Una vez más, sin tener ninguna simpatía por él ni lo que representa, pues para eso uno procede del sur de España y no tendría mucho sentido, cabe recordar una vez más las famosas palabras del lehendakari Ibarretxe, que tanta burla provocaron y que tan mal se entendieron en general por parte de mucha gente, aquí de un foro del 2008 de Deia:
Tal y como cuenta BCN Confidencial, del Periódico de Cataluña, se lo contó un ministro chileno a un jurista español.
"Durante su visita a Chile, el lendakari Ibarretxe se reunió con la presidenta, Michelle Bachelet. El presidente vasco comentó, con desprecio, que España es un país de camareros. Bachelet miró desde el balcón y leyó nombres de edificios: Santander, Telefónica, Endesa... "No está mal para ser país de camareros", sentenció".
En ese tiempo yo pensé lo mismo que muchos otros que se burlaron de esas palabras, ya que nos llegaron por un ministro que le contó a un jurista que le contó a un "confidencial", que se lo dijo a un periódico..., vamos, teléfono roto en estado puro.
Después vino la crisis, y resulta que me dio por bucear un poco en el tema. ¿Por qué la comunidad vasca tiene la mitad de paro que la media nacional? ¿Por qué allí hay muchas industrias? ¿Por qué no ha habido tantos desmanes por metro cuadrado como en el resto de España? ¿Por qué BBK es una de las pocas cajas que no ha quebrado? ¿Hay camareros en Bilbao?
Así que a ver qué pasaba, qué pasó desde esos finales de los años 70 donde parecía que no había límite, hasta que encontré un post en el que cuadraban muchas cosas:
En una de las frecuentes visitas posteriores de Kissinger un periodista le preguntó por su parecer sobre España, a lo que respondió con su habitual franqueza: “me parece un país de excelentes camareros”. Y es precisamente a esta expresión que hacía referencia Ibarretxe, argumentando de una forma un poco torpe que Euskadi había conseguido evitar con tenacidad el profundo proceso de desindustrialización que la dupla Kissinger-González hicieron sufrir a España. En efecto, el nuevo plan geopolítico posterior al franquismo sobre nuestro país pasaba por convertirlo en una nación fragmentada en autonomías (según Kissinger, para que “se desarrolle con amplitud el tradicional canibalismo político español”) y centrada en un consumo creciente de importaciones y el turismo (compensado con las inversiones extranjeras en industria auxiliar destinadas al consumo interno y la exportación), con empleos de baja cualificación dedicados al sector servicios y una educación con escasa calidad.
http://qmunty.com/blog/2010/06/07/banca-y-gobierno-llevan-a-espana-camino-de-nifhleim-pero-algunos-llegan-a-walhalla/#more-5184
Puede que algunos vean este post como conspiranoico o no, pero da una línea de argumento lógico a la destrucción del tejido industrial, agrícola y educativo español desde hace 30 años. Además el artículo, como casi todo el mundo, no anda muy fino con la predicción del futuro, pero bueno, ya se verá, pero el análisis del pasado sí me parece muy interesante.
Total, que sí, que parece que al final sí nos están convirtiendo en un país de camareros, putas y camareros, ( http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/545/idiomas-exilios-y-cocteles-molotov/ ) y no me extraña que el que pueda quiera irse, yo mismo ya no estoy en el país donde nací, y, si hasta lo dice Perez Reverte, pues algo de verdad tendrá:
Un lugar sin industria ni recursos propios, sin clase media, hecho de buscavidas y mendigos, de subvenciones mientras las haya, de putas y camareros.
Saludos