En el artículo de esta semana, esbozaremos tres argumentos de por qué creemos que las ganancias recientes en las acciones podrían ser temporales. Obviamente, podríamos estar equivocados, pero dado su éxito pasado, creemos que es prudente compartirlos.
La primera razón es porque las salidas de capital todavía se ven en los flujos de efectivo netos. A pesar de las ganancias de la semana anterior, según datos de FactSet y Refinitiv Lipper, se produjeron salidas netas por un total de 3.173 millones de dólares durante las cinco sesiones anteriores. Es cierto que son salidas tímidas, pero debemos recordar el contexto general. Los Flujos de Caja Netos Acumulados de Renta Variable Americana han caído a nuevos mínimos de -222.966 millones de dólares, tomando como base el 1 de enero de 2022. "Clara-mente" no condición suficiente para que el mercado baje (lo siento, pero no pudimos resistir la tentación), pero lo que podemos decir es que el rendimiento del mercado de valores y la evolución de las entradas y salidas de efectivo del mismo suelen estar muy correlacionados. Así como es de esperar que cuando los inversores invierten sus ahorros en renta variable, este efectivo se traduzca en una presión de compra que puede incrementar el precio de los activos, cuando se produce el efecto contrario, es decir, cuando el dinero se retira constantemente de la bolsa, los precios tienden a ser más susceptibles a las caídas. La evolución de los flujos de caja netos tanto para la renta fija como para la renta variable de EE. UU. se puede ver en el siguiente gráfico.
Flujos Netos de Efectivo Acumulados
Por otro lado, vemos que el 82 por ciento de los sectores del S&P500 muestran una predisposición alcista cuando se utiliza el indicador Fuerza Relativa Tendencial (FRT), que compara la evolución de los activos con una de activos que normalmente sirven como refugio. A pesar de que esta lectura, que puede interpretarse como extremadamente positiva, es más probable que sea una señal de venta que una señal de compra para el índice estadounidense. Esta tesis está respaldada por datos del 5 de noviembre de 2021. Cuando más de 90% de los sectores son alcistas, la probabilidad de caídas aumenta. Las señales de compra, por otro lado, suelen aparecer cuando el pesimismo del mercado es rampante (menos del 10% de los sectores del S&P500 son alcistas). A modo de comparación, la señal de compra semanal más reciente del S&P500 se dio el 7 de ocubre, mientras que la última de venta se dio el 9 de diciembre. La siguiente tabla muestra las estadísticas de este sistema basado en FRT.
FRT Semanal del S&P500 y Resultados Acumulados
Por último, está toda la colección de argumentos macroeconómicos en contra de una subida de las acciones estadounidenses. Por un lado, la curva de rendimiento de EE. UU. está invertida en un 73 por ciento, lo que aumenta la probabilidad de una recesión en 2023. Los datos de la encuesta ISM de servicios más reciente, que indican que la economía de EE. UU. se está contrayendo, y el Leading Economic Index The Conference Board, que predice que una recesión es el escenario más probable, no son muy consistentes con un buen desempeño en el mercado de valores. En general, sería más consistente con ciclos anteriores si hubiera una caída en los beneficios empresariales, lo que bajaría las valoraciones fundamentales . En este sentido, si tomamos como punto de comparación la evolución del S&P500 en ciclos anteriores y el actual, veremos que la potencial subida es del 12,7% en el supuesto de que los beneficios empresariales ajustados por la inflación volvieran a los máximos del mes de mayo de 2021. Por el contrario, si los éstos descienden hasta percentiles del 75% o 90%, similares a los de ciclos anteriores, el potencial de corrección del S&P500 se encuentra entre el 16% y el 26,1%.
Beneficios Empresariales Ajustados por la Inflación vs S&P500
La distribución de cuadrantes de la crisis energética actual se parece más al colapso de COVID que a otros ciclos de beneficios. Sin embargo, si se diera el escenario recesivo, creeríamos más probable que se pase del cuadrante B al cuadrante D, donde los beneficios empresariales ajustados por la inflación caerían más de su media histórica.
Por todo lo anterior, creemos que el optimismo de los inversores basado en la contención de la inflación y el próximo fin de las subidas de tipos de interés de los bancos centrales sigue siendo muy incierto porque aún existen muchas incógnitas que exigen cautela. Compartimos el video junto con la actualización de los Niveles Institucionales mientras vemos cómo se desarrollan los diversos escenarios, ya que estos niveles nos permiten tomar posiciones tácticas y estratégicas en las distintas clases de activos.
