Re: La factura de la crisis: La renta de los hogares ha caído un 20% y la riqueza un 40%
Toda la razón para tu párrafo 4.
Por eso ahora algunos se quejan por vicio. Tu lo confirmas.
Toda la razón para tu párrafo 4.
Por eso ahora algunos se quejan por vicio. Tu lo confirmas.
Por supuesto que algunos se quejan por vicio.
Pero no todos los que lo hacen, lo hacen por vicio. Y muchos que no se quejan, quizás tuvieran derecho a hacerlo. Solamente soportan sus penalidades con resignación.
Un saludo.
Efectivamente no todos se quejan sin razón, pero ei problema es que mientras unos se quejan sin mas,otros tratan de salir adelante y generalmente lo consiguen, no todo se lo deben llevar a uno a la cama.
Un cordial saludo
Es patetico y de revistas del corazón, que nos vendan una parte subjetiva del invento y con ello se quiera extrapolar a lo general.
Nos importa una mierda la patetica vida personal de la gente que vive del cuento y de contar sus miserias siempre desde un lógico y subjetivo punto de vista tan parcial y sesgado que a nadie interesa por cansino y que nos impida ver el bosque por nuestra cuenta.
Estamos cansados de que nos impongan SU interpretación de unos hechos, que somos capaces de saber interpretar nosotros sin una interpretación siempre tan interesada y subjetiva, y siempre que el tema sea realmente importante y relevante.
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No interesa enseñar, sino solo adoctrinar e imponer un punto de vista que solo produce el efecto contrario en sus intenciones, ya solo por las formas y no solo por el fondo.
Un saludo
Buenas a todos.
Se acerca el veranito; vacaciones, sol, playa, cervecitas..., ¿a tutiplen?.
Recuperación 'low cost
Europ Assistance publicaba un estudio hace unos días asegurando que los españoles vamos a viajar más este verano pero que nos vamos a gastar menos pasta. Más de la mitad, un 58%, prevé irse de vacaciones, 9 puntos porcentuales más que en 2016, aunque el presupuesto que destinarán al viaje será un 12% inferior al del año pasado, unos 1.600 euros. A estos datos unos hablan de ‘datos que ponen de manifiesto la recuperación de la economía’ y otros de ‘la expansión de un turismo cada vez más low cost’.
Hablar de recuperación no ayuda cuando se expone así. Es cierto que la cosa avanza, que las políticas desarrolladas en los últimos años algún efecto están teniendo, pero seguir anunciando el fin de una etapa muy dolorosa es, en ocasiones, una provocación. Hay demasiada gente todavía sin empleo, en situación precaria, que lo perdieron todo con uno de los centenares de miles de desahucios que se han producido en los últimos años. La desaparición de bancos y cajas a coste irreversible para todos y la precariedad de un empleo que imposibilita la emancipación de una generación desesperada lo hacen complicado de aceptar.
Hablar de recuperación es más que examinable. Venimos de muy abajo. Cualquier signo de mejora se evidencia numéricamente. Sin duda estamos mejor que hace un par de años y, con toda seguridad, estamos peor que dentro de dos. Vamos creciendo. Otra cosa es de que tipo de crecimiento hablamos, que grado de consistencia tiene, de que modelo se ha elegido o, peor aun, que no se ha podido elegir. ¿Alguna idea sobre cual va a ser el motor económico en los próximos cinco años? ¿Lo mismo? ¿Mantenemos el estímulo sobre sectores intensivos?
Como decía al principio, los españoles gastaran menos de vacaciones. Curiosamente no lo van a hacer por tener menos disponibilidad, no, sino porque para tener esa opción serán más cortas. De las 2,3 semanas del año pasado nos iremos a las 1,9 semanas este próximo verano. De ahí que el presupuesto familiar para disfrutarlas se reduzca un 12%. ¿Signo de recuperación o evidencia de un nuevo escenario que exige más trabajo por menos salario? La deflación del capital nos ha traído una deflación social que se nos presenta, entre otros modos, con la incapacidad de disponer de unas vacaciones como teníamos antes.
