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Debilidad estructural en Europa

La semana pasada estuvo marcada por la publicación de magnitudes económicas. El jueves, el mercado se sorprendió al conocer el dato adelantado de variación de la economía americana en el primer trimestre del año. Cuando se esperaba un crecimiento del 1,1% en términos anualizados, la economía decreció un 1,4%. El viernes fue el turno de Europa, y se publicaron datos del PIB y de la inflación en las principales economías europeas, con crecimientos que estaban entre el 3,7% de Alemania y el 6,4% de España. 

A la vista de estos datos, parecería que la situación económica en Europa es sensiblemente mejor a la americana, cuyo ciclo económico va unos trimestres más adelantado que el nuestro. Sin embargo, basta con alejar un poco el zoom para darse cuenta de que no sólo no es así, sino que la situación de debilidad estructural de la economía europea es una un grave problema.
 
Evolución del PIB de EE. UU. y China (2000-2020)
Evolución del PIB de EE. UU. y China (2000-2020)

Tomando como base los datos del PIB publicados por el Banco Mundial en dólares corrientes, vemos cómo las cuatro economías europeas, antes de los efectos de la pandemia, aún no habían recuperado los niveles previos a la Gran Crisis Financiera de 2008.

Evolución del PIB de las 4 primeras economías europeas (2000-2020)
Evolución del PIB de las 4 primeras economías europeas (2000-2020)


Sorprende la capacidad de recuperación de la economía americana, que no debemos olvidar que fue la más golpeada por la crisis del 2008, mientras en Europa continuamos renqueando desde entonces. Las políticas monetarias ultra expansivas no han tenido el efecto que se esperaba. La última década podría calificarse de ‘perdida’ para la economía europea, que además se ha visto perjudicada por la pandemia y un conflicto bélico en Ucrania que afecta más directamente a Europa que a ninguna otra región del mundo. 

El dinamismo de la economía americana contrasta con la lentitud europea incluso para la toma de decisiones… de su implementación posterior, ni hablamos. Mientras en EE. UU. se han aprobado e implementado varios planes de estímulo, en Europa acabamos de comenzar la puesta en marcha del Plan de Recuperación. 

Cada vez nos parecemos más a Japón. Con una pirámide poblacional envejecida, el potencial de crecimiento cada vez es menor. Si a eso se le añade una estructura burocrática hipertrofiada, el modelo hace aguas, y las políticas fiscales y monetarias puestas en marcha no son más que meros parches que no consiguen atajar el problema de base. 

Los círculos viciosos y virtuosos son una constante en economía, y suelen producirse por el efecto de la retroalimentación. Cuanto más tardemos en dar soluciones estructurales, mayor será la velocidad de deterioro de la influencia europea en el resto del mundo, pero aún tenemos una oportunidad por delante para recuperar el tiempo perdido y volver a la cabeza de la carrera.


Actualización de los niveles de control de los inversores institucionales

Los niveles de control de los inversores institucionales guardan relación con su nivel de breakeven. Conocer su evolución en el tiempo permite identificar qué activos cuentan con el interés de estos inversores, así como el precio al que sería conveniente tomar posiciones. Son un método efectivo para tomar posiciones en la misma dirección que una de las fuerzas principales con más influencia en el movimiento del mercado. 

Por regla general, debemos esperar una evolución positiva del precio de los activos cuando éste se encuentre por encima del nivel de control de los inversores institucionales, mientras que cuando se encuentra por debajo, denota mayor debilidad y/o falta de interés por este tipo de operadores. Asimismo, identificamos los niveles de precios en los que existe un posicionamiento corto que presione el precio a la baja, ya que puede ser indicativo de un potencial incremento de la volatilidad al alcanzarse esas referencias.

Niveles de Control
Niveles de Control


Las importantes caídas de los índices americanos les dejan como la región con peor performance, con una pérdida media cumulada del 12% en 2022. Desde la pérdida de los niveles de control, los índices americanos han perdido un 7,6% en el caso del S&P 500, un 5,6% el Dow Jones de Industriales, y un 16,4% el índice tecnológico Nasdaq. 

La predisposición es alcista en el caso del Oro y del Brent, el encontrarse por encima de sus respectivos niveles de control, mientras que la plata, mucho más débil, ha caído un 3,5% desde que perdió su nivel de control en 24 dólares.
 
En el caso de las criptodivisas, Ether y Bitcoin mantiene la debilidad. Mientras no se superen 3.097 y 53.496, respectivamente, debemos esperar que éste sea el escenario principal.
 


 ¡Buena semana y buenas inversiones! 
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