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Rajoy el serio

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Rajoy el serio
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Rajoy el serio
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#1

Rajoy el serio

Normalmente lo que valoro de un político a la hora de votarlo son sus propuestas seguido a continuación de la característica del título de hoy. Pero vista la brillante gestión que lleva a cabo cierto bufón por la frontera gabacha he comprendido que esto de que lo hagan a uno reír pasa a ser la primera prioridad superando a las citadas.

Estaba ayer en mi domicilio y salí al zaguán. Al ser sábado no suelo mirar el buzón, pero como vi por algún agujero que tiene colorines, agarré y lo abrí. Me encontré con la propaganda electoral que suele ser habitual cuando se acercan las elecciones y lo comprendí. La cogí, la llevé a casa y me di cuenta de que se trataban de cinco fuerzas políticas diferentes. Aunque de lo de cinco me di cuenta después, porque al ver una anónima y teniendo en cuenta la de amigos que tengo en la ganadería política pensé que podía tratarse de una carta bomba. Al fijarme y ver que era morada, y después de pasar dos horas asustado caí en que sería de Podemos y empecé a abrirlas por ésta.

La verdad es que aunque no soy muy católico estoy en proceso de conversión y he empezado por creer en los Reyes Magos. Si a esto unimos que era de lo más divertida pues ya estaba casi convencido. Porque la verdad en una cosa si tenía razón, y es que las cartas que mandan los partidos políticos son de lo más aburridas, aunque reconozco que había que coincidir con su abuela y leerlas todas. Como acababa recomendando que leyera los programas y las cartas del resto de formaciones para acabar de convencerme, pues le hice caso en parte. Los programas que se los trague un guardia y el que tenga paciencia para ello, así que me limité a las cartas.

Cojo la del colega Rivera y nada, que tenía razón Pablete, de lo más aburrida y previsible. No tenía gracia que es lo fundamental, así que descarté a Ciudadanos. Capillas seguía siendo mi opción. Seguí con Sánchez y no voy a repetir lo anterior, ¿no? Como hay mucha necesidad para mucha gente, soy solidario y Garzón me parece serio abrí su sobre para ver si además me hacía reír. Pero como por más que escarbé no veía carta pensé: “Pues nada que este también tiene gracia, al menos es el tío original”. Ya no era de Podemos, me convertí a IU. Lo malo es que sólo encontré la papeleta, no había ni sobre. Y con la achuchá que está la vida y el dineral que vale un sobre, ¿cómo los voto si no me lo van a permitir cuando vaya al colegio electoral? Conclusión: IU ha perdido un voto por ratas y miserables.

Ya quedaba poco por abrir y yo ya sólo estaba esperanzado en los admiradores de D. Blas, esos que dicen que pegan voces o algo así. Peo como estas criaturas de Dios Nuestro Señor no están mú sobraos de pelas no la encontré, por lo que la que quedaba era la del señor Rajoy, dónde ya se sabe que tampoco escasean los seguidores del tal Blas.

Nada más ver el título: “ESPAÑA EN SERIO” se me quitaban las ganas hasta de empezar ya que incumplía el requisito fundamental. Pero hice el esfuerzo que me recomendó Catedrales y empecé a leerla. Entonces me di cuenta de que esta sí que era graciosa y no la del Pableras.

Merece un análisis más detallado porque te ríes desde que empiezas hasta que acabas. Rajoy el Serio dice que ha sido difícil para él tomar las decisiones que nos han evitado la quiebra. Yo estaba en que sus decisiones habían sido difíciles para las que las habían sufrido, pero no hasta para quien se ha pagado del erario público los cuidados de su señor padre. Ya estaba que me partía. Así que después de recuperarme de aquel ataque de risa inicial me dice Rajoy el Serio que había puesto las bases para el inicio de un nuevo ciclo positivo de crecimiento y empleo. Me pregunté a qué crecimiento se refería; si al crecimiento de las desigualdades, de la pobreza, de los jóvenes que se marchan a escape de la Hispania, de los desempleados sin cobertura, del patrimonio de algunos que otros (y no pocos) amiguetes, del económico o a cuál de ellos. Me quedé con la duda.

