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Fondos de inversión "activos" e índices.
Publicado en Cinco Días.
Casi todos los fondos de inversión activos son puro mimetismo bursátil
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La realidad es que la verdadera gestión activa es casi inexistente en este país y lo que muchos gestores proclaman como gestión activa no es más que un burdo mimetismo de los índices bursátiles.
De partida la gestión activa es casi inexistente en los fondos de inversión tradicionales (fondos Ucits). Ya desde el punto de vista regulatorio, donde se exige una mínima diversificación, se deja poca manga ancha para que una gestora pueda hacer cosas realmente distintas a los índices. La regulación hace que la gestora esté obligada a invertir en al menos 16 acciones y cuando se llega a esas cifras es conocido que los resultados de cualquier fondo de inversión se aproximan al resultado de un índice.
Además, la realidad muestra que aunque algunos gestores pudieran elegir 16 valores muy poco conocidos para componer sus carteras de inversión, lo cierto es que casi ningún gestor procede así por el miedo a que le despidan. Ningún gestor sería despedido por el argumento de que invirtió en Apple y dicha acción declinó un 60% durante un mercado bajista, pero fácilmente la incomprensión crece con el gestor que ha puesto su convicción en una empresa que solo conocen cuatro gatos y que ha empezado a caer como una piedra.
Ya solo por motivos regulatorios y de mera psicología corporativa, de partida es ya casi imposible que exista la gestión activa en la tradicional industria de fondos de inversión española y europea. Pero es que, además, la inversión activa que bata al mercado es extraordinariamente escasa y cuando aparece suele encontrar su vía a través de hedge funds, ya que son los vehículos mucho más flexibles que pueden estructurar posiciones alternativas a las que exige la regulación de los fondos de inversión tradicionales.
Podría hablarle de múltiples herramientas estadísticas que se suelen utilizar en la industria para determinar si un fondo es realmente activo o si practica el mimetismo bursátil, pero de entrada muchas de estas herramientas son inútiles porque las gestoras eligen índices de referencia que no son los mejores contra los que comparar sus fondos de inversión.
Al ser casi imposible practicar de partida la gestión activa, las gestoras acaban realizando juegos de manos con los índices de referencia para tratar de mostrar lo que desean. El truco es compararse con índices que han mostrado una mala evolución en los últimos años, con la esperanza de que esa mala evolución continúe. Y si a dicho índice de referencia le da por hacerlo bien, entonces siempre se puede elegir otro índice que lo esté haciendo mal o incluso eliminarlo por completo cuando no convenga.
Por ejemplo, es típico que un fondo de inversión en renta variable global y con un sesgo value, un conocido factor de inversión que bate al mercado a largo plazo, se compare con un índice general, cuando se tendría que comparar con un índice value, por ejemplo con el MSCI World Value Index. Pero no lo hacen, porque si compararan la evolución de su fondo con el índice de referencia correcto, los inversores se podrían dar cuenta de que comprar un ETF que siga al MSCI Value les saldría más barato y obtendrían aún una mejor rentabilidad.
Lo que las gestoras proclaman como gestión activa que bate al mercado, casi en todos los casos, es una narrativa donde se explota hasta la saciedad la evolución de un fondo comparándolo contra cualquier índice que ayude a sostener la narrativa.
...
Hugo Ferrer es gestor de carteras en GPM Sociedad de Valores y director de El Club Bursátil
Artículo completo en:
https://cincodias.elpais.com/fondos-y-planes/2023-07-17/casi-todos-los-fondos-de-inversion-activos-son-puro-mimetismo-bursatil.html
Casi todos los fondos de inversión activos son puro mimetismo bursátil
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La realidad es que la verdadera gestión activa es casi inexistente en este país y lo que muchos gestores proclaman como gestión activa no es más que un burdo mimetismo de los índices bursátiles.
De partida la gestión activa es casi inexistente en los fondos de inversión tradicionales (fondos Ucits). Ya desde el punto de vista regulatorio, donde se exige una mínima diversificación, se deja poca manga ancha para que una gestora pueda hacer cosas realmente distintas a los índices. La regulación hace que la gestora esté obligada a invertir en al menos 16 acciones y cuando se llega a esas cifras es conocido que los resultados de cualquier fondo de inversión se aproximan al resultado de un índice.
Además, la realidad muestra que aunque algunos gestores pudieran elegir 16 valores muy poco conocidos para componer sus carteras de inversión, lo cierto es que casi ningún gestor procede así por el miedo a que le despidan. Ningún gestor sería despedido por el argumento de que invirtió en Apple y dicha acción declinó un 60% durante un mercado bajista, pero fácilmente la incomprensión crece con el gestor que ha puesto su convicción en una empresa que solo conocen cuatro gatos y que ha empezado a caer como una piedra.
Ya solo por motivos regulatorios y de mera psicología corporativa, de partida es ya casi imposible que exista la gestión activa en la tradicional industria de fondos de inversión española y europea. Pero es que, además, la inversión activa que bata al mercado es extraordinariamente escasa y cuando aparece suele encontrar su vía a través de hedge funds, ya que son los vehículos mucho más flexibles que pueden estructurar posiciones alternativas a las que exige la regulación de los fondos de inversión tradicionales.
Podría hablarle de múltiples herramientas estadísticas que se suelen utilizar en la industria para determinar si un fondo es realmente activo o si practica el mimetismo bursátil, pero de entrada muchas de estas herramientas son inútiles porque las gestoras eligen índices de referencia que no son los mejores contra los que comparar sus fondos de inversión.
Al ser casi imposible practicar de partida la gestión activa, las gestoras acaban realizando juegos de manos con los índices de referencia para tratar de mostrar lo que desean. El truco es compararse con índices que han mostrado una mala evolución en los últimos años, con la esperanza de que esa mala evolución continúe. Y si a dicho índice de referencia le da por hacerlo bien, entonces siempre se puede elegir otro índice que lo esté haciendo mal o incluso eliminarlo por completo cuando no convenga.
Por ejemplo, es típico que un fondo de inversión en renta variable global y con un sesgo value, un conocido factor de inversión que bate al mercado a largo plazo, se compare con un índice general, cuando se tendría que comparar con un índice value, por ejemplo con el MSCI World Value Index. Pero no lo hacen, porque si compararan la evolución de su fondo con el índice de referencia correcto, los inversores se podrían dar cuenta de que comprar un ETF que siga al MSCI Value les saldría más barato y obtendrían aún una mejor rentabilidad.
Lo que las gestoras proclaman como gestión activa que bate al mercado, casi en todos los casos, es una narrativa donde se explota hasta la saciedad la evolución de un fondo comparándolo contra cualquier índice que ayude a sostener la narrativa.
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Hugo Ferrer es gestor de carteras en GPM Sociedad de Valores y director de El Club Bursátil
Artículo completo en:
https://cincodias.elpais.com/fondos-y-planes/2023-07-17/casi-todos-los-fondos-de-inversion-activos-son-puro-mimetismo-bursatil.html
