Hace algún tiempo, unas pocas décadas solamente, cuando todavía se hablaba de colonialismo europeo en otros países, el concepto de Eurocentrismo saltó a relucir. Cuando vemos el concepto de Eurocentrismo vemos que la definición ha sido modificada para dar lugar a una nueva clase de etnocentrismo: El bancocentrismo.
El término eurocentrismo se aplica a cualquier tipo de actitud, postura o enfoque intelectual, historiográfico y de la evolución social, que considera que Europa y su cultura han sido el centro y motor de la civilización, y que por ello identifica la historia europea con la Historia Universal. El eurocentrismo es una forma de etnocentrismo. El eurocentrismo se refiere más concretamente a la mirada del mundo a partir de la experiencia europea occidental, donde las ventajas o beneficios para los europeos y sus descendientes se consiguen a expensas de otras culturas, justificando esta acción con paradigmas o normas éticas. - Eurocentrismo
Es la tendencia que sostiene que los valores culturales y sociales de Europa Occidental consituyen patrones o modelos universales. Tras esta consideración se esconde el desconocimiento y el desprecio de las demás culturas. En el siglo XIX, siguiendo con la tradición iniciada en siglos precedentes, las potencias imperialistas europeas trataron de imponer una escala de valores supuestamente superior a la de los pueblos sometidos. Entre estos últimos se incluyeron algunos con culturas milenarias, como el indio y el chino. - Eurocentrismo
Desafortunadamente para el ciudadano europeo, el bancocentrismo ya no necesariamente tiene dentro de sus filas a los ciudadanos europeos. Es decir, hoy el ciudadano europeo pasa a ser parte de la chusma a los ojos de los bancocentristas.
El ciudadano esclavo, el banquero esclavista
El antiguo eurocentrismo parecía caracterizarse por frases como "a expensas de", "desconocimiento" (hacia el valor de terceros), "deprecio" (hacia terceros), "imponer una escala de valores superior". Los europeos, acostumbrados a ser relativamente bien tratados por sus gobiernos (y digo relativamente porque excluyo a las dictaduras europeas que de vez en cuando se han asomado en la historia) se han visto sorprendidos por el repentino maltrato colonialista de una élite bancocrática que se ha apoderado de todo y de todos.
Este tipo de separación clasista, muy similar al sistema de castas de la India, recarga todo el peso en la economía, donde el ciudadano existe para servir a sus amos los bancos, y no los bancos para servir al ciudadano.
Los mensajes de los indignados
Los mensajes de indignados del 15M, los que tienen pensamiento crítico, no se han hecho esperar. Estos indignados han sido llamados "perroflautas" por los bancocentristas que se creen superiores a los demás.
La estafa de los rescates bancarios
Hoy se habla de rescates bancarios, que no son otra cosa que regalar dinero a los bancos, premiarlos por apostar y perder, al menos cuando se trata de dinero estatal. El negocio es así. El banco pide un rescate y el gobierno le presta dinero a una tasa inferior a la de los bonos de gobierno. Sólo basta que el gobierno le venda bonos de gobierno para que tenga ganancia.
Para entender mejor cómo funciona este fraude, imaginemos el país de Econolandia, donde los bonos pagan el 3%. El banco pide un rescate y le prestan 100 euros al 2.75%. Entonces el banco usa esos 100 euros para comprar bonos. Entonces el banco pidió prestado 100 y tendría que pagar 102.75 euros. El bono del gobierno pagaría 103 Euros al banco. De esta manera, el banco pide prestado, paga 102.75 euros y recibe 103 euros. Es decir, al final el banco no sólo no pagó dinero de más, sino que el gobierno le regaló 0.25 euros.
La violencia, la herramienta de los ricos
Los ricos bancócratas ahora compran a los políticos y usan la fuerza del gobierno para controlar a los ciudadanos. Algunos ciudadanos querían estudiar y otros no pudieron. Algunos mantuvieron su empleo disfrazándose de vigilante para poner a raya a los mismos ciudadanos de su misma casta.