En cuanto a lo del empleo que Rajoy el Serio va a crear, 20 millones de personas trabajando para 2.020, imagino que debe ser una errata como tantas que tenía en la de las Generales de 2.011. Quizá serán 40 millones, eso sí, 40 millones de personas trabajando 10 horas a la semana que es lo que está de moda.

Después de una hora desternillándome proseguí con la lectura y como que empezó a perder puntos para mí Rajoy el Serio porque lo de Cataluña y los yihadistas era previsible y me aburría.

Pero Rajoy el Serio sabe hacer las cosas bien y deja la guinda del pastel para el final. Rajoy el Serio hace referencia al tema más difícil: la corrupción. Intentar leerme aquello fue lo que más me costó entre carcajada y carcajada. Claro, cómo me decía que los casos de corrupción de otros partidos yo ya los conocía, los conocerán los que lean esto y los obvio como Rajoy el Serio me recomienda. Me dice Rajoy el Serio que todos ellos están fuera de la vida pública. ¡TODOS! Realmente hilarante. Quizá el tal Nacho Villa que usa la tarjeta para chuches de miles de eurillos si lo hayan dejado fuera, aunque no él que yo sepa. Y ahora aparecen la rana Arístegui y la rana De la Serna. Pero Rajoy el Serio ya me dijo: ¡¡¡TODOS!!!

Yo ya no me soportaba cuando después leí como buenamente pude lo de las 70 medidas para los casos de corrupción. No sé si entre ellas incluiría la de pasar de llamar investigados a los imputados o la de poner límites temporales a las instrucciones judiciales. Esto último como aunque se dude si se aprobó para que enchirone antes a tantos “honrados” afines o para que se escapen, y (no sé por qué) me da que es para lo último, me resultó desternillante. Rajoy el Serio tiene sus golpes el hombre, sin la menor duda. Mira que complicarse con tanta medida con el gasto que supone. Si Rajoy el Serio hubiera empezado por enseñarle la puerta de salida a no sé quién, que mandó un mensaje diciéndole que fuera fuerte y que hacía lo que podía a un suizo diabólico, le hubiera resultado más fácil y más barato. Digo yo, ¿no?

Ya recuperado de tantas horas tronchándome me tenía ganao y, como además cumple los requisitos secundarios, mi voto será para Rajoy el SERIO.

Fermín.

http://opinionpropiadefermin.blogspot.com.es/2015/12/rajoy-el-serio.html

#2

Re: Rajoy el serio

je je yo tambien votare a rajoy el serio...lo que pasa es que he sido mas listo que fermin y no he leido la carta de mariano...je je
saludos

#3

Re: Rajoy el serio

Ja, ja, ja. .......
Y tanto que erers listo, y tanto.
Pues eso es lo que hay que hacer, no echarles ni cuentas.
Cordiales saludos.

#4

Re: Rajoy el serio

algunas veces uno tiene que hacer de tripas corazon y lo mejor es hacer como el mono ni oir, ni hablar ni ver...saludos

#5

Re: Rajoy el serio

Se te ha pasado el tema de las pensiones.
Rajao el serio dice en la publicidad....'El Partido Podrido que ha subido y siempre subirá las pensiones'...
JAJAJAJA
La realidad es que rajao y el PP ha sido el único partido que va a condenar a la miseria a los pensionistas al ELIMINAR LA ACTUALIZACION DE LAS PENSIONES CON EL IPC.
Y esto afecta a pensionistas y a todos los trabajadores ya que a partir de la 'progresiva, solidaria y paritaria' medida tomada por el PP las pensiones PARA TODOS irán devaluándose paulatinamente.
Más devaluación y perdida de poder adquisitivo cuanta más alta sea la inflación......Es decir RUINA TOTAL PARA TODOS ...activos y pasivos......y esto nunca lo ha hecho ningún partido hasta la llegada del PP de rajao.

