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La culpa fue de la Sra. Barberá, y sino al tiempo !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

97 respuestas
La culpa fue de la Sra. Barberá, y sino al tiempo !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
La culpa fue de la Sra. Barberá, y sino al tiempo !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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Re: La culpa fue de la Sra. Barberá, y sino al tiempo !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

No, no es verdad. La presunción de inocencia no significa que debamos mirar con candorosa neutralidad conductas sospechosas hasta que una sentencia judicial eleve un veredicto adverso. Entre una acusación infundada y una condena firme hay suficiente espacio para distinguir miríadas de situaciones distintas. Por supuesto que la mera denuncia de un adversario, de un aprovechado o de un loco no significa absolutamente nada. Tampoco la verdad judicial es una verdad absoluta. En la cárcel se han muerto, o se han hecho viejos, más falsos culpables de los que puede digerir nuestra conciencia. Pero las reglas del juego son las que son. Para todos. En teoría.

Si la maquinaria de la justicia se pone en marcha y la policía judicial obtiene pruebas indiciarias de la comisión de un delito, y si luego un juez, observando las debidas cautelas legales, considera que esas pruebas son lo bastante consistentes como para aconsejar la adopción de medidas preventivas, que incluso pueden llegar a ser de carácter carcelario, el acusado se convierte, de hecho, le guste o no, en un presunto delincuente. Desde ese instante, de él podrán presumirse dos cosas, ambas antónimas y ambas ciertas: la culpabilidad y la inocencia. Y cada ciudadano, dígase lo que se diga, tendrá que dirimir en su fuero interno a cuál de esas dos presunciones le concede mayor credibilidad. Las cosas son así. Funcionan así. No importa lo que diga el manual del deber ser.

Rita Barberá era, para muchos, una presunta blanqueadora de capitales y, para muy pocos, una persona inocente mientras no se demostrara lo contrario. La policía obtuvo pruebas de su implicación en una conducta presuntamente ilegal, las puso en conocimiento de un juez, éste las consideró sólidas y puso en marcha el mecanismo procesal para investigarla. Como no podía hacerlo por sí mismo, dada su condición de aforada, remitió la causa al Tribunal Supremo. En el entretanto, la opinión pública se dividió en dos bloques asimétricos. La inmensa mayoría se dijo: si un juez sospecha de ella, ¿por qué no vamos a hacerlo nosotros? La inmensa minoría, por el contrario, siguió apostando por su honorabilidad.

No era ilícito, ni inmoral, considerar a Rita Barberá una sospechosa. El propio Estado de Derecho había dado pábulo a esa duda razonable. No sólo eso. Rita Barberá, además, era una dirigente del PP. Aún peor: era una dirigente del PP de Valencia. Si el PP en general se había ganado a pulso una reputación ética manifiestamente mejorable, el PP valenciano estaba inmerso en una atmósfera especialmente pútrida. Podrá decirse, con mucha razón, que la prensa, las luchas internas, la rabia de los adversarios, los intereses espurios y la psicopatología de una sociedad enferma contribuyeron a que esa atmósfera se volviera hedionda. Es cierto, sí. Pero el porqué de un hecho no modifica su aspecto. Con esos bueyes había que arar.

El PP, antes incluso de que comenzara el calvario del caso Taula, había decidido recomponer su imagen -es decir, su apariencia- para borrar de ella la mácula de corrupción que tanto estaba lastrando su credibilidad social. Rajoy alcanzó con Ciudadanos un acuerdo razonable: apartar de la vida pública a todos aquellos que la Justicia -insisto, la Justicia, no los particulares, ni los partidos, ni los medios de comunicación, ni los justicieros que vociferan en la calle como émulos rabiosos del juez de la horca- declara sospechosos de comportamientos indignos. La idea era que no sólo había que quitar del cesto las manzanas podridas, sino también las de aspecto dudoso. No había más remedio que cortar por lo sano. No bastaba con ser bueno, hacía falta parecerlo. Y Rita Barberá, a los ojos de muchos -incluidos policías y jueces-, no lo parecía.

Era lógico que su partido le pidiera, en esas condiciones, que se apartara de la escena. ¿Acaso hizo mal en pedírselo? Naturalmente que no. Haría muy mal en arrepentirse de haberlo hecho, que no es lo mismo. El problema no fue que salieran los vicesecretarios a pedir su cabeza, más allá de los excesos verbales que cometieron algunos, sino que ella se negara a dársela. El Parlamento que la nombró senadora autonómica le pidió que devolviera el acta y el partido que la propuso, y a quien representaba, le retiró su confianza. Pero a ella le dio igual. Evaluó los daños y ordenó sus prioridades. Decidió defenderse por encima de todo, aferrándose a su escaño contra el criterio de la mayoría, aunque ello dañara el prestigio del Senado y del PP. Desde ese punto de vista no me cabe la menor duda de que Rita Barberá cometió un acto flagrante de indignidad política.

Ahora bien: en el catálogo de indignidades que su pasión y muerte han sacado a relucir, la suya ha sido de las menores. No olvidemos que Rita Barberá tenía derecho a hacer lo que hizo. No contravino ninguna ley. Y si lo hizo fue, probablemente (aunque eso no lo disculpe), porque estaba segura de que nadie defendería su inocencia, de la que ella era la primera convencida, si dejaba que su nombre se recordara como el de la senadora que tuvo que renunciar a su escaño por corrupta. Así las cosas -genio y figura-, no le quedaba más remedio que enfrentarse sola al resto del mundo. Y lo hizo. Y pagó un alto precio por hacerlo. Sin saberlo, se condenó a muerte.

