotes pueden arruinar a un hombre. Por ende, lo peor para una mujer es meterse con un hombre machista.
El gran secreto para una buena relación
Poco antes de casarme hice la tarea de buscar el secreto para una buena relación. Hablé con doña María una mujer de campo con 100 años de edad, quien tenía más de 80 años de estar felizmente casada. No se puede encontrar mejor consejero, pues un consejero matrimonial de 50 años habrá vivido la mitad de lo que ha vivido esta señora. Le pregunté por el secreto de una buena relación y me dijo dos cosas:
- "El rencor mata el amor, no hay que dejarlo que se meta". Cuando eran jóvenes, igual que toda pareja, tenían sus acaloradas discusiones, pero luego los dos se disculpaban, uno con el otro, porque "a veces se dicen cosas que no salen del corazón".
- "En la vida hay cosas más grandes que uno, se ocupa tener a Dios en la relación". Ella tuvo bastantes hijos, como era usual en sus tiempos, y uno de ellos murió. Atravesaron muchas crisis y adversidades, y lo que mantuvo unida a la familia fue "agarrarse fuerte de Dios". Esta idea no le gustará al que confunde religión con la espiritualidad, pero esta señora no era proselitista, no era think tank de nadie, sino alguien que contaba su experiencia abiertamente, como los abuelos cuando te cuentan su vida. Es un consejo que tiene un significado, y es tarea de cada uno encontrárselo.
Ella y su marido ya murieron, como si su última misión fuera contarme esto para que yo lo cuente aquí. También hablé con un hombre que tenía una gran sonrisa y 35 años de casado. Él me dijo:
- "El secreto para esta sonrisa es recordarse todos los días que se aman, como si fuera el primer día"
En este tema hay mucha tela que cortar, pero prefiero dejarlo aquí por ahora, para que las parejas y los solteros piensen. A ver si acaso podemos cambiar algo en este mundo, porque parece que hay algunos sobre el planeta que no parecen querer hacer la vida más fácil a los seres humanos.
Y como no somos dóciles, vamos a rebelarnos, y vamos a hacer nuestras vidas tan felices como podamos. ¿Y cómo sabremos que estamos felices? Cuando sintamos la necesidad de hacer a otros tan felices como nosotros, y nos alegremos del bienestar de otros.