#6

Re: Rajoy el serio

hasta tu sabes que la mayor seguridad para que se cobren las pensiones es que gobierne rajoy ...saludos

#7

Re: Rajoy el serio

Seguridad de que se cobren las pensiones?.......serán las suyas.
Las de los que hemos estado cotizando toda la vida ya es otra cosa.......estas están en peligro porque no se pueden financiar con las aportaciones.
Y esto es debido a que los mamandurrios que alimenta rajao....son tantos que no hay manera de mantenerlos.
Por eso el tío y sin ningún pudor en lugar de eliminar mamandurrios, amigotes, asesores y chupópteros con el fin de tomar algo de aire......lo que hace es meterle mano a las pensiones.
Sr rajao que estamos pagando para tener unos servicios básicos decentes y para cobrar una pensión el día de mañana.......y no para que con todo lo que nos roban.......se alimenten legiones de asesores, mamandurrios y chupópteros como por desgracia ocurre.
Yo lo que creo es que rajao es la constatación de que las pensiones van a la quiebra sin remedio.

#8

Re: Rajoy el serio

pues abascal no creo que te asegure las pensiones

#9

Re: Rajoy el serio

A Abascal no le quieren ni en su pueblo.

El silencio es hermoso cuando no es impuesto.

#10

Re: Rajoy el serio

Yo lo tengo claro. Cuando sea pensionista votaré a Rajoy !!

#11

Re: Rajoy el serio

Je, je; que bien lo explicas, si se hubieran actualizado las pensiones con el IPC, las habrían bajado, pues como sabes los últimos años el IPC ha sido negativo, ¡¡¡vaya ejemplo!!!.

Y la ruina total, la estanos viendo en restaurantes, desplazamientos y ocupación de zonas costeras en los "puentes", aumento de venta de coches y viviendas; el comercio minorista, subiendo, etc, etc, esa es la ruina total. Je, je. acertada apreciación.

#12

Re: Rajoy el serio

A lo mejor los "chupópteros" y mamandurrios" son esos que trabajan en negro y no aportan nada, ni a las pensiones ni a la Hacienda pública, pero luego son los que mas protestan y se quejan.

#13

Re: Rajoy el serio

El PP está bastante contento. Dentro de lo que cabe, las cosas no van mal. Aguantarán en el gobierno unos meses más, y si al final son necesarias nuevas elecciones, puede salir beneficiado, porque puede que se meriende, directamente, la mayor parte del voto de Ciudadanos.

Hace justo un año, el PP estaba en muchas encuestas por debajo del PSOE y de Podemos, y aún no había aparecido Ciudadanos para equilibrar las cosas. Así que parecía casi seguro que iba a dejar el gobierno antes de que acabara 2015. Pero estamos en 2016 y ahi sigue: ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Porque 2015 ha sido un año excelente para el Partido Popular: ha sabido vender como propio lo que no le pertenece. Veamos por qué.

Realmente el PP comenzó a ganar las elecciones de 2015 un día de agosto de 2007, cuando una lejana crisis financiera obligó a actuar a los bancos centrales de los países más importantes. En España, el presidente Zapatero seguía flotando en las nubecitas de la burbuja, y ahí siguió hasta mayo de 2010, fecha en que decretó los primeros recortes (“ajustes”) ante el descontrol del déficit público. Ese retraso de tres años en el reconocimiento de la situación, y las sucesivas tonterías que hizo el gobierno del PSOE en materia económica entre 2007 y 2010, han dejado en muchos españoles la idea fija de que la culpa, toda la culpa, es de Zapatero.

Puede que tengan razón, pero la verdad es que con la llegada del Partido Popular al gobierno el guión no cambió: siguió con los recortes en prestaciones sociales y salarios públicos, y continuó subiendo impuestos para intentar cuadrar las cuentas. Nada más. Todo ello, hasta finales de 2014. Ningún cambio de fondo en política económica. Ninguno.

El consenso de los expertos era que España necesitaba profundas reformas estructurales, pero el Partido Popular no ha emprendido ninguna. Ha aprobado, eso sí, una reforma laboral y otra reforma educativa. Pero ni otra suponen una novedad: no cambian la estructura de los sistemas que regulan, solo modifican algunas prioridades para adaptarlas al gusto del gobierno de turno. La reforma laboral, en concreto, se limitó a rebajar la indemnización por despido y a sustituir ciertas ventajas y excepciones por otras. Lo habitual. Lo de siempre. El modelo contractual y de relaciones laborales, causa de que nuestra tasa de paro sea sistemáticamente muy superior a la de los demás países, no ha sido modificado.