Lo que pasa es que esos ciudadanos debían ser el puño armado de los ricos que controlan a los ciudadanos colonizados que han tenido que conseguirse un empleo como policías, para ayudar a los opresores a oprimir a sus conciudadanos. Los policías, ellos también querían estudiar y querían un futuro mejor para sus hijos, pero en el juego de ajedrez del poder, ahora tienen que sacar a empujones a los indignados de las plazas.
La superioridad bancocentrista
Los bancócratas bancocentristas se creen tan superiores a los europeos, que realmente les ofende que no les traten como los seres superiores que creen ser.
Alec MacGillis, editor sénior de The New Republic, publica un artículo fantástico en la última edición sobre cómo el amor de los gerentes de los fondos de inversión por el presidente Barack Obama se ha convertido en un odio ciego y feroz. Su principal argumento es que sienten que les han faltado el respeto: “No fue cualquiera quien los criticó; fue el presidente de Estados Unidos, señala Eugene Fama, un legendario profesor de Finanzas de la Universidad de Chicago... Muchos (gerentes de fondos de inversiones) empezaron siendo pobres, e hicieron una enorme cantidad de dinero y, de paso, crearon miles y miles de empleos. Están acostumbrados a ser el sueño americano y, ahora, tenemos a un presidente que los mira con desprecio como si fueran los malos. Pese a todas las bravatas y desparpajo que acontecen en su mundo, parecería que los gerentes están extrañamente inseguros con respecto a su propósito”. - Los gerentes de los fondos de inversión de EU pueden comprar cualquier cosa, excepto respeto
Claro, le quitan la casa a la gente, dejan pagando a la gente una deuda por la casa donde no vive, y encima piden respeto de la gente.
Políticos esbirros de los bancocentristas
En el pasado, los políticos solían ser los que administraban responsablemente a los países, pero eso cambió, porque se volvieron esbirros serviles y vendepatrias, que venderían a sus seres queridos por dinero.
Los políticos españoles llevaron al país al borde del abismo y luego dieron un paso hacia adelante. El problema hoy es tan grave que incluso para las prostitutas resulta insultante que a los políticos se les atribuya ser de su descendencia. Realmente a los políticos no les molesta que les insulten. Es a los banqueros a los que les ofende que les digan las verdades.
Nuevo vocabulario
Por el momento, con la monarquía bananera, lo que sí se puede es recurrir al juego de palabras. Lo mordaz, lo humorístico, ese ingenio español puede salir a relucir. Realmente debe ser campo de expresión y catarsis para los españoles que sufren una crisis que no causaron.
Es un buen momento para reflexionar acerca de los valores sociales que condujeron y facilitaron el saqueo, la forma en que se ascendió al poder a aquellos a los que no les tembló la mano para hundir a los españoles, alegando que con cada pieza del casco que vendemos, se compra la energía para las bombas que achican el agua del barco que se va a pique.
Es que resultan incomprensibles los valores que empujan a que una persona deba perder su hogar y tener una deuda por una casa que no tiene. Seguro los banqueros piensan que no pueden quedarse desempleados.
Resulta incomprensible que una cultura supuestamente eurocéntrica trate peor a los ciudadanos españoles, al comparar la manera en que gobiernos tercermundistas tratan a sus ciudadanos.
Resulta incomprensible que los banqueros no piensen que se van al paro (Derivados y ¿desempleo futuro para los financieros?). Es como si fueran adolescentes que se creen invulnerables. Lo cierto es que los despidos vendrán y seguirán viniendo mientras que no se comprenda que si a la gente le va mal, a la economía le va mal. Una vez que un bancocentrista pasa a la legión de los parados, queda fuera de la casta "superior" bancocentrista, y queda como cualquier otro ciudadano español, europeo, en la pura calle.
Y todo aquel poder de que gozaba como bancócrata, ahora es sólo payasada en la memoria colectiva. Pasa de ser un bancócrata a ser uno más haciendo muecas para ver cómo se gana el pan de cada día. Dios y el destino enseñan que las vacas gordas y las vacas flacas son cosa temporal, y creerse superior por tener vacas gordas es creerse digno de trato preferente ante Dios. Y no creer en Dios no hace que sus reglas dejen de existir.