En los tiempos de bonanza ladrillil, cuando los pisos subían un 10 o 15% anual, el valor catastral de la vivienda se actualizaba solo un 2%. Por eso ahora hay viviendas con un valor catastral ridículo. El problema viene si han hecho una nueva ponencia de valores en el municipio en los últimos años. En este caso pueden haber actualizado la valoración de la vivienda con el precio de mercado partido por dos. Esto provoca que en dos municipios adyacentes, una vivienda similar se valore en 30.000 euros en uno y en 150.000 en otro. No obstante esta subida en el precio se aplica gradualmente en un periodo de 10 años. Además que los ayuntamientos tienen la potestad para modificar el tanto por ciento que se cobra de IBI, dentro de unos parámetros establecidos.
Básicamente, solo puedes reclamar al catastro en base a dos parámetros: que los metros de solar y de vivienda sean los correctos, y que el estado que les consta que está la construcción se ajuste a la realidad (que no esté en muy mal estado o ruina). Esto suponiendo que se trata de una vivienda normal sin ninguna afección especial.
La diferencia con las casas adyacentes puede venir por la diferencia de tamaño de la parcela o los metros construidos que tenga la vivienda. También puede ser que hiciesen obras, ampliando la casa, y que estas no consten en el catastro. En la oficina virtual del catastro puedes consultar los datos que tienen de tu vivienda.