Su partido la echó de sus filas, y no para protegerla de la jauría de las hienas, como ha dicho el cretino de Rafael Hernando, sino para mantenerse alejado de su radiación contaminante. Muchos amigos le dieron la espalda. Sus compañeros de partido la rehuyeron como si se tratara de una apestada. Algunos rufianes la insultaron por la calle. Los periodistas la convertimos en paradigma de la corrupción. Y, después de muerta, un puñado de infames bípedos implumes le faltaron al respeto. He ahí un largo rango de indignidades que supera, con mucho, la que ella protagonizó quedándose en un asiento del grupo mixto del Senado. Que cada cual juzgue su conciencia y peche con las consecuencias.

#92

Re: La culpa fue de la Sra. Barberá, y sino al tiempo !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Aznar acudirá este lunes a la misa funeral por Barberá en Valencia
El expresidente del Gobierno no pudo acudir al sepelio del jueves de la semana pasada porque se encontraba fuera

#93

Re: La culpa fue de la Sra. Barberá, y sino al tiempo !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Menos mal que la familia dijo que la difunta les dijo que no vinieran políticos a su funeral ni a ningún acto relativo a su fallecimiento que si no...

#94

Re: La culpa fue de la Sra. Barberá, y sino al tiempo !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

aunque tarde el PP ha estado a la altura saludos

#95

Re: La culpa fue de la Sra. Barberá, y sino al tiempo !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

?La faltaron al respeto?
?podrias poner un ejemplo?
Para compararlo con lo que se ha dicho de Castro en otros hilos.......

#96

Re: La culpa fue de la Sra. Barberá, y sino al tiempo !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Tienes razón, el PP ha estado a su altura corrupta, como es habitual.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#97

TVE ya sabe quién mató a Rita

El 'Des-Informe Semanal' (TVE-1) se supera. Nos acaban de colocar un trabajito de manipulación, mentiras y corta y pega que les ha salido redondo. Lo han titulado 'La presunción de inocencia'. Era un título falso, naturalmente. Una excusa, un subterfugio, un pretexto. Bajo este epígrafe genérico se trataba de impulsar una teoría canallesca: que el ataque al corazón de Rita Barberá ha sido causado por nosotros, los periodistas, los medios de comunicación. La primera imagen ha sido elocuente. El primer golpe visual del programa ha sido una imagen de la señora Barberá rodeada de cámaras, e inmeditamente han incrustado una declaración de Elsa González, presidenta de las Asociaciones de la Prensa de España, diciendo: «Los periodistas tenemos que reflexionar sobre nuestro papel». O sea, cortada así esta declaración, y colocada tras la imagen de la difunta alcaldesa, parecía que la presidenta de los periodistas acusaba a nuestro gremio, y por extensión a ella misma, de haberle provocado a Rita Barberá un mortal ataque al corazón. Supongo que Elsa Gonzalez tendrá algo que decir al respecto. También han usado al jefe de cardiología del Hospital La Paz, José Luis López Sendón, que salió grabado en su consulta, extirpando de su discurso un párrafo de pocos segundos en el que decía que la tristeza es un factor humano que agrava las enfermedades cardiovasculares. O sea, otra declaración sacada de contexto, y embutida en el entorno de la exalcaldesa de Valencia. Daba la sensación de que este cardiólogo estaba advirtiendo que los juicios por corrupción son malignos porque producen tanta tristeza en los supuestos corruptos, que les puede sobrevenir un ataque al corazón. ¡Ah! Qué trabajito el de Des-Informe semanal. Qué ruin perfección intoxicando a la audiencia. Qué perversa selección de declaraciones, troceándolas e incrustándolas junto con imágenes de la difunta alcaldesa. No han puesto ni una, en cambio de Rafael Hernando, portavoz del PP, aquel que, con Rita Barberá ya decapitada por el PP, se refería a ella como una apestada: «¡Esta señora está expulsada del PP! ¡Ya no pertenece al partido! ¡No respondo por la señora Barberá! ¡Que responda ella!». No sabemos qué diría el cardiólogo del efecto que haya podido producir en el corazón de Rita Barberá este repudio y desprecio de sus propios compañeros de partido. Pero eso ya se ha encargado de ocultárnoslo el 'Des-Informe semanal'. Naturalmente.
http://www.elperiodico.com/es/noticias/ocio-y-cultura/tve-sabe-quien-mato-rita-5673199
#98

Re: TVE ya sabe quién mató a Rita

lo que no se puede es poner a un buen servidor de su ciudad y de su region en el punto de mira por 1000 euros...esta bien que se luche contra la corrupcion de hecho en estos 5 ultimos años ha sido intensa y dura contra los corruptos sean del partido que sean. Pero hemos puesto el sentido de la honradez a un nivel que es imposible pasarlo sin tener alguna tacha...ahora se intenta desprestigiar al presidente gallego por una caja de vino que le regalaron hace muchos años...donde esta el limite??? creo que nos estamos pasando.
sobre rita barbera yo al menos me quedo con su trabajo y el cambio que experimento valencia los 1000 euros aunque hasta conde pumpido ha manifestado que no habia causa, es que paso de ellos.
saludos