Por eso es complejo hablar de recuperación cuando realmente hablamos de una deflación estructural en todos los ámbitos de relación social y que, por cierto, no se arregla con las políticas de ‘Alicia en el país de las Maravillas’ basadas en más gasto social, más ayudas, más subvenciones, más impuestos, más y más. En todo caso eso será un parche parecido a aquel ‘Plan E’ que se fulminó 8.000 millones de euros alicatando baños o los 100.000 de un FROBcon el que así nos ha crecido el pelo.
La excusa de hablar de turismo como ejemplo de una caída de gasto sobre el mismo no es casual. El turismo representa un modelo económico que poco o nada ha modificado su oferta. Sin embargo el mundo si ha cambiado su demanda. De Airbnb a los coches compartidos. Del carsharing a las experiencias de plataformas turísticas. De un día para otro, el sector se llevará una sorpresa mayúscula. Ese día detectaremos que el modelo de crecimiento de todo un país no podía depender así de nada. Ya lo hizo hace unos años dependiendo de lo inmobiliario. Así nos fue. Ahora dependemos de que los turistas no se vayan a otros destinos, que los españoles sigamos (aunque menos) manteniendo las vacaciones en casa y que, y esto es de aurora boreal, el turista del futuro inmediato no haga ni caso de la oferta tecnológica, socioeconómica, innovadora y ajustada a un modelo digital y circular como si hace el resto del mundo moderno.
El pasado martes impartí uno de los Workshops que ofrezco sobre Transformación Digital e innovación disruptiva al sector de la hostelería, concretamente al de la provincia de Barcelona. Fue muy interesante aunque realmente con diferencias notables con otros que he impartido en Irlanda, en Reino Unido o en Francia, y al mismo sector. Detecto que la tecnología no es un aliado en muchos casos, se ha convertido en una urgencia que genera problemas, ajustes y costes innecesarios. Percibo una especie de táctica al respecto y no una estrategia de innovación. La finalidad debe ser vender más y enfrentarse a un estado social y económico que, aun habiendo elementos para dudarlo, está en plena y brillante recuperación.
Pues eso, sigamos pensando que aquí, pase lo que pase, no pasa nada. Sigamos recuperándonos sin tomar medidas para que esa recuperación discurra en el territorio de lo que realmente garantiza un futuro. Un futuro automatizado y robótico, con debates pendientes serios y urgentes y que, by the way, sigue siendo una especie de fábula a la que no hacen ni puto caso ni los que gobiernan ni los que aspiran a gobernar. Un debate que otros, nuestros competidores, si están haciendo.
https://www.marcvidal.net/blog/2017/6/2/recuperacin-low-cost
Vale, hemos salido de la crisis, pero... ¿dónde estamos ahora?;
Saludos sin crisis pero con recuoeración low cost.
Buenas a todos.
Otro dato más sobre las consecuencias post crisis, los salarios de los nuevos contratos caen uj 12%:
Los salarios de los nuevos contratos pierden un 12% de poder adquisitivo en la crisis
La ministra ha presumido en el Congreso de una recuperación mayor de los salarios que de los beneficios empresariales
“Las rentas salariales han subido más en la recuperación que los beneficios empresariales”, aseguró este miércoles Fátima Báñez, ministra de Empleo y Seguridad Social, en el Congreso. Una afirmación que se sostiene sólo siendo seleccionando los datos a medida y que se produjo a la vez que Funcas publicó un estudio que mostró una caída en términos reales de los salarios asociados a los nuevos contratos.
“En España se está produciendo una recuperación social con empleo, gracias por ejemplo a la reforma laboral”, aseveró la ministra. Lo cierto es que entre el primer trimestre de 2014 y el segundo trimestre de 2017 se han creado casi 1,9 millones de empleos, alcanzando los 18,8 millones. Y la tasa de paro se ha reducido en el mismo periodo desde el 25,93% hasta el 17,22%.
En este intervalo, según el cálculo del Producto Interior Bruto (PIB) por la vía de las rentas generadas en la economía, la remuneración de los asalariados aumentó en un 18,7% hasta los 137.860 millones de euros entre abril y junio, mientras que el excedente bruto de explotación (EBE) se elevó en un 22,7% hasta los 123.378 millones de euros. En el primer caso, la cifra recoge principalmente los salarios, y en el segundo los beneficios empresariales, aunque también tiene en cuenta otras rentas.
