Confieso Abm77 que me gustó tu exposición de la situación, la cual si me lo permites le voy añadir, historia y un poco más.....
Marañon se declaraba lejano por igual de "absolutistas, liberales de Cadiz y colaboracionistas". Y es que Marañon pensaba, en efecto, que sólo Jovellanos merecía la confianza entre los que, en aquel atribulado comienzo del siglo XIX, lanzaban al aire sus prédicas en un intento vano de arreglar un pais que ellos mismos iban sin parar desarreglando....Jovellanos tan ilustrado como el que más, lo que quería, sin embargo, es que se crease riqueza española. Tal vez por eso se lo llevaron al Castillo de Bellver.No es que interesara lo que decía, es que no interesaba(a algunos) lo que proponia. Tampoco quiero dar a entender que sea únicamente tal o cual pais el que inspire en algunos españoles, el aplauso o la reverencia que llevó a decir a uno de los personajes novelescos de Unamuno aquello de "que inventen ellos, porque la lúz electrica alumbra aquí igual que donde la inventaron". No es eso.Pero aqui, entre nosotros, si el negocio funciona, siempre hay gente bien dispuesta a colaborar con el que en teoria aporta el maná. Pero no me importa repetir que "colaboracionista" en sentido propiamente ibérico, es todo aquel al que no le conviene el humo y por eso no le gusta que en España proliferen las chimeneas de la industria y prefiere situarse en las zonas menos bulliciosas y contaminantes por donde circulaban los fenicios de Fenicia, que eran lo mismo que los fenicios de hoy.Lo que pasa es que dos mil años antes de Cristo todavía no se había inventado la palabra "globalización" y el comercio se limitaba al que más tarde los fenicios de Roma llamarian Mare Nostrum. Pero la historia no es que se repita; es que siempre es la misma. El caso es, por si alguien tiene dudas, que el comercio "erga omnes" nos ha llevado a los españoles a acumular un gigantesco deficit exterior, que nadie quiere encarar porque nadie save cómo resolver, toda vez que la peseta es historia y carecemos, por tanto, de control monetario alguno sobre la situación. Lo que, sobre ser un escenario del que no se tiene experiencia, traslada no se sabe muy bien adónde la solución del problema. Por lo demás, es cierto que, idealmente, no se deba hablar de Mercado Común, sin moneda común. Pero cuando dentro de ese mercado se comparte la moneda sin que por ello funcione sin más el intercambio de trabajo, si se quiere vivir bien no hay más remedio que endeudarse.Justo lo que hemos hecho.Somos así de lógicos. Y la prueba de que lo somos es que, como ya no se puede seguir viviendo del gran encantamiento comunitario, alguien habrá que, como primer paso para salir del atolladero, sugiera olvidar el euro. Después vendrán otros pasos.
Saludos desde Asturias Abm77.