Pueden pinchar aquí para acceder al vídeo.
¡Buena semana y buenas inversiones!
La primera razón es porque las salidas de capital todavía se ven en los flujos de efectivo netos. A pesar de las ganancias de la semana anterior, según datos de FactSet y Refinitiv Lipper, se produjeron salidas netas por un total de 3.173 millones de dólares durante las cinco sesiones anteriores. Es cierto que son salidas tímidas, pero debemos recordar el contexto general. Los Flujos de Caja Netos Acumulados de Renta Variable Americana han caído a nuevos mínimos de -222.966 millones de dólares, tomando como base el 1 de enero de 2022. "Clara-mente" no condición suficiente para que el mercado baje (lo siento, pero no pudimos resistir la tentación), pero lo que podemos decir es que el rendimiento del mercado de valores y la evolución de las entradas y salidas de efectivo del mismo suelen estar muy correlacionados. Así como es de esperar que cuando los inversores invierten sus ahorros en renta variable, este efectivo se traduzca en una presión de compra que puede incrementar el precio de los activos, cuando se produce el efecto contrario, es decir, cuando el dinero se retira constantemente de la bolsa, los precios tienden a ser más susceptibles a las caídas. La evolución de los flujos de caja netos tanto para la renta fija como para la renta variable de EE. UU. se puede ver en el siguiente gráfico.
Por otro lado, vemos que el 82 por ciento de los sectores del S&P500 muestran una predisposición alcista cuando se utiliza el indicador Fuerza Relativa Tendencial (FRT), que compara la evolución de los activos con una de activos que normalmente sirven como refugio. A pesar de que esta lectura, que puede interpretarse como extremadamente positiva, es más probable que sea una señal de venta que una señal de compra para el índice estadounidense. Esta tesis está respaldada por datos del 5 de noviembre de 2021. Cuando más de 90% de los sectores son alcistas, la probabilidad de caídas aumenta. Las señales de compra, por otro lado, suelen aparecer cuando el pesimismo del mercado es rampante (menos del 10% de los sectores del S&P500 son alcistas). A modo de comparación, la señal de compra semanal más reciente del S&P500 se dio el 7 de ocubre, mientras que la última de venta se dio el 9 de diciembre. La siguiente tabla muestra las estadísticas de este sistema basado en FRT.
Por último, está toda la colección de argumentos macroeconómicos en contra de una subida de las acciones estadounidenses. Por un lado, la curva de rendimiento de EE. UU. está invertida en un 73 por ciento, lo que aumenta la probabilidad de una recesión en 2023. Los datos de la encuesta ISM de servicios más reciente, que indican que la economía de EE. UU. se está contrayendo, y el Leading Economic Index The Conference Board, que predice que una recesión es el escenario más probable, no son muy consistentes con un buen desempeño en el mercado de valores. En general, sería más consistente con ciclos anteriores si hubiera una caída en los beneficios empresariales, lo que bajaría las valoraciones fundamentales . En este sentido, si tomamos como punto de comparación la evolución del S&P500 en ciclos anteriores y el actual, veremos que la potencial subida es del 12,7% en el supuesto de que los beneficios empresariales ajustados por la inflación volvieran a los máximos del mes de mayo de 2021. Por el contrario, si los éstos descienden hasta percentiles del 75% o 90%, similares a los de ciclos anteriores, el potencial de corrección del S&P500 se encuentra entre el 16% y el 26,1%.
La distribución de cuadrantes de la crisis energética actual se parece más al colapso de COVID que a otros ciclos de beneficios. Sin embargo, si se diera el escenario recesivo, creeríamos más probable que se pase del cuadrante B al cuadrante D, donde los beneficios empresariales ajustados por la inflación caerían más de su media histórica.
Por todo lo anterior, creemos que el optimismo de los inversores basado en la contención de la inflación y el próximo fin de las subidas de tipos de interés de los bancos centrales sigue siendo muy incierto porque aún existen muchas incógnitas que exigen cautela. Compartimos el video junto con la actualización de los Niveles Institucionales mientras vemos cómo se desarrollan los diversos escenarios, ya que estos niveles nos permiten tomar posiciones tácticas y estratégicas en las distintas clases de activos.
Pueden pinchar aquí para acceder al vídeo.
¡Buena semana y buenas inversiones!