Por su parte, desde el cuarto trimestre de 2008, los salarios han crecido un 1%, frente al 6,8% de aumento de los beneficios empresariales. La afirmación de Báñez sólo se sostiene estrujando los datos y eligiendo previamente el periodo de la comparativa. Por ejemplo, desde el cuarto trimestre de 2014 la remuneración de los asalariados aumenta un 6,6% y el excedente bruto de explotación un 0,7%.
MENOR PODER ADQUISITIVO
Este miércoles, Funcas publicó un informe que incide en cómo los salarios se quedan atrás en la recuperación. En concreto, los contratos firmados en 2015 tenían salarios asociados un 12% inferiores en términos reales -teniendo en cuenta la inflación- a los de 2008. Su autor, Daniel Fernández Kranz, del IE Business School, señala que si se tienen en cuenta únicamente a los menores de 26 años, la comparación arroja una caída del 14%.
“Esta menor remuneración no tiene que ver ni con la temporalidad (también existía antes de la crisis), ni con un supuesto sesgo hacia sectores de baja productividad. Las menores ganancias reflejan las nuevas condiciones del mercado de trabajo, que retribuye peor que antes el mismo tipo de empleo”, sostiene el autor. En su opinión, la moderación salarial se debe a la reforma laboral aprobada en 2012, bajo la entonces mayoría absoluta del Gobierno de Mariano Rajoy, ya con Báñez en el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
La estimación coincide en otra que realizó el Banco de España. No obstante, el organismo comparó los contratos previos a la crisis con los firmados durante la última década, en vez de realizar una fotografía estática de dos años concretos. El cálculo del supervisor que gobierna Luis María Linde concluyó que los salarios de los contratos firmados en los últimos años son un 24% menores a los de la etapa de crecimiento y burbuja inmobiliaria.
El Banco Central Europeo (BCE) también señaló a la reforma laboral. No sólo a la de España, sino como un diagnóstico generalizado de por qué los salarios no están subiendo en Europa al mismo ritmo que se acelera el crecimiento. Esto es, la autoridad monetaria presidida por Mario Draghi ha impulsado la actividad económica con sus estímulos. Su objetivo es que este mayor dinamismo generara presiones inflacionistas -por aumento de los salarios y de los precios finales al haber más demanda-, pero no ha sido así. O, al menos, no hasta llevar la inflación cerca pero por debajo del 2% como persigue en el medio plazo.
A lo anterior, el BCE subraya la persistencia de altos niveles de desempleo que dejan margen para una creación de más puestos de trabajo sin que se eleven los sueldos -diferencia entre la tasa de paro y la Nairu (tasa de paro no aceleradora de inflación- y crecimientos raquíticos de la productividad a lo largo de la Zona Euro. Mientras, los economistas del banco central siguen desempolvando los manuales de economía para encontrar una solución al estancamiento de los salarios, que tanto se evidencia en España.
De hecho, los datos de contabilidad nacional del segundo trimestre hicieron hincapié en la devaluación interna que impulsó la recuperación de la economía española y que aún prosigue, y que permite marcar nuevos récord a las exportaciones, que entre abril y junio superaron los 100.000 millones de euros por primera vez en un trimestre. Entre el segundo trimestre de 2016 y el mismo periodo de 2017, el PIB se incrementó un 3,1% en términos reales y un 3,4% si no se descuenta la inflación. Esto implica un deflactor implícito de la economía -variación de precios de lo producido- del 0,3%. En estos 12 meses, el coste laboral unitario -remuneración frente a la productividad- bajó un 0,1%.
Estos datos sostienen las peticiones cada vez más beligerantes de los agentes sociales para una subida salarial que permita a los trabajadores recuperar el poder adquisitivo perdido. La propia Báñez se mostró partidaria de alzas salariales y pidió un esfuerzo a las empresas, mientras que el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, que tiene que negociar con los representantes de los empleados públicos, también se ha pronunciado a favor. Algo a lo que no se suma el ministro de Economía, Luis de Guindos. No en vano, el crecimiento del que puede presumir su Ministerio se basa en gran medida en las ganancias de competitividad que permite la congelación salarial.
Saludos devaluados.