Lo único que ha permitido ir mejorando las cuentas públicas ha sido la política fiscal de subidas de impuestos combinada con recortes. Y eso no es una reforma. Eso es un parche. Y ni siquiera es idea de Rajoy: empezó con ellos Zapatero.

La lista de reformas estructurales pendientes sigue intacta. Por ejemplo: la Administración en general, la Justicia en particular, la del absurdo sistema acceso a la función pública, la auténtica reforma del mercado laboral, la de la fiscalidad, la de las prestaciones sociales, la del sistema de Seguridad Social, la del sistema educativo, la de la politización de las instituciones del Estado, la de las garantías de limpieza democrática, la de la financiación de partidos, sindicatos, o grupos de presión. Cuál debe ser el sentido de esas reformas es algo discutible, pero que son necesarias pocos lo dudan. Pero en estos cuatro años no se ha hecho nada al respecto. Inacción absoluta. La inercia como virtud.

Mientras tanto, los escándalos de corrupción salpicaban una y otra vez al Partido Popular. Y el partido respondía que se trataba de personas concretas que habían traicionado su confianza. Pero el tráfico de influencias, la práctica de las puertas giratorias, los entramados de relaciones y ventajismos, no son consecuencia de traiciones individuales, sino de un sistema global de fidelidades personales y favores pagados, que fue implantado y consolidado durante décadas, y del que el PP y el PSOE son coautores y responsables. Frente a esto, nada. Justo al final de la legislatura han aprobado una reforma legal cosmética, que no ataja de raíz las causas de la corrupción. Las amañadas reglas del juego siguen siendo las mismas de siempre, y siguen beneficiando a los mismos.

En economía, por suerte para el Partido Popular, la rigidez de nuestro sistema ha sido su mejor aliado. Cuando las cosas empeoran en la economía mundial, en España lo hacen mucho más, pero cuando van mejorando fuera de nuestras fronteras, en España la mejora es mucho mayor, sencillamente porque venimos de mucho más abajo y tenemos muchos más recursos ociosos que vuelven a poder emplearse. Somos expertos en vaivenes. Eso no es mérito de ningún gobierno: es culpa de todos los que hemos tenido desde la crisis de 1979, que no han hecho nada para evitarlo. La realidad es que las magnitudes económicas siguen ancladas en niveles inferiores a los de 2008, y la mejora actual solo corrige una pequeña parte de lo perdido en los años anteriores, incluidos los primeros del PP en el gobierno.

Pero da igual. La idea extendida de que la culpa de todo lo malo provino de Zapatero, unida a una coyuntura internacional que empezó a tirar para arriba de España en 2013 y sobre todo, en 2014, colocó a Rajoy en una posición inmejorable: aprovechó el viento de cara y se apuntó el tanto. La casualidad le ofreció el mensaje en bandeja, y él y su gente solo tuvieron que repetirlo hasta hartarse: la economía ha mejorado “gracias” al PP, y si vuelven los socialistas volveremos a las andadas. Mensaje reiterado mil veces a lo largo de 2015, que ha calado profundamente en amplios sectores sociales. Anzuelo tragado. Votos asegurados.

Por si fuera poco, había que demostrar a los ciudadanos que la recuperación era real, tangible, así que, en el año electoral de 2015, el gobierno se puso manos a la obra y liberó unos cuantos millones de euros para agasajar a los funcionarios con una pequeña parte de la paga extra que se les quitó algunos años antes. Además, se rebajó un par de veces las retenciones del IRPF, para que los trabajadores y los pensionistas vivieran el espejismo de que su nómina había crecido. No importa que la lógica legal y financiera diga que los cambios fiscales hay que aprobarlos en los presupuestos de un año, para comenzar a aplicarse en el siguiente. En 2015 el gobierno ha hecho varios regalos sobre la marcha, a mitad de año, al margen del presupuesto inicial y sin sonrojarse. No es que vinieran unas elecciones. No, qué va. No es que al hacerlo se incumpliera “un poco” con los compromisos de déficit asumidos con Bruselas. No. Es que la economía mejoraba por méritos del gobierno, y usted, querido amigo, lo podía comprobar amablemente en su nómina o pensión justo tres meses antes de las elecciones generales…

En septiembre se celebraron elecciones en Catalunya, y el PP obtuvo un resultado bajísimo. Durante el gobierno de Mariano Rajoy el porcentaje de independentistas se ha duplicado. Pero el gobierno no reconoce que tenga nada que ver con esta realidad. La culpa es de los otros, por supuesto. Su inacción, sus silencios, no son culpables de nada. Finalmente, en las elecciones del 20 de diciembre, el PP prácticamente ha conseguido desaparecer de varias comunidades españolas, atrincherándose fuertemente en otras. El mapa de la España del PP no es igual al mapa de España. Está amputado. ¿Esta estrategia de trincheras es un

Porcentaje de votos del PP en las elecciones del 20-D. Fuente: El País.
a forma sensata de defender una España para todos, vertebrada y con objetivos comunes? ¿Defiende España quien se coloca frente al sentimiento de varias partes de ella? En el PP creen que sí. Y en todo caso, están pensando en otra cosa: aunque en Catalunya se obtuvieran malos resultados, la actitud del partido en este tema acabaría por dar frutos en forma de más votos en otras comunidades. Al parecer, compensa.

Así que Rajoy se plantó en la campaña electoral haciendo uso de su mejor arma: los silencios. No acudió a los debates importantes, pero combinó esas ausencias, que en otro país hubieran sido intolerables, con intervenciones en programas de radio y televisión de contenido ligero. Así apareció ante un sector de la opinión pública como un abuelete tierno y simpático. Este hombre, como Franco, era de fiar, porque no se metía en política. En cambio, sabía abrazar cojines y contar anécdotas. Qué majo.

El presidente incluso consiguió que en la campaña electoral casi no se hablase de la corrupción. Increíble. A pesar de que esta campaña de marketing ha salido muy bien, el Partido Popular experimentó el 20 de diciembre una espectacular bajada en votos y escaños de la que nadie se hace responsable. A juzgar por las declaraciones de sus dirigentes, parece como si hubieran votado al PP casi dieciocho millones de españoles, mientras que siete han escogido a otros partidos. Los resultados fueron justo los contrarios, pero eso es un pequeño detalle sin importancia. No podemos dejar que la realidad nos estropee una buena historia: se la hemos contado a los ciudadanos y muchos la han creído. El PP ha ganado las elecciones. Claramente. Esta es la historia. Todo lo que pase a partir de ahora y que se salga de ese guión, serán manejos antidemocráticos de los perdedores. Que quede claro.

¿Y ahora qué?

Las cifras de creación de empleo llevan meses dando muestras de agotamiento: el efecto vaivén, tan español, puede estar empezando a darse la vuelta. Ya no nos llegarán desde Europa nuevas bajadas de tipos de interés, ni un número aún mayor de turistas espantados por la inestabilidad de nuestros competidores árabes. Todo esto está ya al límite, en el mejor de los escenarios posibles para nosotros, así que solo puede empeorar. El desplome de China amenaza gravemente nuestro crecimiento. Vienen nubarrones. La inflación en algún momento empezará a subir, y entonces los pensionistas comenzarán a quejarse por una pérdida brutal de poder adquisitivo que solo la bajada del precio del petróleo ha conseguido camuflar durante estos cuatro años. Y para colmo cualquier día los catalanes nos la lían parda definitivamente y proclaman algo peor que una declaración unilateral de independencia: la insumisión fiscal. Apañados estaremos, entonces.

¿Qué hará en esos momentos el PP si sigue en el gobierno? ¿Cómo podrá seguir vendiendo como méritos propios los resultados de la coyuntura, cuando el castillo de naipes se desmorone ante nuestros ojos?

Es un misterio, pero algo se les ocurrirá.

#14

Re: Rajoy el serio

El Rey se reúne con el IBEX y ex políticos para pulsar su visión de los pactos
Aurora G. Mateache. Madrid. 11

Todos abogan por una gran coalición de las fuerzas tradicionales, PP y PSOE con el apoyo de Ciudadanos, como mejor solución para evitar la inestabilidad del país

#15

Re: Rajoy el serio

Rajoy convocaría unas nuevas elecciones generales tras la Semana Santa
El presidente del Gobierno en funciones pretende someterse al debate de investidura la próxima semana para que si no hay acuerdo de gobernabilidad puedan convocarse nuevas elecciones generales a primeros de abril.